La organización de derechos humanos Abuelas de Plaza de Mayo anunció este viernes el hallazgo del nieto 138, robado durante la dictadura argentina (1976-1983). Foto: AFP
Abuelas de Plaza de Mayo hallan al nieto 138 robado en la dictadura argentina
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Por Nicolas Biederman - AFP
La organización de derechos humanos Abuelas de Plaza de Mayo anunció este viernes el hallazgo del nieto 138, robado durante la dictadura argentina (1976-1983), hijo de una pareja de militantes políticos secuestrados en 1976 y desde entonces desaparecidos.
“Se trata del hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, nacido en diciembre de 1976. Son así 138 casos los resueltos en estos 47 años de búsqueda inclaudicable de verdad e identidad”, dijo en rueda de prensa la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto.
“El 10 de diciembre de 1976 la pareja fue secuestrada en su domicilio de la ciudad de Buenos Aires en un operativo perpetrado por personal de civil. Ella estaba embarazada de ochos meses y medio”, añadió Carlotto, al hablar en el auditorio del Espacio Memoria y Derechos Humanos, donde funcionó el centro clandestino de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Pourtalé y Villamayor militaban en la agrupación guerrillera Montoneros (izquierda peronista). Tras su secuestro, la pareja fue vista en la ESMA, uno de los mayores centros de tortura y exterminio por el cual pasaron más de 5.000 prisioneros políticos, de los cuales sobrevivió un centenar, según los organismos humanitarios.
“Es donde posiblemente se haya producido el nacimiento del nieto 138. Hasta el momento se tienen contabilizados más de 30nacimientos en este centro clandestino”, apuntó Carlotto.
La Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDi) trabajaba desde 1999 en la investigación para dar con el paradero del hijo de Pourtalé y Villamayor.
Tras el aporte de datos relevantes tanto de esa institución como de la Justicia, se convocó al hombre para hacerse un estudio de ADN y cotejarlo con el de las muestras biológicas que diferentes familiares habían aportado al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). Finalmente, el jueves el juez federal Daniel Rafecas informó al nieto 138 los resultados.
La presidenta de Abuelas también explicó que el nieto encontrado, quien no fue identificado, tiene un hermano, llamado Diego, nacido en 1972 e hijo de Marta con un compañero anterior.
Plan de desmantelamiento
El hallazgo del nieto 138 es el primero que comunica la entidad desde el 1 de setiembre de 2023, cuando se anunció la resolución de cuatro casos de familias que buscaban a hijos nacidos durante el cautiverio de sus madres. En todos ellos se pudo establecer la identidad de mujeres asesinadas antes de dar a luz.
También es el primer caso que se resuelve durante la presidencia de Javier Milei, que objeta el tratamiento histórico que se ha dado a la dictadura argentina.
Tanto él como su vicepresidenta, Victoria Villarruel -quien es cercana a los militares-, ponen en duda el número de desaparecidos consensuado por organismos de derechos humanos (30.000) y aseguran que la cifra real es cercana a 8.700.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, que sigue buscando aún a unos 300 nietos robados durante el cautiverio de sus madres, manifestó también este viernes su preocupación por el enfoque del Gobierno nacional sobre las políticas de derechos humanos.
“Esta restitución es, una vez más, la muestra de las consecuencias del terrorismo de Estado en el presente y, también, de la necesidad de dar centralidad a las políticas de derechos humanos para que los delitos de lesa humanidad cesen”, dijo Carlotto.
Faltan 89 segundos para la medianoche nuclear, marcan las agujas del Reloj del Apocalipsis, anunciaron los científicos más importantes del mundo el 25 de enero de 2025. ¡Deténganlas!
Es preciso detener la marcha del Reloj del Apocalipsis
Ricardo Rivas
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Ricardo Rivas
Periodista
X: @RtrivasRivas
Fotos: Gentileza
Las guerras –tantas veces repudiadas en el devenir de la historia universal– una vez más parece estar a la vuelta de la esquina. No es una sorpresa ni mucho menos algo inesperado.
