El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, supervisó un ejercicio que simuló un “contrataque nuclear”, informó la agencia de noticias estatal KCNA este martes.
Las maniobras tuvieron lugar el lunes, según este medio. Antes, el ejército surcoreano había anunciado que el Norte había lanzado varios misiles balísticos de corto alcance, unos disparos confirmados también por Japón.
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El ejercicio se realizó con “unidades de cohetes múltiples supergrandes”, que “alcanzaron su objetivo” a unos 352 kilómetros, señaló la agencia KCNA.
Este medio afirmó que Kim “apreció el gran acierto y precisión” de los cohetes.
El ejército surcoreano dijo el lunes que los misiles fueron disparados desde la zona de Pyongyang y recorrieron unos 300 kilómetros antes de caer en el mar al este de la península de Corea.
Este es el segundo lanzamiento en menos de una semana de parte de Corea del Norte, que el viernes probó una “ojiva supergrande” diseñada para un misil de crucero estratégico, dijo la prensa estatal.
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Estas pruebas ocurren después de que Rusia, aliado cercano de Pyongyang, usara en marzo su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para terminar con el panel de expertos encargado de controlar las sanciones contra el programa nuclear y armamentístico de Corea del Norte.
Fuente: AFP
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Tomar el desayuno y correr al búnker en 90 segundos
Cuando empiezan a sonar las sirenas de alerta sobre los cielos de Tel Aviv, la familia Weisman y millones como ellos buscan refugio de los misiles en camino y hoy continúan recogiendo los escombros de sus vidas.
Vera Lucía Papaterra, de origen dominicano, reportera del periódico estudiantil The Independent Florida Alligator (Gainesville, EE. UU.) busca ser una corresponsal internacional y fue invitada a Israel por la agencia de noticias del Medio Oriente para el mundo hispano parlante, Fuente Latina, para adentrarse a lo más profundo de un país que sigue en guerra pero que una vez más, da muestra de resiliencia, tras los ataques sufridos desde Irán, semanas atrás.
Una de sus entrevistadas fue una mujer israelí residente en Tel Aviv, Hadar Weisman, quien le relata como es la vida casi cotidiana bajo el sonar de las sirenas.
El decir por favor y gracias. Cómo usar cubiertos. Respetar a los mayores. A esa lista de lecciones básicas, la israelí Hadar Weisman añadió una que sus hijos repiten sin dudar: qué hacer en los 90 segundos después de que suenan las sirenas que indican que algún o varios misiles vienen en camino.
El 22 de junio de 2025 fue uno de esos días. En la llamada “Guerra de los doce días”, Israel y Estados Unidos habían atacado instalaciones nucleares iraníes e Irán había devuelto el fuego, lanzando decenas de misiles contra Israel. Varias zonas residenciales de Tel Aviv y en otras ciudades resultaron impactadas; 30 personas fallecieron y al menos 23 personas quedaron heridas. En Tel Aviv resultaron con daños severos varios edificios de Ramat Aviv,incluido el de Weisman. Fue una mañana de concreto roto y vidrios pulverizados que dejó a miles de israelíes sin casas, aunque con vida.
Misma sirena, diferente final
Aquella mañana, a las 7:23, tocaron a la puerta de Weisman. Eran los repartidores de un gavetero que había pedido una semana antes. Lo pusieron en el dormitorio. Apenas salieron, sonó la alerta. “Estamos muy acostumbrados a entrar al cuarto seguro”, cuenta Weisman. “Con los niños lo hacemos desde antes del 7 de octubre (del 2023 cuando terroristas de Hamás atacaron Israel)”.
Todos en casa de Weisman estaban ya vestidos y despiertos por el ruido de los obreros, así que caminaron con calma hacia la mamád, la habitación reforzada que muchos israelíes tienen en sus casas para protegerse de los misiles. El impacto llegó minutos después. El misil cayó entre los edificios de la cuadra. Ninguna estructura recibió un golpe directo, pero el golpe de la onda expansiva convirtió la casa en escombros. “Todo el edificio se sacudió y se cortó la luz”, recuerda Weisman, doctora en economía y profesora de microeconomía en la Universidad de Tel Aviv que vivía en ese apartamento desde 2019. “Nos quedamos 45 minutos en la oscuridad, sin saber qué habría cuando abriéramos la puerta”.
Sentados con una bolsa de caramelos
Dentro del cuarto seguro, un detalle dominguero: la tapa plástica del conducto del aire acondicionado salió volando y por ahí entraron polvo y residuos del edificio tras el impacto. Sentados en un colchón, con el teléfono en una mano y una bolsa de caramelos en la otra, los padres usaron el tiempo para hacer llamadas y tranquilizar a los niños. El mayor, de nueve años, lloró pensando en sus juguetes.
El impacto en el más pequeño, su hijo de tres años y medio, se mide más allá de una preocupación por sus cosas. En sí, el niño siempre pregunta la ubicación del cuarto seguro —como quien pregunta por el baño— cuando llega de visita a una casa desconocida. “Es una forma de vida y no debería serlo”, dice visiblemente emocionada Weisman. “No es manera de criar a nuestros hijos”.
Afuera, el grupo de WhatsApp del edificio se convirtió en un mapa humano. Vecinos reportaban quién estaba adentro y quién estaba en la calle para que los equipos de rescate no perdieran tiempo en búsquedas inútiles. Policías, bomberos y la unidad de rescate de la Fuerza de Defensa israelí subieron piso por piso. Forzaron la puerta acorazada del quinto piso, que quedó doblada, del apartamento de los Weisman. “Menos mal que esperamos”, dice. “Si hubiéramos intentado salir, el corredor estaba cubierto de muebles y cosas caídas. Nos habrían caído encima”.
