El cambio climático incide en una quinta parte de casos de dengue
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El cambio climático es responsable de casi una quinta parte de los casos de dengue, cuyo número en 2024 se encamina a duplicar el récord alcanzado en 2023, según un estudio estadounidense publicado el sábado. La propagación del dengue “es muy sensible al clima”, por lo que constituye “una muy buena enfermedad para estudiar” el impacto del calentamiento global en la salud, explica a AFP Erin Mordecai, especialista en enfermedades infecciosas de la universidad de Stanford.
Transmitida por picaduras de mosquitos infectados, esta enfermedad viral -que puede provocar fiebre alta y dolores musculares- es generalmente leve, pero a veces puede ser grave o incluso mortal. El dengue ya es endémico en más de 130 países y, con el aumento de las temperaturas, los mosquitos vectores se están propagando más allá de las zonas tropicales y subtropicales donde solían estar limitados.
Para este nuevo estudio -presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Medicina Tropical e Higiene, pero que aún no fue evaluado por pares- un equipo de investigadores analizó la incidencia del dengue y las variaciones climáticas en 21 países de Asia y América. Estimaron que aproximadamente 19 % de los casos actuales de dengue en promedio en todo el mundo “son atribuibles al cambio climático”, resume Mordecai, autora principal del estudio, dado a conocer en Azerbaiyán durante la 29ª conferencia sobre el clima de la ONU, la COP29.
Las temperaturas entre 20ºC y 29ºC son las más favorables para la propagación de la enfermedad, y en las zonas endémicas con estas condiciones —como ciertas partes de Perú, México, Bolivia y Brasil— podría producirse un aumento del 150 % al 200 % en las infecciones en las próximas décadas. En total al menos 257 millones de personas viven actualmente en zonas donde el cambio climático podría duplicar la incidencia del dengue en los próximos 25 años.
Bacterias al rescate
En los primeros ocho meses de 2024 hubo casi 13 millones de casos de dengue, según la Organización Mundial de la Salud, es decir casi el doble del récord registrado en todo 2023. El número real probablemente esté más cerca de los 100 millones debido a que la inmensa mayoría de casos no se declaran, en gran parte por la falta de tests o de síntomas, señala Mordecai.
El estudio se presenta poco después del inicio de un nuevo brote en Guadalupe, una región francesa en el Caribe. Además del cambio climático, la globalización del comercio y los viajes, así como el avance de la urbanización, favorecen la propagación de los mosquitos tigre.
Una de las estrategias prometedoras para combatir el dengue consiste en introducir en la naturaleza mosquitos infectados con una bacteria que bloquea la capacidad del insecto para transmitir el virus. Mosquitos infectados con la bacteria Wolbachia se introdujeron hace cinco años en gran parte de la ciudad brasileña de Niterói, según otro estudio presentado en la reunión anual, pero que aún tampoco fue evaluado por pares.
En 2024, mientras Brasil enfrentaba su mayor epidemia de dengue, esta ciudad cercana a Rio de Janeiro solo registró un ligero aumento de casos, cuyo número fue 90 % menor que antes del experimento y sin punto de comparación con el resto del país.
Esto demuestra que la bacteria “Wolbachia puede proporcionar una protección duradera contra los brotes cada vez más frecuentes de dengue a nivel mundial”, afirma Katie Anders, una de las responsables del Programa Mundial contra los Mosquitos. El programa ya “se asoció con el gobierno brasileño para construir un sitio de cría y producción de mosquitos Wolbachia, lo que permitirá un despliegue simultáneo en varias ciudades para proteger a varios millones de personas”, indicó el jefe de proyecto brasileño Luciano Moreira.
Tras domingo fresco a cálido, mañana aumenta la inestabilidad
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Las condiciones del tiempo tienden a estabilizarse este domingo en gran parte del país, tras el paso del sistema de tormentas que afectó el territorio nacional durante la jornada de ayer, señala la Dirección de Meteorología e Hidrología (DMH). No obstante, aún podrían registrarse algunas lloviznas y lluvias dispersas sobre todo en los sectores del noreste de ambas regiones y en el sur de la Región Oriental.
