El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva aceptó este viernes la renuncia de su ministro de Seguridad Social en medio de un escándalo de corrupción por un presunto esquema nacional de fraude a jubilados y pensionados, informó el gobierno.
Carlos Lupi estaba en el ojo de una tormenta política luego de que se detectaran descuentos no autorizados en los recibos de jubilaciones y pensiones, realizados por sindicatos y otras asociaciones con la posible connivencia de funcionarios del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS).
El gobierno comunicó la renuncia a través de una nota a la prensa. “Tomo esta decisión con la certeza de que mi nombre no fue citado en ningún momento en las investigaciones en curso”, se defendió Lupi en una carta divulgada en su cuenta de X.
Los investigadores calculan que hasta 6.300 millones de reales (unos 1.100 millones de dólares) fueron descontados entre 2019 y 2024 por sindicatos y asociaciones que en teoría debían prestar servicios a jubilados, como asistencia jurídica u obtención de descuentos en planes de salud.
Una parte aún no determinada de ese monto se habría debitado de forma ilícita.
Lupi era ministro de Seguridad Social desde el regreso al poder del Lula en enero de 2023.
El presidente del INSS fue destituido de su carga hace diez días. Otros funcionarios de la entidad, así como una policía federal, fueron suspendidos.
El escándalo toca las puertas del gobierno de Lula, un exobrero y exsindicalista que dejó sus dos primeros gobiernos (2003-2010) con una popularidad récord por sus políticas sociales, pero cuya imagen se ve debilitada desde hace meses debido en parte a la inflación.
En un discurso esta semana, el líder izquierdista afirmó que su gobierno “desmontó” el esquema ilegal contra los jubilados y pensionados y que ordenó que los responsables fueran procesados y obligados a reparar los daños.
Pero la oposición en el Congreso, de mayoría conservadora, apura la creación de una comisión especial de investigación sobre las irregularidades en el sistema de seguridad social.
Este es el segundo caso de corrupción que enfrenta el Ejecutivo en pocas semanas.
A principios de abril, el ministro de Comunicación de Lula, Juscelino Filho, renunció luego de ser inculpado por presuntos sobornos cuando era diputado en 2022.
El hijo negó irregularidades.
La salida de Lupi, miembro de un partido de la base del gobierno, sacude las alianzas de Lula camino a las elecciones presidenciales de 2026, en las que el líder del Partido de los Trabajadores podría intentar su reelección.