Una fotografía difundida por la Diócesis de Chiclayo el 9 de mayo de 2025 muestra al Papa León XIV, cuando era obispo de Chiclayo, cabalgando en las montañas de Incahuasi, cerca de Chiclayo. Foto: Diócesis de Chiclayo/AFP
León XIV denuncia el declive de la fe en favor del “dinero” o el “poder”
Compartir en redes
Fuente: AFP
León XIV denunció este viernes el declive de la fe en favor del “dinero”, el “poder o el placer” en la primera misa de su pontificado, cuando el mundo escruta de cerca sus primeros pasos para saber qué papa será.
El segundo pontífice de las Américas, nacido en Estados Unidos hace 69 años y nacionalizado peruano, se vistió la víspera de blanco papal al término de dos días de cónclave y su entronización será el 18 de mayo.
En el mismo escenario de su elección, la Capilla Sixtina, el papa denunció que en “muchos contextos” se antepone la fe a “otras seguridades distintas a la que ella propone, como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer”
La Iglesia debe ser “arca de salvación que navega a través de la historia, faro que ilumina las noches del mundo”, agregó el líder espiritual de 1.400 millones de católicos en el mundo.
Ante los cardenales que lo eligieron, este antiguo misionero en Perú advirtió contra la tentación de reducir la figura de Jesús a la de un “líder carismático” o “superhombre” en un aparente mensaje a cristianos evangélicos.
Sus primeros pasos son seguidos de cerca. Aunque su elección se considera como una señal de continuidad con el papado de Francisco, también se espera que sea un papa más formal en las cuestiones litúrgicas.
“Buscábamos a alguien que siguiera los pasos de Francisco, pero (...) creo que el papa León XIV no será una fotocopia” suya, dijo el cardenal estadounidense Robert W. McElroy.
A diferencia de su predecesor, León XIV vistió durante su presentación ante los fieles en la basílica de San Pedro la estola papal, pero calzó como el jesuita argentina zapatos negros --y no los tradicionales rojos papales--.
De Chicago a Chiclayo
Su elección como 267º papa de la Iglesia continuó sorprendiendo este viernes a los fieles en la plaza vaticana de San Pedro y en otros lugares del mundo.
“Los cardenales hicieron una muy buena elección”, aseguró a AFP Barbara Boterberch, una creyente austríaca, en Jerusalén, destacando que su historia lo convierte en un papa “inmigrante”.
Robert Francis Prevost nació en Chicago en 1955 en el seno de una familia con orígenes en varios países como España y Francia, y en 2015 obtuvo también la nacionalidad de Perú, donde ejerció de misionero y de obispo en Chiclayo.
La defensa de los migrantes fue una constante durante el pontificado de su predecesor argentino. Meses atrás cuando aún era sólo el cardenal Prevost, el nuevo papa criticó la política migratoria del Estados Unidos de Donald Trump.
Pero según la prensa italiana, fue el cardenal Timothy Dolan, “el hombre del presidente Donald Trump en el Vaticano”, quien negoció sus apoyos en el cónclave, como ya hiciera en 2013 con la elección de Francisco.
En esta ocasión, los purpurados de Estados Unidos formaron un bloque y Prevost recibió también el apoyo de África y Asia, así como finalmente de quien figuraba como gran favorito, el italiano Petro Parolin, según la prensa.
“Llamado a la paz”
León XIV asume una Iglesia que enfrenta numerosos desafíos como la crisis de vocaciones, el papel de las mujeres y los casos de agresiones sexuales en la Iglesia.
Las asociaciones de víctimas de estos abusos, como SNAP y Bishop Accountability, acogieron con preocupación su nombramiento, al estimar que en el pasado mantuvo el secreto de los casos que supervisó.
A estos problemas internos se suman los numerosos conflictos en el mundo, el aumento de los gobiernos populistas y la crisis climática que se agrava.
