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Larissa Rocha y Luana Gomes se casaron de forma precipitada en Brasil. Las dos mujeres llevaban viviendo tres años en pareja, sin planes de formalizar su unión, pero decidieron contraer matrimonio cuanto antes. La razón: la elección como presidente del ultraderechista Jair Bolsonaro, que asumirá el poder el 1 de enero del 2019.
Brasil legalizó el matrimonio entre homosexuales en el 2013, pero muchos temen que Bolsonaro quiera prohibirlo.
Durante su campaña, el presidente electo fue criticado por sus comentarios homofóbicos en los que manifestó que preferiría tener un hijo muerto antes que un hijo gay.
“El presidente electo es extremadamente homofóbico y podría revertir los derechos que hemos ganado, como el derecho a casarnos”, expresó Larissa a la BBC. “Ya vivíamos juntas, pero decidimos hacerlo oficial ahora”.
Los críticos de Bolsonaro hacen referencia a un programa de televisión del 2010 en el que el político participó y en el que dijo que si un hijo que se comporta “un poco gay” debe ser golpeado para que cambie su comportamiento.
“Yo he escuchado a gente decir, gracias a Dios me golpearon, mi padre me enseñó a ser un hombre”, aseguró en el programa. No obstante, después de su elección, Bolsonaro aseguró que la comunidad gay “estaría contenta con su gobierno”, pero no todos están convencidos.
Bolsonaro está estrechamente vinculado a la facción evangélica del Senado y de la Cámara de Diputados, señaló Luana. “Como tal, tiene una agenda conservadora”.
“Lo que dice es suficiente para que le tengamos miedo. Él cree que deberíamos estar muertas, cree que no somos normales”.
Ana Gergase, abogada matrimonial para parejas del mismo sexo, explicó a la BBC que, tras la elección, hubo aprehensión entre la gente que no se había casado o firmado un contrato de unión civil y por eso se apresuraron a garantizar sus derechos.