En el resto del país, se espera una jornada con ambiente fresco y el cielo mayormente nublado en horas de la mañana, que luego iría quebrándose en el transcurso del día dando paso a un ambiente más cálido, advierte el meteorólogo Alejandro Coronel. Durante el amanecer, las temperaturas mínimas se ubicaron entre 13 °C y 15 °C en la mayoría de las localidades. Las máximas previstas para hoy oscilarían entre 19 °C y 22 °C en general.
A partir del lunes 16 de junio se espera un aumento de la humedad e inestabilidad, lo que favorecería el desarrollo de lluvias y ocasionales tormentas eléctricas. Estos fenómenos se presentarían de manera dispersa en distintos puntos del país. Se recomienda mantenerse informado a través de las actualizaciones de los avisos meteorológicos oficiales.
“La interconexión ha generado nuevas formas de sufrimiento psíquico”
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Jimmi Peralta
Fotos: Mariana Díaz/Archivo
La geopsiquiatría como un campo emergente de estudios y nuevo enfoque de salud mental profundiza su mirada respecto a la influencia del entorno cercano y global en la psiquis de las personas. En este diálogo con El Gran Domingo de La Nación, el Dr. Julio Torales habla sobre esta novedad académica, su alcance, campo de acción y estudios existentes.
La reconfiguración del plano geopolítico global, la digitalización, el cambio climático y la pandemia, entre otros fenómenos que pueden ser mundiales o locales, pero de interrelación planetaria, sin dudas marcan huellas en la condición psíquica de las personas. En procura de desarrollar una mayor comprensión de esa situación, surge un nuevo enfoque médico que ya viene desarrollando estudios al respecto: la geopsiquiatría.
En contraposición al síntoma del momento que experimenta el sujeto individual, surge una forma de comprender la salud psíquica que pone el acento en la condición social del ser humano y parte de un enfoque holístico.
En este contexto, el médico psiquiatra paraguayo Julio Torales fue electo senior fellow del Instituto Internacional de Geopsiquiatría (International Institute of Geopsychiatry), con sede en Suiza, y nombrado director del Centro Colaborativo en Geopsiquatría en Paraguay.
Actualmente, Torales es profesor titular de Psiquiatría y líder del Grupo de Investigación sobre Epidemiología de los Trastornos Mentales, Psicopatología y Neurociencias de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCM-UNA). Además, es coordinador del Centro de Investigaciones Médicas de la Universidad Sudamericana e investigador de la Universidad de Los Lagos (Chile).
–¿Cuál es la definición de la geopsiquiatría?
–La geopsiquiatría es una subdisciplina emergente de la psiquiatría que estudia las interacciones entre los factores geográficos, sociopolíticos, económicos y ambientales y su influencia en la salud mental de las poblaciones. Se trata de un enfoque integrador que reconoce cómo el entorno, el territorio y los procesos históricos afectan el bienestar psíquico individual y colectivo.
URGENCIA
–¿Cuál es la necesidad a la que viene a asistir?
–La geopsiquiatría surge para responder a una necesidad urgente: comprender y abordar los determinantes contextuales de la salud mental que han sido tradicionalmente subestimados. En un mundo marcado por desigualdades estructurales, crisis humanitarias, migraciones forzadas y colapsos ecológicos. Esta disciplina busca ofrecer marcos de análisis y acción sensibles a la realidad geopolítica de cada territorio.
–¿Existen otras especialidades o disciplinas que trabajen el factor social dentro de la psiquiatría?
–Sí. La psiquiatría social, la psiquiatría transcultural y la psiquiatría comunitaria son disciplinas que han abordado aspectos sociales, culturales y contextuales. Sin embargo, la geopsiquiatría se diferencia por su énfasis en los determinantes geopolíticos y ambientales globales, proponiendo una lectura más amplia y situada de los fenómenos mentales.
–¿Qué tipos de patologías se enmarcan en el ámbito de competencia específica de la geopsiquiatría?, ¿su labor se centra más en lo estadístico?