Su elección tuvo lugar además en el mayor y más internacional cónclave de la historia de la Iglesia, que reunió en la Capilla Sixtina a 133 cardenales electores procedentes de unos 70 países.
En su primer discurso como papa el jueves, hizo un “llamado a la paz” a “todos los pueblos” y pidió “construir puentes” a través del “diálogo”.
La elección de León XIV y sus palabras generaron una oleada de felicitaciones y elogios por parte de líderes internacionales, de Estados Unidos a Colombia, pasando por México, Ucrania, Rusia o España.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este viernes que lo invitará a su país, que Francisco visitó en 2016.
Entronización: 18 de mayo
Los próximos pasos del nuevo pontífice lo llevarán a impartir la bendición Regina Coeli el domingo desde la plaza de San Pedro, antes de recibir a la prensa en una audiencia el lunes.
Sin embargo, el otro acontecimiento clave de su llegada al trono de San Pedro será su entronización el 18 de mayo con una misa, que se suele celebrar ante líderes políticos y religiosos de todo el mundo.
El primer papa llamado León desde 1903 llega al trono de San Pedro con una inclinación pastoral, perspectiva global y capacidad para gobernar la curia vaticana, y una reputación de moderado y constructor de puentes.
La elección de su nombre papal, en un aparente homenaje a León XIII (1878-1903), indica para los expertos la “marca social” que pretende dar a su pontificado.
León XIV inició su pontificado y llamó a construir un nuevo mundo
Compartir en redes
AFP
El papa León XIV dio inicio oficialmente a su pontificado durante la ceremonia de entronización, donde recibió los principales símbolos del poder pontificio: el palio, el báculo y el anillo del Pescador.
El acto oficial se desarrolló ayer domingo ante la atenta mirada de una multitud en la plaza de San Pedro, donde asistieron autoridades y líderes de unas 156 naciones, incluida la delegación de Paraguay, que está encabezada por el presidente Santiago Peña, la primera dama Leticia Ocampos, y el titular de Diputados, Raúl Latorre.
La misa de inauguración del pontificado de León XIV comenzó el domingo poco después de las 10H00 hora local (08H00 GMT) en la plaza de San Pedro del Vaticano, en presencia de decenas de miles de fieles y de más de 150 delegaciones extranjeras.
El acto oficial se desarrolló ayer domingo ante la atenta mirada de una multitud en la plaza de San Pedro.FOTO: AFP
Tras rezar ante la tumba de San Pedro, Robert Francis Prevost, el primer papa estadounidense entró en procesión con los patriarcas de las iglesias católicas orientales en la explanada de la plaza, ante una multitud de fieles y de dirigentes extranjeros, como el vicepresidente estadounidense JD Vance y varios mandatarios latinoamericanos.
Tras haber visitado la tumba de San Pedro, ubicada bajo el altar de la basílica que lleva su nombre, León XIV se desplazó en procesión hasta la plaza para la misa, oficiada en varias lenguas.
Las autoridades italianas dispusieron unas medidas de seguridad drásticas para esta ceremonia, como ya habían hecho para el funeral de Francisco, el 26 de abril.
Antes de la misa, el líder de 1.400 millones de católicos recorrió en el papamóvil la plaza de San Pedro para saludar a la multitud.
Durante una ceremonia rica en ritos y símbolos, León XIV recibió los emblemas papales: el palio, una prenda que pende de los hombros y luce sobre la casulla, y el anillo del pescador, que se forja de manera especial para cada pontífice, y debe ser destruido a su muerte.
El papa recalcó su “gratitud”, insistió en la “unidad” de la Iglesia y abogó por la “caridad”.
MENSAJE DE ORIENTACIÓN SOCIAL
Robert Francis Prevost confirmó la orientación social que pretende dar a su pontificado, tras haber elegido su nombre en honor a León XIII (1878-1903), padre de la doctrina social de la Iglesia, que denunció la explotación de la clase obrera a finales del siglo XIX.
