El Salvador elevó penas de cárcel hasta 60 años para homicidios
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El Congreso de El Salvador a petición del presidente, Nayib Bukele, aprobó tres nuevas leyes que endurecen las penas de cárcel para varios delitos comunes y otros vinculados con corrupción. Las sanciones de prisión más severas serán para los casos de homicidio agravado, que antes recibían condenas de 20 a 30 años y ahora se elevarán hasta los 60, mientras que los de homicidio simple (sin agravantes) pasarán del rango de 15 a 20 años al de 25 a 35.
Los delitos de privación de libertad, violación, agresión sexual, hurto o robo también incrementaron sus penas, según las nuevas normativas. Bukele, quien está por cumplir tres años de una “guerra” frontal contra las violentas pandillas, enfila ahora su lucha contra la corrupción.
El Congreso salvadoreño, dominado por el oficialismo, también aprobó una ley anticorrupción que elevó las condenas para quienes cometan ilícitos de ese tipo, ahora considerados “imprescriptibles”. Para “todos los delitos que tienen que ver con la corrupción de los funcionarios se están aumentando los años de prisión”, declaró el diputado oficialista Kaleb Navarro.
El enriquecimiento ilícito se castigará ahora con penas de entre 5 y 15 años de prisión (antes de 3 a 10 años) y el peculado, que conllevaba condenas de hasta 8 años, recibirá sentencias de hasta 12 años. Para quien preste su nombre para adquirir bienes con dinero proveniente de la corrupción, la legislación creó el delito de testaferrato, que tendrá una pena de 3 a 6 años de cárcel.
La Asamblea Legislativa también hizo una reforma para ampliar la detención provisional de un imputado hasta la media pena del delito por el cual es acusado. La detención provisional tenía un máximo de dos años y podría prorrogarse por un año más. Bukele libra desde marzo de 2022 una “guerra” contra las pandillas amparado en un régimen de excepción, bajo el cual ha habido más de 83.000 detenidos. Unos 8.000 fueron liberados, según fuentes oficiales.
El Salvador desplegó al ejército para combatir a la “lechuga de agua”
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Con palas mecánicas, barcazas y a mano, centenares de militares y pescadores artesanales remueven afanosamente este viernes una planta flotante que cubre el lago Suchitlán de El Salvador para devolverle la prosperidad a esta zona turística. La llamada “lechuga de agua” (Pistia stratiotes), de unos 30 centímetros de diámetro, se ha propagado sobre la superficie de este embalse artificial situado a 45 km de la capital, al alimentarse de contaminantes químicos que llegan por sus afluentes.
Para recuperar la economía de los poblados ribereños, el gobierno movilizó a 360 soldados para remover las plantas. “Yo creo que es importante este trabajo que están haciendo de limpieza, (pero) creo que deberían haber actuado más rápido”, dijo a la AFP Eduardo Orellana, un constructor de 74 años de la zona.
El lago alberga una rica biodiversidad, con aves migratorias en sus islas, pero ahora buena parte de su espejo de agua está cubierto por la “lechuga”. Su expansión se ha visto favorecida por el viento y las copiosas lluvias, y ha paralizado la pesca artesanal y el turismo. Para apoyar a los militares, el gobierno contrató a unos 340 lugareños, mayoritariamente pescadores artesanales que llevaban meses sin trabajar pues era imposible navegar entre las plantas.
Con trajes impermeables que cubren la mitad de su cuerpo, los soldados van pacientemente sacando las plantas invasoras, apoyados con tres barcazas, y los pescadores cargan las plantas en cestos en medio de un olor nauseabundo. Los comerciantes de la zona están esperanzados de que el lago recupere su esplendor.
“A nosotros nos ha afectado, porque la verdad es que somos ocho áreas de restaurantes y hay que pagarles a todas las personas que son meseros, meseras, y [...] si no viene turista ¿adónde se va a hacer dinero?”, indicó a la AFP la comerciante Julia Álvarez. Unos 50 trabajadores de restaurantes perdieron sus empleos en Puerto San Juan de Suchitoto, un pueblo turístico con casas de estilo colonial y techos de teja, agregó la mujer de 52 años. La planta flotante cubre alrededor de la mitad de las 13.500 hectáreas del lago, según estimaciones de los militares.
