Pasó lo impensable. Se repitió el crimen de Villa Crespo, pero esta vez no fue la mamá la asesina. Un padre de familia, que estaba bajo tratamiento psiquiátrico, asesinó a su esposa de una puñalada en el comedor de su vivienda de Tres Arroyos, Buenos Aires.

Luego, el hombre alzó a su hijo de 3 años en el vehículo y fueron al colegio a buscar al mayor, de 10 años. Condujo con ellos por la Ruta Nacional 228 e intentó estrellar su vehículo para matarlos y matarse.

No lo logró, así que estacionó en un esteral, bajó a sus hijos del vehículo y los ahogó en una zanja. Luego, de acuerdo a las investigaciones, el hombre buscó conseguir un arma para acabar con su vida, pero tampoco lo logró.

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Llegó hasta una propiedad, pidió agua y un arma, pero se le negó. Entonces, volvió a la ruta y allí se tiró frente a un camión de gran porte para acabar con su vida.

Se trata de Fernando Dellarciprete, un hombre de 40 años que trabajaba como camionero y se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico.

Sus víctimas fueron su esposa, Rocío Villareal, de 34 años, y sus hijos, Tiziano y Francesco, de 3 y 10 años respectivamente. Ambos fallecieron por asfixia por sumersión, sin signos de defensa, de acuerdo a la autopsia. En el caso de Rocío, está previsto realizarse hoy.

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Importancia de la salud mental

Esta tragedia familiar evidencia la importancia de la salud mental en el mundo. En Paraguay, para acceder a cualquier información relacionada, comunicarse con la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, al correo saludmental@mspbs.gov.py, al 0212374514 o acudir hasta la sede ubicada sobre Brasil entre Manuel Domínguez y Fulgencio R. Moreno.

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