Tijuana, México. AFP

Un centenar de los cerca de 1.500 cen­troamericanos de una gran caravana que per­manecen en la ciudad mexi­cana de Tijuana intentaron cruzar durante la noche de Año Nuevo hacia Estados Unidos, pero retrocedieron ante una fuerte movilización de la patrulla fronteriza.

Un equipo de la AFP cons­tató que los centroamerica­nos empezaron a reunirse hacia las 20:00 del lunes (04:00 GMT del martes) en la zona de Playas de Tijuana, en el Pacífico y desde donde los migrantes suelen intentar cruzar ilegalmente a Esta­dos Unidos. Sin embargo, del otro lado de la línea fronte­riza, dividida por una valla, se observaba una veintena de unidades de la Patrulla Fronteriza de Estados Uni­dos y elementos antimotines listos para entrar en acción.

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Cuando cayó la noche y en ambos lados de la frontera se preparaban para recibir el 2019, se registró un primer incidente cuando un grupo de migrantes intentó cru­zar, pero desistieron ante la presencia de las fuerzas esta­dounidenses que lanzaron bombas de humo.

Pero los centroamericanos permanecieron cerca de la valla y se sumaron decenas.

Cuando corrían las prime­ras horas del 2019, decenas se colocaron sobre una ele­vación desde donde veían a los guardias estadounidenses y estos a su vez los observaban. Ante un nuevo intento de los centroamericanos de lan­zarse hacia la frontera, los estadounidenses lanzaron gases lacrimógenos para dis­persarlos, constató un fotó­grafo de la AFP.

Entre los migrantes que se lanzaron había numerosos hombres, pero también muje­res con niños pequeños y ado­lescentes, que tras los gases empezaron a alejarse.

Estos migrantes forman parte de una gran caravana que salió de Honduras en octubre pasado para recorrer unos 4.300 kilómetros hasta Tijuana, donde se encuentran desde principios de noviembre.

TRUMP ACUSA QUE ES UNA INVASIÓN

Con la esperanza de cruzar a Estados Unidos y pedir refu­gio alegando que escapan de la violencia y la extrema pobreza en sus países, llega­ron más de 5.000 migrantes hasta la localidad fronteriza con California. Hoy quedan unos 1.500, después de que muchos se dispersaran o pidieran el regreso volunta­rio a su país.

El 25 de noviembre, unos 500 migrantes trataron de cruzar la frontera, pero fue­ron repelidos por un amplio despliegue de militares y guardias fronterizos que lan­zaron numerosas bombas lacrimógenas.El presidente estadounidense, Donald Trump, acusa a los centroa­mericanos de protagonizar una “invasión” y busca endu­recer las condiciones para obtener el refugio.

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