Washington, Estados Unidos. AFP

Estados Unidos advirtió el lunes que será “implacable” en la aplicación de sus sanciones a los sectores petrolero y financiero de Irán, que ya advirtió que se plantará con firmeza ante el “hostigamiento” de Washington.

En medio de críticas internacionales por su acción unilateral, el gobierno del presidente Donald Trump exceptuó sin embargo a ocho países de su demanda de no comprar petróleo iraní, la mayor exportación de ese país.

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Seis meses después de haber retirado a Estados Unidos del acuerdo nuclear firmado en el 2015, el secretario de Estado Mike Pompeo dijo que la meta de Washington era que Teherán diera un “giro de 180 grados” y abandonara “su rumbo revolucionario”.

Aunque no exigió un cambio de régimen, Pompeo reiteró que Irán debe terminar con políticas que tienen su raíz en la revolución islámica de 1979 y que incluyen el apoyo a fuerzas como la milicia islámica Hezbolá y el desarrollo de misiles.

“Tenemos esperanzas de que un acuerdo con Irán es posible, pero hasta que Irán no haga los 12 cambios que pedimos en mayo, seremos implacables en la presión al régimen”, expresó Pompeo.

TOMA DE EMBAJADA

Las sanciones entraron en vigor al cumplirse el 39° aniversario de la toma de la embajada estadounidense en Teherán tras el triunfo de la Revolución Islámica. Pompeo afirmó que procuran “privar al régimen iraní de fondos que utiliza para financiar actividades violentas en Oriente Medio y en todo el mundo”.

Inspectores de las Naciones Unidas dicen que Irán se atiene a un acuerdo alcanzado por Barack Obama, antecesor de Trump, para frenar el programa nuclear de Teherán. Ese acuerdo fue respaldado por potencias europeas, Rusia y China y avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU.

El presidente de Irán, Hassan Rouhani, se plantó desafiante ante las sanciones. “Orgullosamente eludiremos vuestras sanciones ilegales e injustas porque están en contra de las normas internacionales”, dijo.

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