León XIV marcó la pauta de su pontificado este domingo al denunciar una economía que explota la naturaleza y margina a los pobres, en una misa ante miles de personas, incluyendo al vicepresidente estadounidense JD Vance, la presidente peruana Dina Boluarte y varios otros mandatarios latinoamericanos.
Diez días después de su elección, el primer papa peruano-estadounidense destacó los valores de la paz y la unidad en una ceremonia a la que asistieron 200.000 personas, según las autoridades italianas.
“MÁS PESO” SOBRE SUS HOMBROS
La elección de León XIV, nacido en Chicago, generó entusiasmo en Estados Unidos, que envió a la ceremonia al vicepresidente JD Vance, convertido al catolicismo en 2019, y el secretario de Estado Marco Rubio, de origen cubano y también católico.
JD Vance intercambió el domingo un breve apretón de manos con el nuevo papa, pero no se le concedió una audiencia privada. “Estados Unidos está muy orgulloso de él (...) y nuestras oraciones le acompañan en el inicio de su importantísima misión”, afirmó.
El papa también hizo un llamado a “construir un mundo nuevo donde reine la paz”, un mensaje con especial resonancia en presencia del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien recibió en audiencia privada tras la ceremonia, y del presidente israelí, Isaac Herzog.
Sophia Tripp, una estadounidense de 20 años que estudia en Chicago, auguró que el nuevo pontífice tendrá “más peso (sobre sus hombros) porque es estadounidense”.
“Creo que habrá más ojos puestos en él, quizá críticos, debido a su origen”, apuntó.
A la misa asistieron también los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Daniel Noboa, y Paraguay, Santiago Peña.
Entre los demás invitados destacados estuvo el nuevo jefe del gobierno alemán, Friedrich Merz, y los reyes de España, Felipe y Letizia.
DEFENSA DE LAS POSICIONES TRADICIONALES DE LA IGLESIA CATÓLICA
El papa León XIV reafirmó su compromiso social, llamó a luchar contra las “desigualdades globales” y las “condiciones indignas de trabajo”, e hizo referencia a su propia historia migratoria, durante su primer encuentro con los embajadores acreditados ante el Vaticano. El nuevo pontífice, nacido en Estados Unidos y nacionalizado peruano, pidió “remediar las desigualdades globales que trazan surcos profundos de opulencia e indigencia entre continentes, países e, incluso, dentro de las mismas sociedades”. “La Santa Sede no puede eximirse de hacer sentir su propia voz ante los numerosos desequilibrios y las injusticias que conducen, entre otras cosas, a condiciones indignas de trabajo y a sociedades cada vez más fragmentadas y conflictivas”, añadió el papa, durante el encuentro en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
Robert Francis Prevost, hijo de un padre de origen italiano y francés y madre de origen español, pidió que se protegiera “la dignidad de cada persona”, desde “el niño por nacer hasta el anciano, desde el enfermo al desocupado, sean estos ciudadanos o inmigrantes”. En su discurso, hizo hincapié en la “familia, fundada sobre la unión estable entre el hombre y la mujer” y defendió las posiciones tradicionales de la Iglesia católica sobre el matrimonio y el aborto.
León XIV concedió audiencias privadas a Boluarte y Zelenski
Compartir en redes
Ciudad del Vaticano, Santa Sede. AFP.
El papa León XIV recibió este domingo en audiencia en el Vaticano a la presidenta peruana, Dina Boluarte, con quien hablaron del “bienestar” del país donde sirvió gran parte de su sacerdocio, informaron la oficina de la mandataria y la Santa Sede. El nuevo obispo de Roma, Robert Francis Prevost, de 69 años, es oriundo de Chicago y vivió más de dos décadas en Perú, país del que obtuvo la nacionalidad. En Perú, fue misionero y obispo de Chiclayo, en el norte del país.
