Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos. AFP.

Las autoridades de Emi­ratos Árabes Uni­dos se preparaban el domingo para recibir con gran pompa al papa Fran­cisco, primer jefe de la Iglesia Católica en viajar a la Penín­sula arábiga, cuna del islam.

Antes de emprender el viaje a los Emiratos, el papa Fran­cisco pidió el domingo en el Vaticano “favorecer con urgencia el cumplimiento de los acuerdos alcanzados” para una tregua en la ciudad portuaria de Hodeida, en Yemen, crucial para el acceso de ayuda humanitaria.

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La guerra de Yemen opone a las fuerzas progubernamen­tales, apoyadas en el terreno desde el 2015 por Arabia Sau­dita y Emiratos Árabes Uni­dos, con los rebeldes hutíes chiitas, respaldados por Irán y que controlan amplias zonas del país, incluyendo la capital Saná.

Antes de partir de Roma, Francisco escribió en Twit­ter: “Estoy partiendo hacia Emiratos Arabes Unidos. Me dirijo a ese país como un hermano para escribir jun­tos una página de diálogo y recorrer juntos los caminos de paz. ¡Oren por mí!”.

Según el programa, esta visita estará dominada por el diálogo entre las religio­nes. Un encuentro interre­ligioso internacional pre­visto el lunes. El Papa llegó el domingo por la noche a Abu Dabi, capital de la federación de Emiratos Árabes Unidos, para iniciar esta histórica visita, marcada por el diá­logo entre religiones.

El ambiente, el domingo por la mañana, en torno a la cate­dral San José de Abu Dabi era el de los grandes días, cons­tató la AFP.

Los fieles se agolpaban bajo una inusual lluvia cerca de la catedral, decorada con los colores del Vaticano y de Emi­ratos, para obtener las últi­mas plazas para la misa papal del martes, que se presenta como la mayor manifestación popular que se celebrará en este país, con la presencia de más de 130.000 fieles.

A bordo del avión, el Papa dijo que se enteró que estaba lloviendo en Abu Dhabi. “En esos países, se lo percibe como un signo de bendición”, des­tacó. Al aproximarse la visita, el padre Elie Hachem, que ofi­cia en la catedral San José, se extasía y habla de algo “histó­rico”. Según él, el Papa, que llega con un “mensaje de paz”, inicia su programa del martes con una visita a esta catedral.

Hay cerca de un millón de católicos en este país, adepto a un islam más bien moderado y cuya sociedad está bastante abierta al mundo exterior. La mayoría son trabajado­res asiáticos, que practican su religión en ocho iglesias.

“MUFTÍ DEL TERRORISMO”

Los responsables de la federación no han dejado de insistir en este tema, en particular por el encuentro previsto entre el Papa y el imán Al Azhar, la principal institución del islam sunita que se halla en El Cairo, el jeque Ahmed al Tayeb. Al contrario que su vecino saudita, que prohíbe la práctica de otras religiones que no sean el islam, Emiratos Árabes Unidos quiere proyectar una ima­gen de país tolerante.

No obstante, las autoridades controlan las prácticas religiosas y reprimen la contestación política o la explo­tación de la religión, incluso por los adeptos de un islam polí­tico, encarnado por los Hermanos musulmanes. Anwar Gargash, ministro de Estado emiratí de Exteriores.

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