Riad, Arabia Saudita. AFP.
Arabia Saudita admitió el sábado que el periodista saudí Jamal Khashoggi murió en el interior de su consulado en Estambul, más de dos semanas después de que su desaparición provocara una de las peores crisis internacionales del reino.
En Turquía, los investigadores locales continuaban las pesquisas rastrillando un gran bosque cercano a Estambul. Ankara anunció que revelaría “todo” sobre este caso.
La ONU y las oenegés pidieron una investigación independiente, Berlín estimó “insuficientes” las explicaciones de Riad sobre las circunstancias de la muerte del periodista y Londres pidió que los responsables sean juzgados por sus actos.
La agencia oficial SPA confirmó la muerte del periodista, quien supuestamente se enredó en una “pelea” en el consulado saudí en Estambul. La agencia informó además de la destitución de dos altos cargos saudíes y del arresto de 18 sospechosos.
El fiscal general saudita, Sheij al Mojeb, publicó un comunicado sobre lo ocurrido: “Las conversaciones que tuvieron lugar entre él y las personas que lo recibieron en el consulado saudita en Estambul dieron lugar a una reyerta y a una pelea a puñetazos con el ciudadano Jamal Khashoggi, lo que provocó su muerte”.
Al Mojeb no precisó dónde se encuentra el cuerpo de Khashoggi, en tanto que los investigadores turcos continuaron su trabajo.
Ali Shihabi, director de un grupo de reflexión considerado cercano a la monarquía saudita, dio otra versión. “Khashoggi murió estrangulado durante un altercado físico, no como resultado de una pelea a puñetazos”, declaró basándose en las declaraciones de una fuente saudita de alto rango.
Más tarde, el departamento internacional del ministerio de Información publicó una declaración en inglés atribuida a una “fuente oficial”, en la que afirma que la discusión en el interior del consulado degeneró en una pelea que ocasionó la muerte de Khashoggi, y hubo “un intento” de “ocultar lo que pasó”.