El encuentro tuvo lugar antes de la misa inaugural del sumo pontífice en la plaza de San Pedro, en la que Boluarte estuvo sentada durante la ceremonia junto al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance. “Previo a la entronización del papa León XIV, la presidenta Dina Boluarte Zegarra y el sumo pontífice sostuvieron una audiencia extraordinaria en la sacristía de la Basílica de San Pedro, donde dialogaron sobre el bienestar de todos los peruanos”, indicó la Presidencia peruana en su cuenta de la red social X.
La Santa Sede informó del encuentro en un escueto comunicado.
El papa le dio la “bienvenida” a Roma y Boluarte le transmitió el “saludo y el cariño de la diócesis de Chiclayo”.
En su misa inaugural, León XIV marcó la pauta del enfoque social que quiere dar a su pontificado, al denunciar “un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres”.
Además de Boluarte, a la ceremonia asistieron los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Daniel Noboa, y Paraguay, Santiago Peña.
Entre los demás invitados destacados figuraban el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski; el nuevo jefe del gobierno alemán, Friedrich Merz; el presidente israelí, Isaac Herzog, y los reyes de España, Felipe y Letizia.
El papa León XIV recibió el domingo en audiencia privada al presidente ucraniano Volodimir Zelenski y su esposa Olena Zelenska, poco después que en la Plaza de San Pedro hablara de una “Ucrania martirizada” que espera “negociaciones para una paz justa y duradera”.
“Gracias por la paciencia en la espera. Tenía que saludar a todas las delegaciones” que asistieron a la misa inaugural del pontificado, les dijo el Papa en el video difundido por el Vaticano tras su visita, durante la cual se intercambiaron regalos como parte del protocolo.
“Ucrania espera finalmente negociaciones para una paz justa y duradera”, había declarado el papa en la plaza de San Pedro al final de la misa que marcó el inicio de su pontificado, en presencia de una multitud de jefes de Estado.
El presidente ucraniano, en un mensaje publicado en Telegram, dijo estar “agradecido por las palabras especiales” del pontífice.
“Todo país merece vivir en paz y seguridad”, afirmó Zelenski.
El predecesor de León XIV, el papa Francisco, había abogado incansablemente por la paz en Ucrania.
Rusia lanzó durante la noche del sábado un ataque con un número récord de drones contra muchas regiones de Ucrania, incluida la capital Kiev, dos días después de las primeras conversaciones de paz desde 2022 que no llegaron a una tregua.
León XIV también mencionó en el oficio religioso del domingo la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza, debido a los bombardeos y el bloqueo de la ayuda humanitaria al territorio por parte de Israel como parte de su ofensiva contra Hamás.
“No podemos olvidar a los hermanos y hermanas que sufren a causa de la guerra. En Gaza, los niños, las familias, las personas mayores que sobreviven sufren de hambre”, dijo el papa.
Después del bloqueo de negociaciones para prolongar una tregua que duró dos meses, Israel reanudó el 18 de marzo sus bombardeos en la Franja de Gaza. Además, desde el 2 de marzo, bloquea la entrada de cualquier ayuda humanitaria vital para la población del territorio.
Con crítica a los excesos del capitalismo, León XIV inicia su pontificado
Compartir en redes
Ciudad del Vaticano, Santa Sede. AFP.
León XIV marcó la pauta de su pontificado este domingo al denunciar una economía que explota la naturaleza y margina a los pobres, en una misa ante miles de personas, incluyendo al vicepresidente estadounidense JD Vance, la presidente peruana Dina Boluarte y varios otros mandatarios latinoamericanos.
Diez días después de su elección, el primer papa peruano-estadounidense destacó los valores de la paz y la unidad en una ceremonia a la que asistieron 200.000 personas, según las autoridades italianas.
“En nuestro tiempo, vemos aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres”, criticó.
Robert Francis Prevost confirmó la orientación social que pretende dar a su pontificado, tras haber elegido su nombre en honor a León XIII (1878-1903), padre de la doctrina social de la Iglesia, que denunció la explotación de la clase obrera a finales del siglo XIX.
