El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este lunes un memorando que blinda su política de mano dura hacia Cuba, al mantener la prohibición del turismo a la isla militar e impedir transacciones financieras con Gaesa, un conglomerado en poder de los castristas.
Cuba se encuentra bajo un embargo comercial desde hace más de seis décadas que Trump soportó durante su primer mandato (2017-2021) y que volvió a reforzar este lunes al confirmar lo que su jefe de la diplomacia, Marco Rubio, fue desgranando en los últimos meses.
Desde que regresó al poder en enero, el presidente republicano rescindió algunas adoptadas por su predecesor demócrata Joe Biden, quien sacó a Cuba de la lista negra de países patrocinadores del terrorismo para propiciar una liberación de presos políticos.
Con Trump en los últimos meses volvió a esa lista e incluyó a los cubanos entre los ciudadanos a los que restringió la entrada en Estados Unidos.
Biden también rescindió un memorando de 2017 que prohibía algunas transacciones financieras a una lista de entidades cubanas, una decisión que irritó a Rubio principalmente en lo que atañe a Gaesa, un conglomerado perteneciente a las fuerzas armadas cubanas.
La declaración de este lunes “restaura y fortalece la robusta política hacia Cuba del primer mandato del presidente”, afirma la Casa Blanca.
El gobierno “pone fin a las prácticas económicas que benefician desproporcionadamente al gobierno cubano, a las agencias militares, de inteligencia o de seguridad, en detrimento del pueblo cubano”, señala.
Las transacciones financieras directas o indirectas con entidades controladas por el ejército cubano, como Gaesa y sus afiliados, están prohibidas, con excepciones en movimientos que benefician a Estados Unidos o “apoyen al pueblo cubano”.
No al turismo
Destaca otra medida: Trump aplica la prohibición legal del turismo estadounidense a Cuba. Ya estaba prohibido, pero Biden aligeró la política de viajes en algunas categorías.
En adelante los republicanos velarán por su estricto cumplimiento con “auditorías regulares” y la obligación de llevar un registro de todas las transacciones relacionadas con viajes durante al menos cinco años.
En cuanto al embargo económico sobre Cuba, Trump se reafirma en esta política y se opone a los llamados en la ONU y otros foros internacionales para ponerle fin.
También mantiene el fin de la política “pies mojados, pies secos” que entre 1995 y 2017 permitió el ingreso a Estados Unidos de inmigrantes procedentes de la isla tan pronto como pisaron el territorio estadounidense.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, calificó el memorándum de “conducta criminal y violatoria de los #DDHH de toda una nación”, en un mensaje en la red social X en el que usa la abreviatura de derechos humanos.
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Además de que ser “el obstáculo principal” al “desarrollo” de la isla, añadió.
Fuente: AFP