Río de Janeiro, Brasil. AFP.
Los brasileños decidirán mañana domingo si durante los próximos cuatro años serán gobernados por el ultraderechista Jair Bolsonaro, que lidera los sondeos, o por el izquierdista Fernando Haddad, que trató de formar un “frente democrático” para impedir la victoria de un apologeta de la dictadura militar (1964-85). Bolsonaro, un ex capitán del Ejército de 63 años, ganó la primera vuelta con 46% de los votos, frente a 29% para Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT). Los sondeos del balotaje le auguran una victoria por 56% a 44%.
Sus electores prestaron más atención a su promesa de combatir una criminalidad galopante flexibilizando el porte de armas y a sus denuncias contra la corrupción que a sus exabruptos misóginos, homofóbicos y racistas o a su falta de iniciativas importantes en sus 27 años como diputado. El vencedor deberá gobernar junto a un Congreso con partidos debilitados por los escándalos y dominado por los lobbies conservadores del agronegocio, de las iglesias evangélicas y de los defensores del porte de armas.
PT, PRIMERA FUERZA
El PT seguirá siendo la primera fuerza en la Cámara, pese a haber perdido varios diputados tras ser uno de los partidos más golpeados por las investigaciones sobre sobornos en Petrobras. Ese escándalo llevó a la cárcel a su líder histórico, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), que purga desde abril una pena de 12 años de cárcel. Haddad, de 55 años, fue designado candidato en setiembre, en reemplazo de Lula. Su despegue se dio sobre la base de millones de brasileños que se beneficiaron de las políticas de inclusión social de Lula. Pero no consiguió, superada la primera vuelta, más que el “apoyo crítico” de los principales dirigentes de centroizquierda, que reprochan al PT sus manejes político-financieros durante sus años en el poder.
Quien resulte electo sustituirá el 1º de enero del 2019 al conservador Michel Temer, el presidente más impopular desde el retorno de la democracia, que asumió el cargo en el 2016 tras la destitución de Dilma Rousseff, del PT, acusada de manipular las cuentas públicas.
SACAN CARTELES “ANTIFASCISTAS”
Agentes policiales realizaron en los últimos días operaciones en decenas de universidades brasileñas para exigir el retiro de pancartas “antifascistas” y la anulación de conferencias sobre la democracia, por considerarlas como propaganda electoral ilegal contra el candidato de ultraderecha Jair Bolsonaro, favorito en las presidenciales del próximo domingo.
Los procedimientos fueron ordenados por tribunales electorales. Según la prensa local, hubo por lo menos 35 intervenciones que provocaron protestas de estudiantes y profesores y denuncias de “censura”. En la facultad de Derecho de la Universidad Federal Fluminense (UFF), en el estado de Río de Janeiro, se retiró de la fachada una banderola con la inscripción “Derecho UFF Antifascista”.