San Pablo, Brasil. AFP
El candidato del Partido Social Liberal, Jair Bolsonaro, ganó por amplio margen la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, pero deberá medirse con el izquierdista Fernando Haddad el 28 de octubre.
Con el 97,6% de las urnas escrutadas, Bolsonaro, un ex capitán del Ejército, de 63 años, tenía 46,50% de los votos, frente al 28,5% de Haddad, designado candidatodel Partido de los Trabajadores (PT) por el encarcelado ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Los resultados a boca de urna del instituto Ibope dan 45% a Bolsonaro y 28% a Haddad. En un hotel en el centro de San Pablo, donde Haddad dará su conferencia de prensa, se escucharon gritos de júbilo y alivio al divulgarse los sondeos.
En la explanada de los ministerios de Brasilia, los partidarios de Bolsonaro reaccionaron con desilusión. Tras emitir su voto por la mañana en San Pablo, Haddadse dijo convencido de que habría segunda vuelta y empezó a tender puentes con otros candidatos.
La clave para que Haddad se acerque a los porcentajes de Bolsonaro reside en el centro izquierdista Ciro Gomes, que tenía 12,45% de los sufragios. Bolsonaro y Haddad son los vencedores y al mismo tiempo los candidatos con mayor índice de rechazo.
HADDAD “OLVIDÓ EL CENTRO”
Durante la campaña, Haddad “se olvidó mucho del centro, que es fundamental. Sin el centro no se gana una elección y menos aún se gobierna, entonces precisa esos apoyos ya. Son tres semanas, una campaña cortísima, y más aún tiene que pensar en la gobernabilidad, estableciendo compromisos con esos sectores”, dijo André César, de la consultora Hold en Brasilia.
Bolsonaro, por su parte, recibió en la última semana apoyos de poderosos sectores, como los ruralistas y las iglesias evangélicas. Pero debe lidiar con un historial de declaraciones racistas, misóginas y homófobas y con sus justificaciones de la tortura durante la dictadura militar (1964-1985), que le valieron un amplio rechazo de mujeres y de las minorías.