Río de Janeiro, Brasil. AFP
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, define este martes el gabinete con el que pretende poner en marcha sus políticas para acabar con la corrupción y violencia, entre ellas la flexibilización del porte de armas porque el país está “en guerra”.
Dos días después de su victoria, Bolsonaro se reunió con sus principales asesores en Río de Janeiro para diseñar “una vanguardia de combate para la transición y el gobierno”, afirmó a periodistas Gustavo Bebbiano, quien dejó su puesto de presidente del Partido Social Liberal (PSL, de Bolsonaro) para ocuparse exclusivamente de la transición.
Entre ellos, el presidente electo ultraderechista afirmó que pretende invitar al juez anticorrupción Sergio Moro -a cargo de la operación “Lava Jato”- para comandar el Ministerio de Justicia o para integrar una de las dos vacantes que se abrirán en la Corte Suprema durante su mandato.
En entrevistas anteriores, Bolsonaro, admirador de la dictadura militar (1964-1985), anunció que su ministro de Defensa será el general retirado Augusto Heleno, que fue jefe de la Misión de Paz de la ONU en Haití comandada por Brasil.
En la reunión participaron además su probable ministro de la Casa Civil (jefe de gabinete), el diputado Onyx Lorenzoni, y el elegido para comandar la cartera de Hacienda, el ultraliberal Paulo Guedes.
El nuevo gobierno, electo por un 55,1% de los votos el pasado 28 de octubre, asumirá oficialmente el 1 de enero de 2019, y hasta entonces habrá un proceso de transición junto al actual gobierno de Michel Temer para el cual Bolsonaro puede designar hasta un total de 50 especialistas.
Se espera que Bolsonaro viaje a Brasilia para reunirse con Temer la semana próxima, adelantó Bebbiano. En su primera ronda de entrevistas televisivas como presidente electo, este lunes, Bolsonaro defendió una de sus principales banderas de campaña para combatir la violencia acuciante que padece Brasil: flexibilizar la posesión y el porte de armas.