- París, Francia. AFP.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, inicia este jueves una visita a Francia para “fortalecer” la relación y abordar con su par Emmanuel Macron las guerras en Ucrania y Gaza. La primera visita de Estado de un presidente brasileño desde 2012 se produce en plena oposición al acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur en Francia, donde los agricultores llamaron a Macron a reiterar su “firme” rechazo.
La jornada comenzará con una ceremonia en el Hotel de los Inválidos a las 10:05 (8:05 GMT), durante la cual pasarán revista a las tropas, a la que seguirá un almuerzo de trabajo en el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia. Bajo los oros de este palacio, el presidente francés y su esposa Brigitte Macron darán en la noche un banquete en honor del dirigente brasileño, que viajó acompañado de su mujer Rosângela Lula da Silva.
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“Voz de peso”
Francia y Brasil lanzaron en 2006 una asociación estratégica, con el conservador Jacques Chirac y Lula en el poder, que se enfrió a partir de 2016 y, sobre todo, durante el mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2023).
La vuelta del izquierdista al poder relanzó la relación y, en marzo de 2024, Macron viajó al gigante latinoamericano, donde visitó la Amazonía con su par brasileño y los astilleros que construyen para Brasil los submarinos franceses de tipo Scorpène. Lula busca ahora “fortalecer” aún más la relación con acuerdos de cooperación en áreas como “el medio ambiente, tecnología, defensa, energía y salud”, escribió el mandatario en la red social X. Pero esta supera el ámbito bilateral.
El regreso de Donald Trump generó una guerra comercial con sus aranceles y sacudió el tablero mundial, especialmente la relación con sus tradicionales aliados de Europa en plena guerra en Ucrania. Y “en el contexto actual”, “es muy importante poder encontrar convergencias con Brasil, un gran Estado emergente”, con una “voz de peso en América Latina y el resto del mundo”, subrayó la presidencia francesa.
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Ucrania y Gaza
Lula ejerce actualmente la presidencia pro témpore del grupo de países emergentes Brics, que celebrará en julio su cumbre en Rio de Janeiro, y Francia espera que Brasil movilice su fuerza diplomática en los casos de Ucrania y Gaza. Francia espera que influya en el resultado de la conferencia que organiza junto a Arabia Saudita en la ONU a mediados de junio y que busca impulsar una solución política al conflicto israelo-palestino.
“No habrá paz mientras no se tenga conciencia de que el pueblo palestino tiene derecho a su Estado”, aseguró el martes el presidente izquierdista brasileño, quien reiteró que “lo que ocurre en la Franja de Gaza es un genocidio”.
Sobre Ucrania, Francia planea presentarle un resumen de la situación, con “una parte agredida que está dispuesta a la paz, y otra parte, el agresor, que rechaza cualquier propuesta de paz o diálogo”. Brasil sigue manteniendo buenas relaciones con Rusia, país que Lula visitó el 9 de mayo cuando participó en Moscú de las conmemoraciones de la victoria sobre la Alemania nazi, donde fue recibido por el presidente ruso, Vladimir Putin.
Mercosur
El acuerdo comercial UE-Mercosur, al que se opone Francia en “su forma actual”, planeará durante la visita. El miércoles, los profesionales del sector mantuvieron la presión e instaron a Macron a reafirmar su rechazo ante Lula. “Es realmente un grito de alarma que lanzamos para poder trabajar y garantizar ingresos decentes”, dijo Alain Carre, de la asociación de productores de remolacha y azúcar AIBS.
Francia lidera el grupo de países europeos reticentes a firmar el acuerdo, pero la presión crece en el seno de la UE para aprobarlo como una medida para aliviar el impacto de los aranceles de Trump. Una baza que Brasil busca jugar.
Además, “para la UE existe una estrategia para asegurar sus suministros de productos mineros”, claves para la transición energética, y Brasil y Argentina cuenta con “bauxita, litio y grafito”, explicó el miércoles el economista Thierry Pouch. La visita de cinco días de Lula también incluye su participación en la cumbre de la ONU sobre los océanos, que arrancará el lunes en Niza meses antes de la próxima cumbre de la ONU clima prevista en Brasil (COP30).