Una emblemática iglesia de madera roja llegó el miércoles pasado a su nuevo hogar en la ciudad ártica de Kiruna, en Suecia, tras un traslado de dos días debido a la ampliación de la mina subterránea más grande de Europa. Todo el centro de la urbe está siendo desplazado ante la amenaza de derrumbe que representan las excavaciones cada vez más profundas de la gigantesca mina de hierro de la compañía LKAB.
Kiruna Kyrka, un templo luterano de 672 toneladas inaugurado en 1912 y considerado uno de los edificios más bellos del país, fue transportada cinco kilómetros en remolques especiales, controlados a distancia por un técnico argentino. La compleja y costosa operación comenzó el martes por la mañana y terminó el miércoles sobre las 14:30 (12:30 GMT), avanzando a un ritmo de medio kilómetro por hora. Retransmitida en directo por la televisión, la mudanza concluyó con un espectáculo musical y en los próximos días se realizarán los ajustes finales.
“Todo ha salido increíblemente bien”, declaró el director del proyecto, Roy Griph, a la cadena sueca SVT. El viaje transcurrió sin incidentes para el convoy de 1200 toneladas, pese a algunos pasos estrechos y curvas de 90º, informaron las autoridades. El traslado del templo despertó un gran interés, atrayendo a una gran multitud a esta localidad de 18.000 habitantes.
Incluso el rey Carlos XVI Gustavo participó el miércoles de las festividades e intercambió algunas palabras con el argentino Sebastián Druker, quien controlaba los remolques a distancia con una palanca de mando. Se esperaba que el monarca, de 79 años, estuviese presente en el intento de batir el récord mundial de asistentes a un “kyrkkaffe”, una pausa para tomar café en la iglesia. El proceso de traslado de la ciudad, que comenzó hace casi dos décadas, continuará durante los próximos años, si bien el nuevo centro fue inaugurado oficialmente en septiembre de 2022.
Lea más: Bolsonaro planeó pedir asilo político a Milei en 2024, según la policía brasileña
Críticas
La empresa ofreció compensar económicamente a los afectados, o reconstruir sus casas o edificios. En total, 23 edificios históricos fueron relocalizados, incluida la iglesia. No obstante, muchos residentes están descontentos y critican a la empresa minera, como Magnus Fredriksson y Alex Johansson, presentadores de un podcast sobre noticias locales de Kiruna.
“Quizás LKAB no supo interpretar bien el ambiente cuando destruyó toda la ciudad y luego organizó esta gran fiesta callejera para la gente”, dijo al canal SVT Fredriksson. “Es como si dijeran: ‘Acá tienen un poco de espacio para poner a Kiruna. Ahora vamos a seguir recaudando miles de millones’”, añadió Johansson. LKAB, que extrae hierro a una profundidad de 1365 metros en Kiruna, anunció en 2023 que había descubierto al lado de la mina, el mayor yacimiento conocido de tierras raras de Europa.
Aunque las tierras raras son consideradas esenciales para la transición ecológica, los activistas argumentan que la minería destruye los bosques y lagos vírgenes de la zona, además de perturbar el pastoreo tradicional de renos del pueblo sami de Laponia. Solo el traslado de la iglesia costaría unos 52 millones de dólares. Diseñada por el arquitecto sueco Gustaf Wickman, el templo de 40 metros de altura es una mezcla de influencias e incluye diseños inspirados en los sami.
Fuente: AFP.
Lea también: Controversia en EE. UU.: juez prohíbe exhibir los Diez Mandamientos en las escuelas