La aldea global cambia. La tertulia invernal en esta tan fría noche en Mar del Plata –unos 1.450 kilómetros al sur de mi querida Asunción– posibilita que emerjan dudas, interrogantes, convicciones y, por qué no decirlo, preocupaciones. Amigos, amigas y debates cruzados. Mi vieja mecedora junto a los leños crepitantes y los copones cargados con un Gran Enemigo, cabernet franc de 2020, añaden calidez a ese “cónclave para pocos… y pocas”, como propuso alguien en tono de broma en “la previa”.
Las guerras ganan preponderancia en el espacio dialógico. El destrato violatorio de los derechos humanos de más de 125 millones de personas desplazadas, según los reportes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), agrega angustia.
“El propósito globalizador amplio que algunos estadistas a izquierda, derecha y centro impulsaron en décadas recientes parece decaer o, por lo menos, perder impulso”, lanza JJT, académico y catedrático. Lector con voluntad inquebrantable de conocimiento, agrega a ello su sorprendente memoria. Alguien coincide y asegura tener la misma percepción.
“Es así a partir del acceso al poder de nuevos líderes y lideresas que en algunos casos –por sus decires, sentires y acciones concretas– parecen dar señales de tener bajos coeficientes intelectuales para lo que se supone y demanda –justamente– a líderes y lideresas”, sentencia DEG, con años de formación en universidades asiáticas, europeas y en Oriente cercano.
Aquí, allá y acullá, conflictos en desarrollo. Terrorismos amenazantes y novedosas prácticas horrorosas. Armados con letales armas de diseño –incluso on demand– algunos gobiernos y corporaciones por debajo de la mesa privatizan las guerras e intervienen en ellas con mercenarios que asesinan a pedido del mejor postor.
SICARIATO A GRAN ESCALA
“¡El estadio superior del sicariato a gran escala!”, enfatiza AS, analista transnacional amateur. Con el pensamiento puesto en todos aquellos fuegos y nuestro propio fuego, entrecierro los ojos. Percibo que nuestros teléfonos inteligentes vibran.
“A los refugios. Suenan las alarmas”, reporta @bettapique –colega periodista galardonada y con larga trayectoria profesional en conflictos y guerras– desde su cuenta en X. “Israel e Irán intercambiaron disparos nuevamente (…) en su enfrentamiento más intenso de la historia, alimentando los temores de un conflicto prolongado que podría abarcar a Medio Oriente”, agrega la agencia francesa de noticias AFP.
Enmudecimos. Las y los integrantes de este grupo tenemos afectos y recuerdos valiosos en ese lugar del planeta. Tal vez, en silencio, propusimos un brindis por la paz que, también sin expresarlo en alta voz, lo aceptamos. Alguien levantó su copón. “¡Por la paz!”.
El ruego colectivo, sin embargo, no alcanza para dejar atrás los pensamientos. “El mejor camino para olvidar es no pensar”, le hizo decir alguna vez el viejo Ray Collins (92)
–tal vez el más grande escritor de historietas vivo en nuestra región después de la partida del admirado Robin Wood el 17 de octubre de 2021, en Encarnación– al teniente Zero Galván, del imaginario precinto 56 en NYC. “Pero, también, es el más largo”, remató aquel duro héroe latino (migrante) de ficción, aunque no tanto.
Ucrania arde. Gaza agoniza. Israel, aterrorizada. Irán, atormentada. República Democrática del Congo, ensangrentada. Sudán, Yemen, Nigeria, Afganistán, Siria, horrorizadas. Profesionalmente trashumé esos paisajes que millones –a través de milenios– llamamos Tierra Santa y algunos creemos que lo es.