El nuevo obispo de Roma, de 69 años, que vivió más de dos décadas en Perú como misionero y obispo en Chiclayo, se reunió antes de la misa con la presidenta Boluarte, con quien hablaron del “bienestar” de los peruanos.
Durante una ceremonia rica en ritos y símbolos, León XIV recibió los emblemas papales: el palio, una prenda que pende de los hombros y luce sobre la casulla, y el anillo del pescador, que se forja de manera especial para cada pontífice, y debe ser destruido a su muerte.
El papa recalcó su “gratitud”, insistió en la “unidad” de la Iglesia y abogó por la “caridad”.
Antes de la misa, el líder de 1.400 millones de católicos recorrió en el papamóvil la plaza de San Pedro para saludar a la multitud.
Inacia Lisboa, una mujer originaria de Cabo Verde de 71 años que vive en Roma, relató que se levantó “al amanecer para ver al nuevo papa”, que afirma que ya tiene un espacio en su corazón.
La elección de León XIV, nacido en Chicago, generó entusiasmo en Estados Unidos, que envió a la ceremonia al vicepresidente JD Vance, convertido al catolicismo en 2019, y el secretario de Estado Marco Rubio, de origen cubano y también católico.
JD Vance intercambió el domingo un breve apretón de manos con el nuevo papa, pero no se le concedió una audiencia privada. “Estados Unidos está muy orgulloso de él (...) y nuestras oraciones le acompañan en el inicio de su importantísima misión”, afirmó.
Antes de ser papa, Prevost criticó en su cuenta personal en X al gobierno de Donald Trump por su política migratoria, así como a Vance, pero luego esos mensajes fueron borrados.
El papa también hizo un llamado a “construir un mundo nuevo donde reine la paz”, un mensaje con especial resonancia en presencia del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a quien recibió en audiencia privada tras la ceremonia, y del presidente israelí, Isaac Herzog.
Al final de la misa, habló de la “martirizada” Ucrania, a la espera de “negociaciones para una paz justa y duradera”, y de Gaza, donde “los niños, las familias y los ancianos que sobreviven pasan hambre”.
Sophia Tripp, una estadounidense de 20 años que estudia en Chicago, auguró que el nuevo pontífice tendrá “más peso (sobre sus hombros) porque es estadounidense”.
“Creo que habrá más ojos puestos en él, quizá críticos, debido a su origen”, apuntó.
A la misa asistieron también los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Daniel Noboa, y Paraguay, Santiago Peña.
Entre los demás invitados destacados estuvo el nuevo jefe del gobierno alemán, Friedrich Merz y los reyes de España, Felipe y Letizia.
Tras haber visitado la tumba de San Pedro, ubicada bajo el altar de la basílica que lleva su nombre, León XIV se desplazó en procesión hasta la plaza para la misa, oficiada en varias lenguas.
Las autoridades italianas dispusieron unas medidas de seguridad drásticas para esta ceremonia, como ya habían hecho para el funeral de Francisco, el 26 de abril.
Durante su primera semana como papa, León XIV insistió en su compromiso social y pidió luchar contra las “desigualdades mundiales” y las “condiciones de trabajo indignas”, al tiempo que defendió su visión de la “familia basada en la unión estable de un hombre y una mujer”.
León XIV, sucesor del carismático Francisco, hereda una Iglesia vapuleada por los incesantes escándalos de abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes y otros temas candentes como la posición de las mujeres en la Iglesia, el celibato de los sacerdotes y las finanzas de la Santa Sede.
“Solo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres”, sostiene el papa León XIV y exhorta a “promover una comunicación que nos ayude a salir de la torre de Babel”
Con el ejemplo de Babel, el nuevo pontífice intentó decir que otra comunicación es posible y necesaria, y exhortó a terminar con la desorientación que puede conducir a la violencia de las guerras.
