El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo ayer sábado en Italia que en las negociaciones sobre el tratado comercial entre la UE y el Mercosur “ahora el problema son ellos”, en referencia a la renovación de la Comisión Europea y a las próximas elecciones en Francia.
“Le dije [a la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen] que después de todas las negociaciones que Brasil hizo para cambiar el acuerdo (...) Brasil está listo para cuando la Unión Europea quiera firmar, ahora el problema son ellos”, dijo en una conferencia de prensa en el marco de su participación en la cumbre del G7.
Brasil es uno de los países invitados en la cumbre anual del grupo de las siete democracias más ricas del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido). El acuerdo entre la Unión Europea y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) topa con la resistencia de algunos países europeos, principalmente Francia, que teme la llegada masiva de productos agrícolas sudamericanos.
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Von der Leyen “tiene que ser nombrada dentro de unas tres semanas para ocupar el mismo cargo que ocupa hoy en la presidencia de la Comisión Europea y [el presidente francés, Emmanuel] Macron convocó elecciones en Francia, entonces tenemos que esperar”, añadió Lula. Desde la localidad de Carovigno, en la región de Apulia, donde se celebra el G7, el brasileño se mostró sin embargo optimista para cerrar este tratado cuyas negociaciones empezaron hace 25 años.
“Vuelvo con el optimismo de que en el Mercosur estamos listos para firmar ese acuerdo y seguro de que será beneficioso” para todos, dijo. Si se adoptara, el tratado permitiría a las potencias agrícolas sudamericanas exportar a Europa carne, azúcar, arroz, miel o soja. La UE exportaría por su parte autos, maquinaria y productos farmacéuticos, entre otros.
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Fuente: AFP.
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Informe sobre DD. HH. elogia a El Salvador y condena a Brasil
Estados Unidos publicó ayer martes un informe sobre derechos humanos en el mundo adaptado a las prioridades del presidente Donald Trump en el que ensalza a sus aliados, como El Salvador, y fustiga a los que considera rivales como Brasil.
Este informe anual suele generar polémica independientemente del partido en el poder, pero este año el Departamento de Estado ajustó la parte redactada por el gobierno del expresidente demócrata Joe Biden, por ejemplo, en lo relacionado con las políticas favorables a la diversidad o el aborto. En política extranjera pasó otro tanto. Washington arremete contra países con los que mantiene una relación tensa como Sudáfrica o Brasil.
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Ataque a Brasil
“La situación de los derechos humanos en Brasil se deterioró” en 2024, se lee en el texto días después de que Estados Unidos impusiera aranceles del 50 % al país por lo que considera una “caza de brujas” contra el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, juzgado por una presunta intentona golpista en 2022.
El gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva “socavó el debate democrático” y reprimió “de manera desproporcionada la expresión de los partidarios” de Bolsonaro, así como de periodistas y políticos, añade este informe, solicitado anualmente por el Congreso.
Los tribunales brasileños adoptaron medidas “desproporcionadas para socavar la libertad de expresión” y en internet, sostiene Washington, que sancionó recientemente al juez de la Corte Suprema de Brasil Alexandre de Moraes, a cargo del juicio contra Bolsonaro.
En la lista de los malos alumnos de América Latina Washington también incluye a Venezuela y Nicaragua, donde dice que la situación de los derechos humanos “empeoró” el año pasado. No ve “cambios significativos” en Cuba, otro país latinoamericano muy criticado por el jefe de la diplomacia Marco Rubio.
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El caso europeo
También salen mal parados algunos de los aliados europeos de Estados Unidos como Reino Unido, Alemania o Francia, donde considera que la situación se ha deteriorado, principalmente en lo relativo a la libertad de expresión. No ve cambios en España. No es la primera vez que la administración Trump ve presunta censura en Europa.
El vicepresidente JD Vance dejó atónitos a los alemanes y a los europeos en general con un discurso pronunciado en Múnich (sur) a mediados de febrero, en el que afirmó que la libertad de expresión está “retrocediendo” en Europa, en particular en Alemania. Por el contrario, Trump ve con muy buenos ojos la gestión del presidente salvadoreño Nayib Bukele, un gran aliado del republicano en su lucha contra la inmigración ilegal que se prestó a encarcelar a migrantes deportados por Estados Unidos a cambio de dinero.
“No hubo informes creíbles de abusos significativos de los derechos humanos” en el país, afirma el Departamento de Estado. “Los informes de violencia de pandillas se mantuvieron en un mínimo histórico bajo el estado de excepción” gracias a las “detenciones masivas”, añade. Este panorama apologético contrasta con las denuncias de las oenegés y de los migrantes detenidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador, adonde Trump expulsó en marzo a más de 250 venezolanos a los que acusó de pertenecer a la pandilla Tren de Aragua, antes de que fueran liberados como parte de un canje.