Los grupos de poder que con el correr de los tiempos y la emergencia de conflictos múltiples se crearon para que líderes y lideresas resuelvan entre ellos y ellas los conflictos que se desploman sobre millones de inocentes devienen en púlpitos inadecuados, inútiles, para que los unos y las otras –tal vez– se escuchen entre ellos y ellas.
ALARIDOS
¿Quieren oírse? Los tremendos alaridos desgarradores de las y los desesperanzados no parecen conmoverlos. Millones huyen. Atrás quedan niñas y niños arrancados de sus familias para convertirlos en soldados. Los preparan para que sepan cómo ser eficientes para asesinar en masa.
Las y los adultos despojados de esos afectos entrañables, amenazados por lo que creen peor, se lanzan en busca de refugios incansablemente hasta que intuyen, perciben, sienten que –en verdad– van hacia lo peor. Miles sucumben cuando lo intentan.
Ningún lugar queda lejos para las y los desplazados forzados que, en cientos de casos, comprenden que escapar no siempre es llegar al lugar deseado. Al que creen más adecuado o al que, después de la huida, podría ser el nuevo y fértil campo de arraigo para sembrarlo de sueños. ¡Corramos, las balas pican cerca!
Sin embargo, algunas veces es tan aciago llegar que hasta aquel atrás peligroso que indujo la fuga parece perder sentido cuando –en cada playa a la que se arriba, luego de cada frontera que se cruza o muro que se sortea– se hace el recuento de quienes lo consiguieron entre las y los que partieron unidos en la desesperanzada esperanza.
Nunca fueron pocos ni pocas. Ni cuando las llamadas “invasiones bárbaras”, desde el siglo III de nuestra era, ni cuando finalizaba el siglo XIX y comenzaba el XX, en el “período de migraciones”. Sin embargo, por estos tiempos, los desplazados son muchos más. Quienes mueren en los intentos, también.
DESAPARECIDOS
En 2023, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) reportó que, desde 2014, “más de 28 mil personas han desparecido” cuando intentaban llegar desde África a Europa. Lampedusa, esa muy pequeña isla italiana, es uno de los tantos puntos de llegada. Se multiplican allí los campamentos solo asistidos por voluntarios de múltiples organizaciones no gubernamentales (ONG) y programas de organismos multilaterales cada día menos dotados de fondos asistenciales.
El Mediterráneo es la ruta inevitable y, a la vez, un riesgoso desafío. A tal punto que a ese bellísimo mar al que los mapas del Imperio romano señalaban y mencionaban como Mare Nostrum, el papa Francisco unos pocos meses atrás lo describió como “un enorme cementerio”. El simbólico averno también pueden ser las olas gigantescas.
¿Y cuando llegan? “Solo la idea, la sensación y la convicción de ser sobrevivientes nos hace sentir bien, afortunados… pero dura poco.
El recuerdo de las y los ausentes pesa, lastima, hiere. Nos persiguen sin descanso”, me dijo mientras miraba fijamente aquel piso arenoso un desplazado con el que pude conversar periodísticamente.
Por breves momentos, sus ojos se perdían en el estrecho de Gibraltar. Miedos. Fantasmas, pensé y la certeza de estar siempre bajo sospecha. Muy cerca está la tan lujosa como deslumbrante Tanger tachonada de residencias ostentosas de ricos y famosos. El jet set no se fija en gastos.
“Solo, voy con mi pena / Sola va mi condena / Correr es mi destino / Para burlar la ley…”. Manu Chao (francés, español, vasco y gallego), como en aquel tiempo, vuelve a sonar en mis oídos. Ayer, hoy y mañana. Espero que no. “Perdido en el corazón / De la grande Babylon / Me dicen El Clandestino / Por no llevar papel (…) Mi vida va prohibida / Dice la autoridad”.