Tal vez sean estos tiempos de confusión. ¿Por qué no? De tanta confusión como tal vez desde milenios la humanidad –nunca antes– se ha percibido tan confundida. Sobre ello, casi con seguridad, habrán de intentar operar los llamados –y autopercibidos– conservadores que, con herramientas y técnicas novedosas, serán críticos de todo aquello que incomprendan y, desde la ignorancia (y el temor), habrán de denunciar conspiraciones, proferirán amenazas y anunciarán debacles y hasta invasiones bárbaras cuando, en verdad, son oleadas de migrantes en procura de mejores condiciones de vida.
Lo de siempre, siempre. Y, como siempre también, multiplicidad de voces que se hacen oír y que consiguen incrementar la confusión. Siento que la palabra –con todo su poder– está en crisis. Aunque, tal vez, sea injusto cargar a la palabra con tal responsabilidad cuando, casi con seguridad, el discurso que resulta del enhebrar una palabra con otra es el que pierde peso social y todo parece ser irrecuperable. Así lo pintan, aunque la vida es bella.
De allí que hasta la explicación de lo más simple parece ser inútil. Al menos, cuando se intenta acotar la confusión y no incrementarla. “Solo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres”, dijo el lunes pasado –muy temprano, incluso para el Vaticano– el flamante papa León XIV (69).
Fue en el transcurso de su primer encuentro con periodistas y comunicadores que hasta allí llegaron para cubrir el cónclave y con los vaticanistas que en cada uno de sus días profesionales trajinan la pequeña geografía de ese diminuto país tan particular como lo es el Vatica
RETO
El pontífice señaló también que “unos de los retos más importantes (para comunicadoras y comunicadores) es promover una comunicación que nos ayude a salir de la ‘torre de Babel’ en la que a veces nos encontramos, de la confusión de lenguas sin amor, muchas veces ideológicas o sesgadas”.
Destacó luego la importancia de “las palabras que (las y los periodistas) utilizan y el estilo que adoptan” para expresarse porque “la comunicación, de hecho, no es solo transmisión de información, sino creación de una cultura, de entornos humanos y digitales que se convierten en espacios de diálogo y de confrontación”.
Comunicar nunca es inocuo. Siempre produce sentido. El papa –con mirada y palabra crítica– interpela desde Babel. Su preocupación es grande. En el libro del Génesis –uno de los primeros de la Biblia–, entre los versículos 11:1-9, se cuenta que “en ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. (Porque) al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar (Babilonia) y allí se establecieron”.
Ese libro sagrado detalla que “un día se dijeron unos a otros: ‘Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos al fuego’” y, “‘construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. (Porque) De ese modo, nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda
la tierra’”. Momento histórico crucial. Un solo territorio, un solo edificio, un solo idioma, para una sola sociedad que daba la espalda a la riqueza de la diversidad. ¡El sueño de todo autócrata!
Y es en ese punto cuando – según el relato bíblico– “el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo” y luego de ver que “todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma (dijo) será mejor que bajemos a confundir su idioma para que ya no se entiendan (solo) entre ellos mismos”. En consecuencia y, tal vez, para evitar el discurso único, “el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra (y) dejaron de construir la ciudad” a la que “se le llamó Babel”, que como verbo en hebreo significa “confundir”.
LA VERDAD DEL AMOR
Ese mismo lunes, el líder de la Iglesia Universal recordó también que Jesús, en el sermón de la montaña, proclamó: “Bienaventurados los que trabajan por la paz” y, con claridad, señaló que quienes ejercemos el oficio de periodistas tenemos “el compromiso de llevar adelante una comunicación distinta, que no busque a toda costa el consenso, (que) no se vista de palabras agresivas, (que) no abrace el modelo de la competición y no separe nunca la búsqueda de la verdad del amor”.
El silencio de quienes lo escuchaban en el salón Paulo VI del Vaticano era total. ¿Por qué nos habla de esto? El pontífice continuó: “La paz comienza con cada uno de nosotros. Desde la manera en que miramos a los demás, escuchamos a los demás, hablamos a los demás; y, en este sentido, la manera en que nos comunicamos es de fundamental importancia (y) debemos decir ‘no’ a la guerra de palabras e imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra”.