Una vez en libertad, varios de estos migrantes contaron a la AFP haber vivido un infierno con palizas constantes, comida podrida y celdas de castigo diminutas. Además, en un informe de julio de 2024, Human Rights Watch documentó violaciones de los derechos humanos contra niños en el Salvador.
Otra oenegé, Socorro Jurídico Humanitario, denunció incluso ante la Corte Penal Internacional (CPI) casos de torturas, desapariciones de personas y muertes de presos en este país bajo el régimen de excepción invocado por Bukele como parte de su “guerra” contra las pandillas.
Israel, otro gran aliado de Trump, se beneficia de las alteraciones. Washington reconoce casos de arrestos arbitrarios y asesinatos por parte de Israel, pero afirma que las autoridades tomaron “medidas creíbles” para identificar a sus responsables. Senadores demócratas expresaron hace meses su preocupación por los cambios introducidos en el informe que, según ellos, perjudican la credibilidad de Estados Unidos.
Fuente: AFP.
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Lula anuncia USD 5.500 millones para auxiliar a empresas brasileñas
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció el martes pasado ayudas por unos 5.500 millones de dólares a empresas golpeadas por los aranceles de Donald Trump, en el marco de un paquete de medidas económicas de auxilio. El miércoles pasado entraron en vigor los aranceles de 50 % que Washington le impuso a muchos de los productos brasileños.
Los gravámenes afectan a sectores clave de la primera economía latinoamericana como el café y la carne, aunque el presidente estadounidense excluyó productos estratégicos como jugo de naranja, aeronaves civiles, fertilizantes y metales preciosos. Lula dará oficialmente marcha al plan de contingencia durante una ceremonia el miércoles en Brasilia.
“Mañana voy a firmar una medida provisoria que crea una línea de crédito de 30.000 millones de reales para las empresas brasileñas que puedan sufrir perjuicios con los aranceles de Trump”, dijo el jefe de Estado en entrevista a una radio local. Según Brasilia, los nuevos aranceles afectan al 36 % de las exportaciones de Brasil a Estados Unidos, equivalentes a 14.500 millones de dólares en 2024.
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El mandatario izquierdista dijo que las ayudas estarán destinadas sobre todo a pequeñas empresas, porque “las grandes tienen más poder de resistencia”. “Nadie queda desamparado ante los impuestos del presidente Trump”, agregó. “Vamos a garantizar la sobrevivencia de las empresas brasileñas”.
El gobierno, además, dará prioridad a los productos y componentes nacionales en sus compras e incentivará planes para abrir nuevos mercados para las empresas afectadas. Paralelamente, Lula afirmó que Brasil estudia medidas de reciprocidad para aplicar a Estados Unidos. La Casa Blanca justifica los aranceles a Brasil por razones distintas a las comerciales.
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Trump sostiene que Brasil lleva a cabo una “caza de brujas” contra el expresidente Jair Bolsonaro, juzgado por una presunta intentona golpista en 2022, y califica la política brasileña como “amenaza inusual y extraordinaria” para su país. El ministro de Hacienda brasileño, Fernando Haddad, dijo el lunes que una reunión virtual que tenía prevista con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, para tratar los aranceles fue cancelada por el estadounidense.
Haddad achacó la cancelación a “la militancia antidiplomática” de “fuerzas de extrema derecha que actúan junto a la Casa Blanca”, en una mención velada a la campaña que desde Washington encabeza Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, en defensa de su padre, aliado de Trump. Brasil presentó el miércoles pasado una denuncia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para impugnar los aranceles estadounidenses. Lula dijo en la entrevista el martes, no obstante, que continúa “preparado para negociar con Estados Unidos”.
Fuente: AFP.
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Lula y Sheinbaum abordaron acercamiento comercial en llamada telefónica
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, conversó por teléfono ayer miércoles con su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, para buscar acercamientos comerciales en un “momento de incertidumbre”, a pocos días de que entren en vigor los aranceles anunciados por Estados Unidos. El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que a partir de agosto habrá aranceles del 50% y del 30%, respectivamente, para las importaciones de Brasil y México, las mayores economías de América Latina.
Durante la conversación con Sheinbaum, "Lula resaltó la importancia de profundizar las relaciones económicas y comerciales entre los dos países, principalmente ante el actual momento de incertidumbre", dijo la presidencia de Brasil en una nota. Ambos países tratan de negociar con Washington para reducir los aranceles, sin llegar a acuerdos hasta el momento.