“Me dicen el Clandestino, por no tener papel...”, canta Manu Chao. El drama de las y los migrantes
ARRAIGO Y DESARRAIGO
Algunas y algunos lo consiguen. Pero… arraigo y desarraigo suelen ser asignaturas pendientes, para siempre. “No soy de aquí, ni soy de allá, / no tengo edad, ni porvenir / y ser feliz, es mi color de identidad…”, canta desde 1970 el querido Facundo Cabral (1937-2011), siempre en mi corazón, que un frío sábado 9 de julio se fue desde Guatemala luego de cantar junto con miles en, de, desde, por y para la paz.
Una tormenta de violencia se abatió sobre él a las 5:20 de aquel día. El 8 de abril de 2016 la Justicia condenó a medio siglo de cárcel a quienes lo asesinaron. El narco Alejandro Jiménez, el Palidejo, y sus cómplices lo hicieron. Nunca nadie explicó, sin embargo, qué pasó. Mucho menos… por qué sucedió. ¿Por qué a él?, pregunté alguna vez en Guatemala a un magistrado. “¿Por qué no a él?”, fue su respuesta.
Ucrania arde. Gaza agoniza. Israel, aterrorizada. Irán, atormentada. República Democrática del Congo, ensangrentada. Sudán, Yemen, Nigeria, Afganistán, Siria, horrorizadas. La construcción de muros supera ampliamente al tendido de puentes. Asilamientos. Nacionalismos. Terrorismos. Crimen organizado transnacional de alta complejidad.
Algunas expresiones se repiten una y otra vez. Datos, hechos y supuestos se cruzan y entrecruzan. Incertidumbre y dolor. Las guerras –tantas veces repudiadas en el devenir de la historia universal– una vez más parece estar a la vuelta de la esquina. No es una sorpresa ni mucho menos algo inesperado.
“No soy de aquí, no soy de allá, no tengo edad, ni porvenir y ser feliz, es mi color de identidad...”, confiesa Facundo Cabral en 1970. Otra forma de ser migrante
EL RELOJ DEL APOCALIPSIS
Cuando finalizaba enero, el Reloj del Apocalipsis –así llamada esa herramienta científica creada por los más relevantes expertos nucleares en 1947– marcó que, en el año que recién se iniciaba, este 2025, faltan 89 segundos para la medianoche nuclear. Horroriza –más que nunca por estos días– ingresar en https://thebulletin.org/ doomsday-clock/. JJT lo hizo desde su celu. “Adelantamos el Reloj del Juicio Final (así también llamado) de 90 (en el inicio de 2024) a 89 segundos para la medianoche”.
¿Es posible? Los sucesores de Albert Einstein y Roberto Oppenheimer nucleados dos años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial –cuando Hiroshima y Nagasaki ya estaban incineradas– en el ámbito de la Universidad de Chicago son claros en el uso de la palabra. Son concientes de la gravedad del anuncio que realizan. Eligen puntillosamente cada vocablo para consignar que las agujas del Reloj del Apocalipsis precisan que – este 2025– es “lo más cerca que jamás hemos estado de la catástrofe” nuclear.
“El mundo ya está peligrosamente cerca del precipicio, un movimiento de incluso un solo segundo debe tomarse como una indicación de peligro extremo y una advertencia inequívoca de que cada segundo de retraso en revertir el curso aumenta la probabilidad de un desastre global”, puntualizan después.
Como una suerte de crónica del futuro que –como toda proyección histórica hacia atrás o hacia adelante se formula desde el presente, con lo que se sabe y se tiene hoy para medir y analizar– los analistas sostienen que “en cuanto al riesgo nuclear, la guerra en Ucrania, que ya lleva tres años, se cierne sobre el mundo”.
Agrega el breve texto que “el conflicto podría descontrolarse en cualquier momento debido a una decisión precipitada, un accidente o un error de cálculo”. Pero no se queda allí. “El conflicto en Oriente Medio amenaza con descontrolarse y convertirse en una guerra más amplia sin previo aviso”.
