Londres, Reino Unido | AFP
Ayer jueves, los admiradores de Diana seguían homenajeando con velas, flores y mensajes de cariño a la "princesa de corazones", justo veinte años después de su muerte en un accidente de coche en París, que desató una oleada de emoción en todo el mundo. Poco antes de las 08:00 de Londres, los peatones se detenían delante de la verja del palacio de Kensington, donde vivía, para observar las numerosas fotografías de la todavía muy popular princesa de Gales.
Algunos depositaban flores entre las decenas de ramos o se detenían para recordarla frente a las letras de su nombre hechas de flores blancas y rosas.
"Inolvidable", rezaba el mensaje que dejó un hombre, vestido con un traje estampado con la bandera británica. "Siempre en nuestros corazones. Tu buena obra será perpetuada por tus hijos", decía otro cartel.
"Era única, totalmente única", dijo a la AFP Ian, un recepcionista de 50 años de Hertfordshire, al norte de Londres.
"Era alguien verdadero, no era distante, era una persona como otra cualquiera, era así que llegaba a tu corazón", dijo Katie, una ama de casa de 30 años.
En la víspera, el hijo menor de Diana, el príncipe Enrique (32 años), visitó el lugar junto con su hermano, el príncipe Guillermo (35 años), para ver los homenajes a su madre y depositar un ramo de parte de un admirador.
Antes ya habían acudido, con Catalina –esposa de Guillermo–, bajo una incesante lluvia, al jardín efímero de flores blancas creado en su memoria en el palacio de Kensington.
"Hace veinte años, el mundo perdió un ángel", escribió en su cuenta de Instagram el músico y cantante Elton John, quien junto con Diana protagonizó campañas a favor de las víctimas del sida.
Más allá de este sobrio homenaje, no se programó ninguna conmemoración oficial para este jueves 31 de agosto, a dos décadas del día en el que el coche que transportaba a Diana se estrelló contra un pilar del túnel del Alma, en París, en 1997, causando la muerte de la princesa de 36 años y de su nuevo amor, Dodi Al Fayed.