¡Iba a fondo! Y quiero creer que no solo hizo foco sobre las acciones comunicacionales de las y los periodistas. También apuntó hacia la comunicación informal, reticular que circula en el ecosistema digital en la que no hay moderación alguna ni, mucho menos, estándares de validación para conocer lo verdadero o falso de cada mensaje.
León XIV pidió “también la liberación de los periodistas encarcelados”. Y aseguró que “la Iglesia reconoce (…) la valentía de quienes defienden la dignidad, la justicia y el derecho de los pueblos a ser informados, porque solo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres” y, por si no fuera suficiente, exhortó para “que nunca nos rindamos ante la mediocridad” que subyace en el discurso neorreaccionario que impulsa la llamada oligarquía tecnológica.
NECESIDAD MÁS NECESARIA
De allí que el preocupado pontífice admite que “mirando la evolución de la tecnología en su conjunto, esta misión (la de comunicar) se ha desviado de la necesidad más necesaria”. Y desde esa perspectiva – me atrevo a pensar– que hace pública su preocupación más profunda “pensando, en particular, en toda inteligencia artificial con su inmenso potencial, que exige, sin embargo, responsabilidad y discernimiento para orientar los instrumentos al bien de todos, para que puedan producir beneficios para la humanidad” y advierte que “esta responsabilidad concierne a todos, en proporción a la edad y al rol social”.
Alguna vez, don Eduardo Galeano (1940-2015), maestro de periodistas y escritor, mientras compartíamos un café en El Brasilero, en el 1447 de la calle Ituzaingó, en Montevideo –siempre en mi corazón– no dudó en sostener que “los medios de comunicación de la era electrónica al servicio de la incomunicación humana están imponiendo la adoración unánime de los valores de la riqueza”.
“Jamás la tecnología de las comunicaciones estuvo tan perfeccionada y, sin embargo, nuestro mundo se parece cada día más a un reino de mudos”, observa Eduardo Galeano
Con el tiempo, palabra más palabra menos, escribió para siempre aquellas lúcidas percepciones. “Jamás la tecnología de las comunicaciones estuvo tan perfeccionada; y sin embargo nuestro mundo se parece cada día más a un reino de mudos”, agregó aquella tarde inolvidable.
Creo que encuentro coincidencias entre los sentires y decires de Galeano cuando aquella tardecita rioplatense y las palabras de León XIV en la mañana vaticana. Pero no solo allí ni en ellos convergen las preocupaciones. No.
TSUNAMI DE DATOS
Byung-Chul Han (66) recibió un puñado de días atrás el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. Nativo de Seúl, capital de Corea del Sur, un pueblo en guerra, aunque no lo parece, porque desde el 27 de julio de 1953, por un Acuerdo de Armisticio que se firmó en Panmunjom, disfrutan de una paz incompleta. De hecho y desde entonces, una franja de 4 kilómetros de ancho y 250 kilómetros de largo mantiene a ese pueblo separado de sus hermanos del norte arrinconados contra la llamada “tierra de nadie” apremiados por un autócrata hereditario.
Tal vez por esa junto con otras razones, Byung-Chul Han –filósofo, teólogo católico y prolífico ensayista– después de estudiar en las Universidades de Corea, en la de Múnich y en la de Friburgo, migró a Berlín, donde se estableció y da clases en la Universidad de las Artes de esa ciudad. Es un académico notable. Disfruto leerlo y mucho más cuando intento discernirlo. Asumo sus reflexiones como emergentes de una especie de ánfora de Pandora cuyas fuerzas imparables todo lo trastocan y me conducen a conclusiones inesperadas.