ARSENALES
Escalofriante. Revela luego que “los países poseedores de armas nucleares están aumentando el tamaño y la importancia de sus arsenales, invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en armas que pueden destruir la civilización”.
Lamentan y hacen público aquel día que “el proceso de control de armas nucleares se está desmoronando, y los contactos de alto nivel entre las potencias nucleares son totalmente insuficientes dado el peligro inminente”.
Con amargo asombro – tal vez tentados por la desazón– aseguran que “resulta alarmante que ya no sea inusual que países sin armas nucleares consideren desarrollar sus propios arsenales” y, aunque no señalan a país alguno en esa condición, aseguran que esos desarrollos “socavarían los esfuerzos de no proliferación (de armas de destrucción masiva) de larga data y aumentarían las posibilidades de que estalle una guerra nuclear”.
EL FIN DE LA CIVILIZACIÓN
El párrafo final –que JJT lee en alta voz– suena (y resuena) aún en mis oídos. “Continuar ciegamente por el camino actual es una forma de locura. Estados Unidos, China y Rusia tienen el poder colectivo de destruir la civilización. Estos tres países tienen la responsabilidad primordial de salvar al mundo del abismo, y pueden hacerlo si sus líderes inician conversaciones serias y de buena fe sobre las amenazas globales aquí descritas. A pesar de sus profundos desacuerdos, deberían dar ese primer paso sin demora. El mundo depende de una acción inmediata”.
Siento que las agujas de ese Reloj del Juicio Final no se aceleran ni acelerarán por quienes ejercen el derecho humano “a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”; o “a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”, como lo consignan los artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1945.
No y solo no. El abismo está delante de un puñado de poderosas y poderosos. Solo ellas y ellos tienen la potestad de dar o no dar ese último paso al frente para detener el reloj o acelerarlo para siempre. ¿Qué es lo que no se entiende?
Proyecto Mafe: “Necesitamos este instrumento, no se puede esperar un día más”
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El ministro del Interior, Enrique Riera, indicó que el Poder Ejecutivo acompaña el proyecto impulsado desde el Legislativo, que propone la creación del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y el Sistema de Alerta Mafe. Esta propuesta surgió en homenaje a la joven asesinada en Coronel Oviedo, María Fernanda Benítez.
“Nosotros apoyaremos el proyecto de ley, acá no importa quien sea el promotor, necesitamos ese instrumento y no podemos esperar un día más”, sostuvo el secretario de Estado, este martes, en una entrevista con el programa “Arriba hoy” del canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Riera mencionó que a la espera del tratamiento del proyecto y su posterior sanción y promulgación, el Poder Ejecutivo mediante el decreto 1011, dispuso la entrada en vigencia inmediata de un mecanismo nacional de búsqueda y localización de personas desaparecidas.
“Este es un sistema a nivel internacional que rompe algunos paradigmas, por ejemplo, anteriormente, cuando se denunciaba la desaparición de una persona, particularmente de gente joven, las autoridades argumentaban a los denunciantes que retornen dentro de 24 a 48 horas”, indicó.
La resolución presidencial constituye un paso provisorio, operativo y necesario, cuya vigencia se ajustará oportunamente al marco legal que se apruebe. “Este decreto que será publicado en la fecha fija un sistema de búsqueda y alerta de detección temprana, donde se activan todos los mecanismos de la Fiscalía y del Poder Judicial que por el momento se da por convenio, pero cuando salga la ley será obligatorio. Se establece una unidad especial de búsqueda, un registro donde se sabrá quienes siguen desaparecidos”, sostuvo.
El decreto también establece que el Ministerio del Interior, la Policía Nacional, el Ministerio de la Mujer, la Dirección de Migraciones y el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia acompañarán decididamente el proceso legislativo, proponiendo los ajustes que permitan dotar a la futura ley de la mayor precisión y eficacia posibles.