Para el ambientalista Ricardo Navarro, líder de la ONG Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada, el lago enfrenta “el efecto del descuido de no tratar las aguas contaminadas”. “Esas plantas encontraron en el lago el mejor caldo de cultivo”, dijo Navarro a la AFP. El embalse, construido en los años 70, provee de agua a una central hidroeléctrica y es alimentado por el caudaloso río Lempa, que a su vez recibe aguas de otros ríos contaminados.
Intento de feminicidio en Villeta: mujer fue herida a puñaladas en la vía pública
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Una mujer que se dirigía a su vivienda en la compañía Naranjaisy de la ciudad de Villeta fue abordada en plena vía pública por su expareja, quien la agredió con un arma blanca. El hecho se dio en la noche de este jueves.
La víctima fue identificada como María del Carmen Pérez, de 42 años, quien estaba caminando rumbo a su casa cuando fue abordada por su expareja identificada como Luciano Rafael Báez, residente en la zona.
El sujeto la habría confrontado en el lugar e iniciaron una fuerte discusión que escaló rápidamente a empujones y gritos y luego el hombre desenfundó un arma blanca y empezó a atacarla alcanzando a herirla.
La mujer sufrió varios cortes, uno a la altura del cuello, otro cerca de la mandíbula y otro en la mano derecha. La misma fue auxiliada por los vecinos y algunos familiares que se percataron de lo que estaba ocurriendo.
“Cuando recibimos la notificación del ataque, nos presentamos al lugar y solicitamos la asistencia de bomberos voluntarios para auxiliar a la mujer. Por otro lado, el supuesto atacante, tras perpetrar el hecho, se habría dado a la fuga”, explicó el oficial interviniente Adolfo Arroyo en conversación con Telefuturo.
Vecino de Villa Elisa salva su moto al ahuyentar a banda de ladrones
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Un vecino del barrio Villa Bonita de Villa Elisa pudo frustrar el robo de su motocicleta, que un grupo de desconocidos intentó llevarse de su patio, al realizar disparos intimidatorios. El hecho quedó registrado en imágenes de circuito cerrado.
Los involucrados serían al menos cuatro hombres a quienes se observa merodear la casa y, luego de unos segundos, dos de ellos intentaron ingresar para robar la motocicleta que estaba en el patio, pero no contaban con que el propietario de la vivienda estuviera armado y decidiera actuar.
El dueño del caso realizó cinco disparos intimidatorios, a lo que los hombres salieron huyendo del lugar, dos a pie y los otros dos a bordo de una moto. Dos de los hombres portaban capuchas y gorras.
Los investigadores presumen que este grupo estaría conformado por integrantes de un grupo criminal, del clan Rotela o del Primer Comando de la Capital (PCC), ya que en la zona se han reportado numerosos incidentes de inseguridad que involucran a personas vinculadas con dichas facciones.
“Aquí vienen a resguardarse muchos de los integrantes de estos grupos criminales, y reclutan a menores también para iniciarlos en el mundo de la delincuencia. Actualmente estamos ejecutando varios operativos para contrarrestar esta situación”, comentó el comisario Gustavo Escobar en conversación con Telefuturo.
El diputado Rodrigo Gamarra sostuvo que la democracia no se construye con violencia, fuego y miedo; sino que se buscan los cambios con leyes, razón y respetando la voluntad popular. Foto: Archivo
Crisis en Nepal: violencia y corrupción, lecciones que Paraguay no debe ignorar, señala Gamarra
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El diputado colorado Rodrigo Gamarra realizó un análisis acerca de la crisis política y social que está atravesando la República de Nepal, en medio de violentos disturbios sociales que incluso está dejando nefastas cifras de fallecidos. A través de sus redes sociales, el legislador expresó que Nepal no es un simple ejemplo, sino que es una seria advertencia que debe ser observada.