“La digitalización avanza inexorablemente. Aturdidos por el frenesí de la comunicación y la información (...) La inteligencia artificial no razona, sino que computa”, advierte Byung-Chul Han
Desde esas perspectivas múltiples –y, multiculturales– Byung-Chul Han mira, analiza, reflexiona y dice con escritos breves, concisos, críticos y contundentes. Claramente, en ellos se percibe que ante sus ojos desfilaron, entre otros, Hegel, Foucault, Arend, Baumaun, pero en sus pensamientos también tienen enorme peso sus observaciones sobre el terreno.
“La digitalización avanza inexorablemente. Aturdidos por el frenesí de la comunicación y la información, nos sentimos impotentes ante el tsunami de datos que despliega fuerzas destructivas y deformantes”, advierte. “Los bots difunden noticias falsas y discursos de odio e influyen en la formación de la opinión pública”, agrega.
“La inteligencia artificial no razona, sino que computa. Los algoritmos sustituyen a los argumentos. Los argumentos pueden mejorarse en el proceso discursivo. Los algoritmos, en cambio, se optimizan continuamente en el proceso maquinal. Esto les permite corregir sus errores de forma independiente. La racionalidad digital sustituye el aprendizaje discursivo por el machine learning. Los algoritmos imitan así los argumentos”, añade.
MANDATO DIVINO
“La tierra de Babel”, llama don Manuel-Reyes Mate Rupérez (83) a su más reciente trabajo. No es casual. Aborda en él – como el relato bíblico al que hiciera mención León XIV– “el momento en el que una humanidad desorientada” busca su destino “desoyendo el mandato divino de poblar la tierra”.
En esa obra –publicada por Trotta Editorial y que recomiendo leer–, Reyes Mate da cuenta de que “George Steiner, alguien que se conoce al dedillo cada rincón de la ciudad de la gran torre”, asegura que la actitud de Yahvé fue “un regalo y una bendición incalculable” porque lo que al Señor “le resulta intolerable es que la humanidad se recluyera en una ciudad, en lugar de hacerse cargo de toda la tierra y, sobre todo, que fuera ‘de un mismo lenguaje e idénticas palabras’”.
POLIFONÍA
Con esa mirada, don Manuel explica que “Steiner pone su atención en la sustitución del monolingüismo imperante (en la Babel de Babilonia) por una pluralidad de lenguas que inaugura un tiempo realmente humano (porque) la humanidad del ser humano tiene que ver con pluralidad de lenguas y ocupación de la tierra en su conjunto. (Y) Babel instaura, en efecto, la ‘polifonía de la diversidad’ de lenguas y pueblos, con un añadido que se suele pasar por alto, a saber, que ‘Yahvé les desperdigó por toda la faz de la tierra y dejaron de edificar la ciudad’”.
“La humanidad del ser humano
tiene que ver con la pluralidad de lenguas y la ocupación de la tierra en su conjunto”, sostiene Manuel-Reyes Mate Rupérez en su obra “Tierra de Babel”
Con precisión magistral, Reyes Mate discierne que Babel fue un punto de inflexión. “De la ciudad al campo abierto; del territorio a las afueras; del impulso totalitario al riesgo de la diversidad. De la tierra de Babel a la universalidad de la diferencia” porque “en el relato bíblico se dibujan dos concepciones bien diferentes de la humanidad del hombre: una, monolítica, que se refugia en la ciudad y se alimenta de un solo lenguaje; (y) otra que parte de la diversidad y se pone en camino hacia los cuatro puntos cardinales”.
En síntesis, da paso a “dos modelos civilizatorios: uno, caracterizado por la polis y la pertenencia; el otro, por el vasto mundo y la diáspora”.
León XIV ante periodistas y comunicadores fue más allá del saludo formal. Con el ejemplo de Babel intentó decir que otra comunicación es posible y necesaria, y exhortó a terminar con la desorientación que puede conducir a la violencia de las guerras.
Destacó la riqueza de la diversidad, la importancia del cuidado de la casa común y expresó un rotundo no a la guerra. Claramente, el papa León XIV no solo habló para periodistas y comunicadores.