“Esto empezará a funcionar a partir de hoy. Una vez que salga la ley, este decreto será derogado o enriquecido y la ley sancionada en el Congreso y promulgada será reglamentada. Esto es una causa nacional”, puntualizó Riera.
Los derechos de las mujeres y de las minorías sufren un “retroceso” en todo el mundo y se han convertido en “chivos expiatorios”, denunció un Alto Comisionado de la ONU. Foto: Archivo
La ONU denuncia un “retroceso” en los derechos de mujeres y minorías
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Los derechos de las mujeres y de las minorías sufren un “retroceso” en todo el mundo y se han convertido en “chivos expiatorios”, denunció este lunes el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.
Los programas de diversidad han sido muy comentados desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
En los últimos años, estos programas estadounidenses llamados “Diversidad, Equidad e Inclusión” (DEI) se han puesto en el punto de mira de los conservadores, y las críticas se han intensificado desde el inicio del segundo mandato de Trump.
Las empresas que implementan tales políticas se enfrentan a posibles acciones legales, y varias marcas importantes, incluyendo Meta y McDonald’s, han eliminado sus programas DEI o los han reducido drásticamente.
Pero este retroceso no se limita a Estados Unidos. “Las tensiones sociales suelen tener su origen en la discriminación sistémica y de larga data basada en la raza, la religión, el sexo, la orientación sexual, la identidad de género, la condición de migrante, la casta y otras características”, dijo Türk.
“Las políticas para abordar dicha discriminación han tenido importantes éxitos en todas las regiones del mundo”, añadió.
“Cuando observamos el retroceso hacia tales políticas, lo vemos por lo que es: una distorsión fundamental que revela una decisión estratégica de convertir a los grupos vulnerables en chivos expiatorios”, denunció.
El Alto Comisionado denunció también la persistencia del “brutal legado del colonialismo”. “El racismo sigue siendo una plaga”, añadió, lamentando que las “personas de ascendencia africana siguen sufriendo de manera desproporcionada el uso excesivo de la fuerza”.
Türk, asimismo, alertó del aumento de las discriminaciones contra las mujeres, así como las “restricciones legales, discursos de odio e incluso violencias” hacia las personas LGTB+.
Bukele critica a oenegés por ignorar la reducción de homicidios en El Salvador
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San Salvador, El Salvador. AFP.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, criticó ayer miércoles a las organizaciones de derechos humanos por no elogiar la reducción de los homicidios en el país con su política de mano dura contra las pandillas. El mandatario goza de enorme popularidad por reducir los niveles de violencia criminal a mínimos históricos con la “guerra” contra las pandillas que lanzó en marzo de 2022 que permite detenciones sin orden judicial. Sin embargo, sus métodos son criticados por grupos de derechos humanos, que afirman que han sido detenidos miles de inocentes.
“Es evidente que las llamadas ‘organizaciones de derechos humanos’ no consideran que no ser asesinado, violado o agredido sea un derecho humano, de lo contrario, nos estarían elogiando por haber logrado precisamente eso”, escribió Bukele en inglés en su cuenta de X.
El mandatario compartió junto a su mensaje un cuadro estadístico que proyecta que para el cierre de 2025 el país registraría una tasa de un homicidio por cada 100.000 habitantes. En 2024, El Salvador tuvo una tasa de 1,9 homicidios por cada 100.000 habitantes, mientras que en 2015 era de 106 por cada 100.000 habitantes, según cifras oficiales. Los grupos de derechos humanos también critican a Bukele por tener en prisión a 252 migrantes venezolanos deportados por Estados Unidos, como parte de su alianza con el mandatario republicano Donald Trump.
Asimismo, lo critican por los arrestos en las últimas semanas de cinco críticos del gobierno, entre ellos activistas de derechos humanos y abogados. En el marco de la “guerra” de Bukele han sido detenidos unos 86.000 presuntos pandilleros, aunque el gobierno indicó que unas 8.000 personas fueron liberadas por ser inocentes.