–La geopsiquiatría no se limita a una categoría diagnóstica específica, pero suele enfocarse en trastornos vinculados al contexto, como el estrés postraumático, la ansiedad climática, la depresión asociada a crisis humanitarias o las psicosis en contextos de violencia estructural. Más que limitarse al análisis estadístico, busca interpretar los datos a la luz de las realidades sociales, políticas y ambientales en las que se inscriben.
–¿La interconexión virtual y real del mundo globalizado visualiza y/o genera nuevos problemas mentales?
–Ambas cosas. Por un lado, la interconexión ha permitido visibilizar condiciones mentales antes silenciadas o estigmatizadas. Pero también ha generado nuevas formas de sufrimiento psíquico: adicción a las redes, ansiedad informativa, dismorfia corporal digital, aislamiento paradójico, entre otras. La vida en red ha transformado los modos de vincularnos con efectos directos sobre la salud mental.
PUNTO DE INFLEXIÓN
–¿Qué peso tienen en estos nuevos escenarios la virtualidad y la pandemia?
–La pandemia de covid-19 fue un punto de inflexión. Aceleró procesos de digitalización y puso en evidencia la fragilidad de los sistemas de salud mental a nivel global. La virtualidad se volvió una herramienta clave para sostener vínculos, pero también potenció el aislamiento, la fatiga psíquica y la desigualdad en el acceso a recursos digitales, sobre todo en contextos de vulnerabilidad.
–¿Existen antecedentes de estudios y análisis anteriores que se hayan clasificado dentro del análisis de la geopsiquiatría?
–Sí, aunque no con ese nombre. Durante la Guerra Fría se investigaron los efectos del miedo nuclear y tras el 11-S se estudió el impacto del terrorismo y la securitización en la salud mental colectiva. La geopsiquiatría retoma estas experiencias para construir un marco conceptual más sistemático y global capaz de integrar esas realidades al análisis contemporáneo.
–¿Qué tipo de acciones globales podrían impulsarse en el marco de las necesidades que plantea el nuevo panorama de la salud mental en el mundo?
–Se necesitan políticas públicas globales que integren la salud mental como componente esencial del desarrollo sostenible. Esto incluye el fortalecimiento de sistemas comunitarios de atención, la capacitación de profesionales en enfoques contextuales, la investigación transnacional de determinantes psicosociales y la inclusión de la salud mental en agendas climáticas, migratorias y de derechos humanos.
MISIÓN
–¿Qué es el Instituto Internacional de Geopsiquiatría? ¿Cuáles son sus funciones y qué trabajo desarrollará usted allí?
–El Instituto Internacional de Geopsiquiatría fue creado en 2025 bajo el auspicio del Grupo de Interés Especial en Geopsiquiatría de la Asociación Mundial de Psiquiatría. Su misión es promover la investigación, la formación académica y la incidencia política en torno a la relación entre geopolítica y salud mental. Como senior fellow y director del Centro Colaborativo en Paraguay, me corresponde impulsar estudios regionales, fortalecer capacidades locales y contribuir al desarrollo de marcos teóricos y prácticos que reflejen las realidades de América Latina en el contexto global.
–¿En qué sentido la problemática del subdiagnóstico, la escasez de profesionales y los prejuicios sociales que postergan las consultas menguan el avance en este tipo de aristas investigativas emergentes?
–Estas problemáticas no solo dificultan el acceso a atención oportuna, sino que también limitan la capacidad de los sistemas de salud para generar datos representativos y contextualizados. El subdiagnóstico oculta la verdadera magnitud del sufrimiento psíquico en las poblaciones; la escasez de profesionales impide establecer redes de investigación clínica sólidas y el estigma social retrasa tanto la consulta como la participación en estudios. Esto repercute directamente en la producción de evidencia científica que permita desarrollar políticas sensibles al contexto geográfico y sociocultural. La geopsiquiatría, al enfocarse en los determinantes estructurales y globales de la salud mental, pone de relieve la urgencia de superar estas barreras para avanzar hacia una comprensión más completa y justa del sufrimiento psicológico en cada territorio.