En comunicación con La Nación/Nación Media, igualmente señaló que en solo 15 años, Nepal cambió 14 gobiernos. Señaló que golpe tras golpe se ha producido una sucesión interminable de conspiraciones, corrupción, alianzas rotas, prensa militante, ONG infiltradas, promesas vacías y caos institucional.
“Este último gobierno que cayó venía ya con un sistema devorado por la fragmentación política, corroído desde adentro, sin estabilidad. ONG extranjeras que manipularon también la información con intereses políticos, manipulación mediática, odio digital, corrupción obviamente dentro del gobierno también y fuera, sin consecuencias y conspiraciones permanentes. Ese fue realmente el detonante", mencionó.
Señaló que el último gobierno de ese país cayó así sin juicio político, sin moción parlamentaria, sin elecciones, con muertos, con fuego, violencia, y descontrol. Indicó que más allá de su errada decisión de censurar las opiniones en redes sociales, con los malos manejos, era muy probable que no llegaba tampoco a término.
El diputado Rodrigo Gamarra realizó un análisis acerca de la crisis política y social que está atravesando la República de Nepal. Foto: Archivo
Romantizan la violencia
Independientemente de lo que ocurra en el país asiático, el legislador expresó su preocupación por la repercusión que está teniendo a nivel local, donde existen ya ciertos referentes políticos y mediáticos que de alguna forma están anhelando que este caos se replique en el Paraguay.
“Lo llamativo de siempre, es que ciertos actores, claramente identificados con el resentimiento, el caos y la apología al vandalismo, salen a romantizar lo ocurrido en Nepal, como si las muertes, la destrucción y el incendio del Congreso fueran una revolución ejemplar”, cuestionó.
El legislador sostuvo que no se puede ser ingenuo ni ignorar ese tipo de señales, ni sacarle el ojo a esa gente, ya que se sabe bien quiénes son y lo que buscan.
“Son una pequeña minoría con intereses creados directamente en el Estado que defienden intereses, que defienden a medios, que defienden a sectores bancarios que prestaban plata a narcotraficantes, que estaban vinculados a narcoministros, que estaban vinculados a gobiernos de desfalco”, expresó.
Agregó que para él, esta gente no quiere justicia, no quiere democracia, no quiere paz. “Lo que quieren ellos es volver a tener poder para facturar otra vez con sus medios, mover otra vez la plata sucia en sus bancos, usar la Fiscalía como garrote, manejar el Estado como si fuera su empresa. No tienen votos, ni pueblos, ni proyectos. Lo único que les queda es citar el odio y empujar a otro a luto”, lamentó.
Defender la democracia
Gamarra insistió en que no se trata de defender a un gobierno, sino que se trata de defender el sistema democrático y republicano. “En Paraguay, esto funciona como reloj suizo. Se respetan los plazos electorales, los presidentes y gobernadores cumplen su mandato, todos los partidos políticos tienen internas abiertas, listas desbloqueadas, nuestro Congreso funciona con independencia, el país es estable, ordenado, previsible”, precisó.
Destacó además que con el gobierno nacional los programas sociales están llegando a todos los rincones del país, beneficiando a los más vulnerables. Remarcó que es un gobierno que está trabajando con responsabilidad, sin estar reivindicando colores ni sectores.
“No estamos en alerta por el miedo, sino que hay que estar en alerta por un sentido de responsabilidad. No se puede dejar pasar que se glorifique la destrucción, ni que se le haya asesinado, quemado viva a una mujer por ser la esposa del presidente de un país. Entonces la violencia no es una vía legítima para llegar al Congreso, ni al poder”, remarcó.
Finalmente, sostuvo que una persona sana mental, coherente, sensata, con responsabilidad política y democrática no puede estar aplaudiendo ese tipo de situaciones. “Si podemos condenar los regímenes dictatoriales o antidemocráticos como Venezuela, o tal vez como lo habrá sido en estas situaciones en Nepal también, pero no por la vía de la violencia, ni de justicia por propias manos. Porque ahí estamos errando el camino”, concluyó.