- Fuente: AFP
El presidente chino Xi Jinping visitará Rusia del 7 al 10 de mayo, anunció el domingo el Kremlin, y participará junto a su homólogo ruso Vladimir Putin en las celebraciones de los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial.
El Kremlin señaló también que Xi participará en conversaciones bilaterales sobre el “desarrollo de las relaciones de asociación global” y sobre “los problemas actuales en la agenda internacional y regional”.
Las fechas de la visita de Xi coinciden con las de una tregua de tres días (8 al 10 de mayo) en la guerra en Ucrania propuesta por Putin. En Kiev, esta tregua es vista como una manera de evitar ataques ucranianos que pudieran perturbar las ceremonias.
China se presenta como parte neutral y posible mediadora en el conflicto de Ucrania, pero sigue siendo un aliado político y económico clave de Rusia.
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El presidente ucraniano Volodimir Zelenski consideró que esta breve tregua no es más que “un gesto teatral” de Putin.
“Es imposible entenderse acerca de algo en tres, cinco o siete días (...) Es imposible encontrar un plan con el que establecer las siguientes etapas para terminar la guerra. No me parece serio”, dijo Zelenski el viernes a un grupo de medios, entre ellos AFP.
“Nadie ayudará a Putin a jugar este tipo de juego para darle una atmósfera agradable a su salida del aislamiento el 9 de mayo, y poner en confianza y seguridad a sus dirigentes, amigos y socios que irán a la Plaza Roja”, agregó.
Este año se prevé que una veintena de dirigentes acompañen a Putin en las celebraciones del 9 de mayo en Moscú.
Entre ellos figuran el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. También se espera la presencia de dirigentes de países socios como Bielorrusia, Cuba, Venezuela y Kazajistán.
Zelenski subrayó que no se puede garantizar “la seguridad” de los dirigentes presentes. “No sabemos lo que hará Rusia (...) Podría tomar distintas medidas, como incendios o explosiones, para luego acusarnos”, planteó.
Ucrania bombardea objetivos en Rusia con sus drones de largo alcance, y ha golpeado Moscú en varias ocasiones, en respuesta a los ataques rusos.
El comentario del mandatario ucraniano sobre la seguridad de las celebraciones del 9 de mayo en Moscú fue fustigado por la diplomacia rusa, que lo tachó de “amenaza directa”.