DESARROLLO DE LA GEOPSIQUIATRÍA EN PARAGUAY
Profesionales paraguayos publicaron en el International Journal of Social Psychiatry un estudio que analizó, por primera vez en el país, la relación entre condiciones meteorológicas extremas y las consultas psiquiátricas de urgencia.
Utilizando un diseño case-crossover, el estudio evidenció que el calor extremo y la baja humedad relativa se asocian con un incremento significativo de consultas por episodios bipolares, trastornos de la conducta alimentaria y depresión.
En contraste, se observó una disminución en las consultas por esquizofrenia. Además, se constató que cada 1 % menos de humedad relativa aumentaba en 11 % el riesgo de consulta, lo que subraya la vulnerabilidad de ciertos cuadros ante condiciones climáticas adversas.
Otro trabajo recientemente publicado, esta vez en la revista Geopsychiatry, consistió en la primera encuesta global sobre la incorporación de la geopsiquiatría en la formación de médicos residentes en psiquiatría. Participaron 401 profesionales de más de 20 países. Los resultados muestran que, si bien la familiaridad con la disciplina aún es baja (4,2 %), más del 60 % considera muy importante incluirla en los programas formativos. Este estudio también identificó las principales barreras institucionales, como la falta de docentes capacitados y de materiales educativos específicos.
Actualmente Paraguay lidera un estudio multinacional sobre los efectos del cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos en la salud mental de la población general.
Esta investigación se encuentra en fase de recolección de datos en los cinco continentes, en colaboración con centros académicos de América, Europa, África, Asia y Oceanía.
Está en fase de diseño final un nuevo estudio que evaluará la relación entre la exposición a partículas finas en suspensión (material particulado PM2.5) y la aparición o intensificación de síntomas comunes de enfermedades mentales.
Esta línea de investigación apunta a profundizar el entendimiento del impacto de la contaminación ambiental en el bienestar psicológico, un aspecto cada vez más relevante en contextos urbanos y vulnerables.
Esta ciudad del departamento de Alto Paraná se encuentra en proceso de crecimiento. Su economía gira en torno al comercio, la agricultura y la ganadería. Foto: Gentileza
Itakyry: una ciudad con rica historia que va posicionándose para el turismo
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A 435 kilómetros de Asunción se encuentra Itakyry, un municipio del departamento de Alto Paraná. Es una de las cinco ciudades más pobladas que integra el conurbano del Gran Ciudad del Este. Fue fundada en julio de 1946 y la superficie total es de 1.964 kilómetros cuadrados.
Lleva el nombre de Itakyry porque por muchos años fue habitada por comunidades aborígenes de la etnia Ava Guaraní y Mbya, que se asentaron a lo largo del arroyo Itakyry. Fueron ellos mismos quienes le dieron este nombre por su característica pedregosa.
En contacto con La Nación/Nación Media, el intendente de la ciudad, Miguel Ángel Soria, contó que el distrito está creciendo bastante y se posiciona como un lugar ideal para realizar turismo interno. Señaló que los habitantes de Itakyry se dedican mayormente al comercio, la agricultura, la ganadería y últimamente muchos están incursionando en el emprendedurismo. Anteriormente, era conocida como una de las principales productoras de yerba mate de manera artesanal. Allí existían especies de yerba nativa.
Itakyry era conocida como una de las principales productoras de yerba mate de manera artesanal. Allí existían especies de yerba nativa. Foto: Gentileza
Entre los atractivos turísticos más importantes de la ciudad, mencionó al Festival Internacional del Tereré que se desarrolla en febrero y ya lleva 27 años de celebración. También cuenta con espacios para conectarse con la naturaleza y para recreaciones que serían los arroyos, la plaza central Francisco Pagen, la plazoleta del Tereré y la doble avenida el Mensú que en todo su trayecto es alegórico a la explotación de la yerba mate .
Hospedaje
Acerca de los lugares ideales para hospedarse en Itakyry, Soria indicó que la ciudad cuenta con 15 hospedajes entre posadas, hoteles y hostales. Hay un promedio de 10 habitaciones en cada una. Es decir, más de 100 camas disponibles en la localidad.
