Riad, Arabia Saudita. AFP.

Hace unas semanas, la flor y nata del mundo de los negocios se reunía bajo los candelabros de las salas de baile. Ahora, tras unas purgas inéditas en Arabia Saudita, el palacio Ritz-Carlton de Riad parece haberse transformado en una jaula de oro. El fiscal general saudí prometió que ninguno de los arrestados procedentes de los círculos de poder reci­biría un trato especial en el marco de una investigación anticorrupción. Entre los sospechosos se encuentran ministros, ex ministros o el príncipe multimillonario Al Walid bin Talal.

Sin embargo, ironizan los internautas en las redes sociales, el hotel Ritz-Carl­ton, con sus majestuosas sui­tes, sus pasillos en tonos pas­tel y sus estatuas de bronce se parece muy poco a las cár­celes tradicionales reserva­das para los saudíes de a pie. "¡Llévennos con ustedes!", bromeaban algunos inter­nautas, que decían querer conocer tales lujos. Otros especulaban sobre quién sería el próximo en ser aña­dido a la "lista de invitados". Las personas detenidas, miembros de la élite saudí, "son tan suaves como la man­tequilla y no podrían sobre­vivir en una cárcel clásica", escribía un saudí en Twitter.

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Más de 200 personas están siendo retenidas e interrogadas por presuntos actos de corrup­ción, por un monto calculado en 100.000 millones de dóla­res (86.100 millones de euros), según el fiscal general saudí. No se puede saber con certeza cuántos sospechosos estarían detenidos en el Ritz-Carlton.

Los coches de policía cus­todian el establecimiento hotelero, cuyo imponente pórtico de entrada sigue cerrado. En la página web del palacio, un mensaje indica que "las líneas tele­fónicas del hotel están cor­tadas de momento, hasta nueva orden". No se ha fil­trado ninguna información oficial sobre cuánto durará la detención de los sospecho­sos. El viernes, el Ritz-Carl­ton figuraba como no dispo­nible hasta febrero del 2018.

HOTEL RITZ-CARLTON, “JAULA DE ORO”

Un corto video que circula por internet, y del que se afirma que fue grabado dentro del hotel Ritz-Carlton, muestra a gente dur­miendo en el suelo –cubierto de coloridas colchas– vigilada por guardias armados. Según el New York Times, el lugar filmado sería la sala de baile "B", que los guardias estarían utilizando de cuartel improvisado. El arresto de importantes miembros de la familia real ha provocado una ola de pavor en el reino.

Las fuerzas de seguridad bloquearon en tierra aviones privados, al parecer para impedir que personas importantes abandonen el país, indicó una fuente del sector de la aviación, lo que podría hacer temer más arrestos. Hace ape nas unas semanas, el Ritz-Carlton albergó una cumbre de inversores que fue promocionada, a bombo y platillo, como el "Davos del desierto".

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