Miami, EEUU. AFP.

El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró este viernes el fin del acuerdo "unilateral" de su predecesor Barack Obama hacia Cuba, prohibió hacer negocios con los militares en la isla y prometió apoyar al pueblo cubano en su lucha contra su "brutal" gobierno. "A partir de ahora, estoy cancelando completamente el acuerdo unilateral con Cuba", dijo Trump en un pequeño teatro en la Pequeña Habana de Miami, al anunciar al exilio cubano sus modificaciones en la política de Washington hacia La Habana.

"No queremos que los dólares estadounidenses vayan a parar a un monopolio militar que explota y abusa a los ciudadanos de Cuba y no levantaremos las sanciones hasta que se liberen los presos políticos", prometió Trump.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Las cerca de 1.000 personas que colmaban el teatro Artime ovacionaron de pie al presidente, le gritaron "te quiero" y le cantaron el "cumpleaños feliz", recordando que Trump cumplió 71 años el miércoles. Lo acompañaron disidentes y activistas célebres, además de políticos locales y veteranos de la fallida invasión de la Bahía de Cochinos en 1961.

Principalmente, la nueva política impide cualquier transacción financiera con el Grupo de Administración de Empresas (GAESA), un holding estatal cubano, que de acuerdo con Washington beneficia directamente a altos jefes de las Fuerzas Armadas. Si bien los sentimientos hacia Trump pueden ser encontrados en un comunidad tradicionalmente conservadora, el apoyo a esta medida en particular es monolítico, porque fuerza a los inversores extranjeros a entenderse directamente con los noveles empresarios en la isla.

Trump también fijó medidas más estrictas para controlar que los estadounidenses que viajen a la isla lo hagan, en efecto, en el marco de las 12 categorías ya implementadas por Obama, ninguna de las cuales incluye el turismo. Pero las relaciones diplomáticas se mantienen y los cubanos conservan su derecho de viajar y enviar remesas.

ENDURECIMIENTO

Trump declaró "cancelado de inmediato el acuerdo" impulsado por Obama, y propuso a Raúl Castro "uno mucho mejor", que condicionó a un listado de tareas básicas resumidas con el nombre de democracia: "Legalización de los partidos, liberación de todos los presos políticos y celebración de elecciones libres, que sean supervisadas internacionalmente".

Esta nueva política no revierte en los hechos el acercamiento iniciado por Washington y La Habana en diciembre del 2014, sino que endurece sus términos. La política de Obama, según el exilio cubano, no fue suficientemente duro, no exigió un mayor respeto a los derechos humanos como condición a la apertura comercial. Uno de los mayores legados políticos del anterior presidente, Obama, fue la apertura de las relaciones diplomáticas con La Habana en el 2015, tras medio siglo de ruptura y desconfianza.

Déjanos tus comentarios en Voiz