Población
El jefe de la comuna precisó a LN que Itakyry cuenta con 45.000 habitantes, de los cuales el 60 % corresponde a la población adulta y el 40 % restante a jóvenes, según el último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
“Itakyry se encuentra en proceso de crecimiento, gracias a las gestiones de las máximas autoridades municipales. Hoy se está construyendo una pujante ciudad, a pesar de su corto presupuesto”, manifestó a LN el intendente Soria.
Resaltó que se logró, gracias a varias gestiones, que Itakyry fuera uno de los distritos priorizados por el Gobierno para seguir trabajando en beneficio de las comunidades, apostando por mejoras y oportunidades de crecimiento.
Gran parte del territorio de Itakyry está irrigado por una importante red hídrica, conformada por el río Acaray, el Ytambeý y sus afluentes. Foto: César Arias
Su posición geográfica destaca a esta comunidad del Alto Paraná y se convirtió en un destino importante para la explotación forestal. Su principal vía de comunicación terrestre es un ramal que parte de la supercarretera, que es la que la conecta con las ciudades de Hernandarias y Ciudad del Este por las rutas PY02 y PY07.
Origen del nombre
El nombre Itakyry está formado por la unión de dos vocablos: itaky, que quiere decir piedra no saturada, en proceso de formación, y ry, que quiere decir corriente de agua. Combinando ambos vocablos se concluye con: Itakyry, es igual agua que corre sobre piedra en proceso de formación.
Arroyos
Gran parte del territorio de Itakyry está irrigado por una importante red hídrica, conformada por el río Acaray, el Ytambeý y sus afluentes. Esta abundancia de cursos de agua convierte a la zona en una región fértil y rica en biodiversidad. Entre los arroyos más destacados se encuentran el Piraitý, Ytú, Itakyry, Santo Tomás, Capiibary y Paso Itá.
Todos ellos fundamentales para el ecosistema local y el desarrollo de actividades agrícolas y ganaderas. El río Acaray, que bordea gran parte del distrito, se encuentra rodeado de extensos humedales y pantanos, lo que contribuye a la singular belleza paisajística de la región y potencia su atractivo para el ecoturismo.
Literatura
La historia de los yerbales en Alto Paraná está marcada por relatos de explotación y sufrimiento, especialmente en torno a la figura del mensú, el trabajador de los obrajes yerbateros. Esta realidad fue denunciada por escritores como Rafael Barrett en su ensayo “Lo que son los yerbales”, donde describe las condiciones inhumanas en las que vivían y trabajaban los mensúes, sometidos a un sistema cercano a la esclavitud . Augusto Roa Bastos también habló sobre esta temática en su novela “Hijo de hombre”, reflejando la dura vida en las plantaciones de yerba mate.
La historia de los yerbales en Alto Paraná está marcada por relatos de explotación y sufrimiento, especialmente en torno a la figura del mensú. Foto: Gentileza
Tras un viernes mayormente nublado, se esperan jornadas con precipitaciones y la posibilidad de tormentas eléctricas, especialmente durante el fin de semana. Foto: Archivo
Se anuncia un fin de semana con probabilidad de lluvias y tormentas eléctricas
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Principalmente, la capital paraguaya se alista para una semana marcada por la inestabilidad climática, según el pronóstico emitido por la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC). Tras un viernes mayormente nublado, se esperan jornadas con precipitaciones y la posibilidad de tormentas eléctricas, especialmente durante el fin de semana.
El día de hoy se presenta fresco a cálido, con el cielo mayormente nublado. Las temperaturas oscilarán entre una máxima de 22 °C. Los vientos soplarán moderados desde el noreste.
Para el sábado 14, la situación climática comenzará a cambiar. Se anticipa un ambiente fresco, con el cielo mayormente nublado. Las temperaturas se mantendrán entre los 18 °C de máxima y los 16 °C de mínima. Los vientos, inicialmente moderados del norte, girarán luego al sureste. Se esperan lluvias con ocasionales tormentas eléctricas.
Para el domingo, el pronóstico indica que el clima seguirá fresco, con el cielo parcialmente nublado a nublado. Las temperaturas irán de los 19 °C de máxima a los 13 °C de mínima. Los vientos serán del sureste, para luego volverse variables.