Paris, Francia | AFP

Las protestas de los “chalecos amarillos” contra Emmanuel Macron degeneraron este sábado en enfrentamientos con la policía en París, con coches y barricadas en llamas, y en escaramuzas en varias ciudades de provincias, a pesar de más de 1.300 detenciones en toda Francia.

En París entraron en acción por primera vez en la historia de la ciudad los vehículos blindados de la gendarmería para apagar barricadas en la cuarta jornada de manifestaciones de los “chalecos amarillos”, llamados así por las prendas fluorescentes que visten. Se vivieron escenas de violencia urbana similares a las de hace una semana pero de menor alcance.

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Esta ola de manifestaciones comenzó el 17 de noviembre en oposición a un aumento de los impuestos a los combustibles. El presidente Emmanuel Macron cedió anulando la medida, que formaba parte de un plan para combatir el cambio climático, y congeló los precios del gas y la electricidad durante los próximos meses.

No bastó para aplacar la ira de los chalecos amarillos, un movimiento heterogéneo y sin líder, que ahora reclaman al gobierno que baje los impuestos y suba el salario mínimo y las jubilaciones.

En la zona de los Campos Elíseos, los manifestantes intentaron prender fuego a la fachada de un centro comercial de lujo, quemaron coches y lanzaron proyectiles a las fuerzas de seguridad. En algunos lugares se elevaban humaredas negras.

OTROS SE ENRIQUECEN”

La mayoría de comercios están cerrados y sus fachadas protegidas con tablas de madera. Denis, de 30 años, vino a París desde Caen (noroeste). “¡El objetivo es ir al Elíseo!, sede de la presidencia, en una calle paralela a los Campos Elíseos”, dice a la AFP. “Hago esto por el futuro de mi hijo, no puedo permitir que viva en un país en el que otros se enriquecen a nuestra costa”.

Tim Viteau, un desempleado de 29 años, participó en las manifestaciones por tercer sábado consecutivo. Él y su pareja se vieron obligados a volver a casa de sus padres porque no podían pagar el alquiler. “¿Cómo vamos a tener hijos? Yo también quiero niños”.

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