Las fuerzas gubernamentales sirias se retiraron de toda la provincia meridional de Sueida, de mayoría drusa, indicaron este jueves a AFP el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) y testigos. La retirada se produjo tras un acuerdo de alto el fuego proclamado el miércoles. El presidente sirio, Ahmed al Sharaa, había anunciado durante la madrugada la entrega de la seguridad en Sueida a “facciones locales” drusas.
La zona fue escenario de enfrentamientos entre esta minoría, beduinos y fuerzas de seguridad, con un saldo de más de 500 muertos desde el domingo. El presidente sirio, Ahmed al Sharaa, anunció durante la madrugada la entrega de la seguridad en Sueida a “facciones locales” drusas.
“Las autoridades sirias retiraron sus fuerzas militares de la ciudad de Sueida y de toda la provincia, y los combatientes drusos se desplegaron”, declaró a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. Miembros de las fuerzas del gobierno afirmaron a un corresponsal de la AFP apostado en las afueras de la provincia de Sueida que recibieron la orden de retirarse poco antes de medianoche y que completaron el repliegue al amanecer.
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Israel intervino
El presidente sirio, Ahmed al Sharaa, delegó el jueves en la minoría drusa el mantenimiento de la seguridad en la ciudad de Sueida después de los enfrentamientos que dejaron cientos de muertos y desembocaron en bombardeos israelíes sobre Damasco. El dirigente islamista argumentó que quería evitar una “guerra abierta” con Israel, que atacó el miércoles la capital siria en supuesta defensa de esta minoría surgida de una rama del chiismo.
“Hemos dado la prioridad al interés de los sirios en vez de al caos y la destrucción”, afirmó el presidente sirio en un discurso televisado en las primeras horas del jueves. Los enfrentamientos estallaron el domingo entre tribus beduinas sunitas y combatientes drusos tras el secuestro de un comerciante de verduras druso en esta ciudad del sur, bastión de esta minoría.
El gobierno sirio desplegó el martes a sus fuerzas en la zona para intentar restablecer el orden, pero un observatorio de la guerra, testigos y grupos locales las acusaron de cometer ejecuciones de civiles y saqueos. Hostil a toda presencia militar siria cerca de su frontera, Israel intervino el miércoles con bombardeos sobre Damasco, uno de ellos sobre el cuartel general del ejército, y otras zonas del país vecino.
Con tal de evitar “una nueva guerra de amplio alcance”, “hemos decidido que las facciones locales y los jeques drusos asuman la responsabilidad del mantenimiento de la seguridad en Sueida”, dijo Sharaa en su discurso.
“Teníamos dos opciones: una guerra abierta con la entidad israelí a expensas de nuestro pueblo druso, de su seguridad y de la estabilidad de Siria y de la región entera, o bien dar a los ancianos y a los jeques drusos la posibilidad de volver a la razón y priorizar el interés nacional”, afirmó.
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“Ejecuciones sumarias”
Este brote de violencia ilustra los retos del gobierno interino de Ahmed al Sharaa, el líder islamista de una coalición de rebeldes sunitas que derrocó al presidente Bashar al Asad en diciembre después de casi 14 años de guerra civil. Los nuevos dirigentes prometieron proteger a las minorías de este diverso país, pero varios episodios de violencia en los últimos meses contra drusos o alauitas (la comunidad a la que pertenecían los Asad) siembran dudas sobre su capacidad de hacerlo.
Repartidos por Líbano, el sur de Siria y el Golán sirio ocupado por Israel, los drusos son una destacada minoría esotérica de Oriente Medio, cuya religión surge del islam chiita. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una oenegé con sede en Reino Unido y una amplia red de fuentes en Siria, estos últimos enfrentamientos dejaron más de 350 muertos, entre ellos 27 civiles víctimas de “ejecuciones sumarias” de las fuerzas de seguridad.
En su discurso, Ahmed al Sharaa prometió hacer “rendir cuentas” por las agresiones contra “nuestro pueblo druso, que está bajo la protección y la responsabilidad del Estado”. “El Estado sirio intervino para poner fin a los enfrentamientos entre los grupos armados de Sueida y las regiones aledañas”, aseguró.
“Salvó a la región”
El líder sirio también condenó a Israel por recurrir a “un ataque a gran escala de instalaciones civiles y gubernamentales” en su país, lo que “provocó una complicación significativa de la situación”. Según él, “la intervención eficaz de la mediación estadounidense, árabe y turca (...) salvó a la región de un destino desconocido”.
El miércoles, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anunció que habían “acordado pasos específicos que pondrán fin a esta situación preocupante y horrible”. Poco después, el ejército sirio anunciaba su retirada de Sueida. Aunque es el principal aliado de Israel, Estados Unidos también ha buscado un acercamiento a las nuevas autoridades sirias a pesar del pasado yihadista de su líder, con quien Donald Trump se reunió en mayo.
Durante el miércoles, Israel bombardeó el cuartel general del ejército sirio, un “objetivo militar” en la zona presidencial, el aeropuerto militar de Mazze cerca de la capital y otras zonas del país. Sus soldados desplegados en los Altos del Golán ocupados también lanzaron gases lacrimógenos para dispersar una multitud de drusos reunidos en la valla fronteriza entre ambos territorios para respaldar a los miembros de su comunidad en Sueida.
“Queremos simplemente ayudar a nuestro pueblo. Queremos ayudar a nuestras familias”, declaró Fayez Chaker. “No podemos hacer nada. Nuestras familias están allí. Mi mujer es de allí, mi madre es de allí, mis tíos son de allí, toda mi familia es de allí”, aseguró. Antes de la guerra civil estallada en 2011, la comunidad drusa en Siria ascendía a 700.000 personas, la mayoría de ellas concentradas en Sueida.
Fuente: AFP.