Lula le propuso a Sheinbaum abrir “negociaciones para ampliar el acuerdo comercial Brasil-México” y buscar “la expansión del flujo comercial entre los dos países”, según el comunicado. El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, viajará a México del 27 al 28 de agosto con una delegación de empresarios para explorar posibles oportunidades de negocio en el sector farmacéutico, el agropecuario y el aeroespacial, entre otros, según el mensaje de la presidencia.
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En el caso de Brasil, los aranceles están motivados en parte por el juicio por golpismo que enfrenta el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), víctima de una “caza de brujas” de la corte suprema brasileña, según Trump. La medida fue calificada por Lula como un “chantaje inaceptable” y desató una crisis diplomática que aun no se resuelve entre Brasilia y Washington.
Los aranceles para México obedecen a lo que Trump considera esfuerzos insuficientes del gobierno para luchar contra el narcotráfico. El gobierno mexicano afirma estar en una mesa de negociaciones en Washington para reducir los aranceles. Mientras que Brasil dice no haber tenido respuesta a una carta enviada al gobierno estadounidense para iniciar las conversaciones.
Fuente: AFP.
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Presión judicial sobre Bolsonaro profundiza crisis de Brasil con EE. UU.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó duramente el sábado las sanciones de Estados Unidos a los jueces brasileños en el caso por intentona golpista contra el exjefe de Estado Jair Bolsonaro, aliado del mandatario estadounidense Donald Trump. El ultraderechista Bolsonaro, que gobernó Brasil de 2019 a 2022, está siendo juzgado por supuestamente conspirar para desconocer el resultado de las últimas elecciones presidenciales, en las que fue derrotado por el izquierdista Lula.
El gobierno de Estados Unidos sancionó el viernes a los jueces brasileños horas después de que Bolsonaro fuera obligado a usar una tobillera electrónica y a permanecer en Brasilia por una presunta obstrucción al proceso que enfrenta. Las revocatorias de visado anunciadas por el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se aplican al juez de la corte suprema Alexandre de Moraes, a los jueces que apoyan a Moraes y a sus familiares directos.
“Mi solidaridad y apoyo a los ministros del Supremo Tribunal Federal afectados por otra medida arbitraria y completamente infundada del gobierno de Estados Unidos”, expresó Lula el sábado en un comunicado divulgado por la presidencia. “La interferencia de un país en el sistema de justicia de otro es inaceptable y hiere los principios básicos de respeto y soberanía entre las naciones”, agregó Lula en el texto, también publicado en X.
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El Supremo Tribunal Federal también le ordenó al exmandatario no acercarse a embajadas, autoridades de otros países, ni usar redes sociales. Bolsonaro, quien se dice inocente, denunció una “humillación suprema” por parte de los magistrados. Para Moraes, el exmandatario y Eduardo Bolsonaro, uno de sus hijos, “buscan ostensiblemente someter el funcionamiento de la corte suprema (de Brasil) a los Estados Unidos”.
Eduardo Bolsonaro se apartó en marzo de su cargo como diputado y se mudó a Estados Unidos, donde está en contacto con autoridades y legisladores del Partido Republicano de Trump para promover sanciones contra autoridades brasileñas, incluidas las que juzgan a su padre.
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Crisis diplomática
El juicio al expresidente brasileño ha generado una crisis diplomática entre Washington y Brasilia.
Trump ya anunció aranceles del 50 % a las exportaciones brasileras a partir de 1 de agosto por lo que considera una “caza de brujas” contra el expresidente y Lula ha amenazado con medidas recíprocas.
Esta semana, la fiscalía brasileña pidió la condena de Bolsonaro por supuestamente liderar una conspiración fallida para impedir la asunción de Lula.
Los esfuerzos del Supremo de Brasil por regular las redes sociales también son rechazados por el gobierno Trump.
En 2024 Moraes bloqueó temporalmente X en todo Brasil hasta que la red cumpliera su orden de eliminar las cuentas acusadas de difundir desinformación.
Posteriormente, el magistrado ordenó suspender Rumble porque esta plataforma para compartir videos, popular entre los conservadores y la extrema derecha, se negaba a bloquear la cuenta de un usuario residente en Estados Unidos que era buscado por difundir desinformación.
El Tribunal Supremo Federal de Brasil “creó un complejo de persecución y censura tan amplio que no solo viola los derechos básicos de los brasileños, sino que también se extiende más allá de las fronteras de Brasil para tomar como blanco a los estadounidenses”, dijo el viernes el secretario de Estado Marco Rubio al anunciar las sanciones a Moraes y otros jueces.
Fuente: AFP.