Hay que mantener la rutina
El edificio de Weisman es uno de los más nuevos en el barrio y sus cimientos resistieron mejor que otros. Otros en la cuadra, no tanto. La familia pasó dos semanas en un hotel y luego consiguió un subarriendo en el mismo barrio para que los niños siguieran asistiendo a su misma escuela y su kínder. “Volveremos, dicen que para Pascua”, explica, con ese optimismo que nace de una rutina resistente. “Creo que será más tarde, quizá en julio”, añade con una sonrisa corta, como quien ya aprendió a negociar con la incertidumbre.
El ataque del 22 de junio fue parte de una escalada de doce días que cruzó fronteras y agendas políticas. Para Weisman, sin embargo, la política se traduce en una caminata sabatina. Ella asiste cada sábado a las manifestaciones por la paz que se llevan a cabo en la avenida Begin de Tel Aviv, donde discurso tras discurso pide el fin de la guerra y el retorno de todos los rehenes. “Voy desde antes de octubre”, cuenta, refiriéndose al 7 de octubre del 2023. “Esto no puede seguir así. Incluso si alguien creyó que al principio había justificación, ya no se ve un final ni resultados positivos. Es la forma equivocada de hacer las cosas”.
Su crítica tiene varios destinatarios. A su gobierno, que a su juicio no ha ofrecido una salida real ni ha priorizado un acuerdo para los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre. A Hamás, “una organización terrible, mala para Israel y aún peor para los gazatíes”. Y a cualquiera que crea que “disparar es mejor que hablar”, o que la vida de alguien vale menos que “un pedazo de tierra”. “Es inexcusable porque es obra humana”, dice Weisman, y la frase le tiembla en la garganta.
La confianza, admite, ya estaba dañada antes de octubre. “Siguen intentando cambiar el Estado de derecho en medio de la guerra”, señala Weisman sobre las modificaciones constitucionales que el gobierno trata de implantar para fortalecer los poderes ejecutivos y legislativos a expensa del judicial, algo que ha creado malestar en sectores de la sociedad israelí. Weisman escucha rumores sobre comicios, sospechas de fraude y un clima que erosiona las instituciones. Aun así, la decisión íntima no es simple. “Si nos paramos y decimos que esto es demasiado y nos vamos, ¿quién se queda? ¿Los que creen que esto está bien? Tampoco quiero que mi hijo cargue con esto”. Lo discuten en casa, una y otra vez.
Como casas de muñecas
Al volver a su apartamento en ruinas para recoger papeles y ropa, Weisman mira por la ventana y ve fachadas abiertas como casas de muñecas. Luego baja la mirada al pasillo, donde antes no se podía caminar sin tropezar, y recuerda la lección que repite a los niños: Hay una alarma. Se hace lo que toca. La vida va primero. “Estamos bien”, les dice. “La casa es solo cosas”.
La normalidad se despega a veces en pequeños gestos. Volver al subarriendo con mochilas y bolsas. Hacer la tarea de matemática. Preparar una cena sencilla. Y sí, repetir las reglas: por favor y gracias, respetar a los mayores, así se agarra un tenedor. Y esa otra, más urgente y aprendida a la fuerza, que suena como un juego pero enseña a sobrevivir: Sirenas en el aire. Un minuto y medio. Respira. Vete al búnker. Cierra su puerta reforzada. Espera. Vuelve a salir. Sigue adelante.
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Corea del Norte abre enorme resort de playa
Corea del Norte abrió un enorme resort de playa en su costa este, informó el miércoles la prensa estatal sobre este proyecto predilecto del líder Kim Jong Un que este mes debe recibir visitantes rusos. Denominado el “Waikiki Norcoreano” por la prensa surcoreana, el Área Turística Costera de Wonsan Kalma tiene capacidad para casi 20.000 personas, según Pyongyang, que lo ha destacado como “un resort cultural de clase mundial”.
La zona turística abrió el martes para visitantes locales, según la agencia oficial KCNA, que publicó imágenes de los turistas en coloridos trajes de baño en la playa. Norcoreanos de todo el país acudieron al sitio “llenos de alegría por experimentar un nuevo nivel de civilización”, informó KCNA.
Los visitantes quedaron “sorprendidos por la grandeza y esplendor de la ciudad turística, donde más de 400 (...) edificios diseñados artísticamente se yerguen en armonía junto a la playa de arena blanca”, agregó. La agencia surcoreana Yonhap indicó que un grupo de turistas rusos visitará la zona norcoreana el 7 de julio.
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Kim declaró la semana pasada que la construcción del sitio es “uno de los grandes éxitos del año”, y que el Norte construirá más zonas turísticas “en el plazo más breve posible”. Sin embargo, dados los escasos vuelos internacionales, es probable que el turismo extranjero en el nuevo resort “permanezca a escala pequeña”, según el Ministerio de Unificación surcoreano.
Señaló que Corea del Norte ve el turismo como una importante fuente de divisas, y que podría haber recibido ayuda rusa para su construcción a cambio de apoyo en la guerra contra Ucrania. El turismo ha sido limitado en Corea del Norte incluso antes de la pandemia, con unos 5.000 visitantes occidentales por año y también un contingente más numeroso de turistas chinos.
Fuente: AFP.
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Tras bombardeos a tres plantas, EE. UU. asegura haber “devastado” el programa nuclear iraní
Estados Unidos afirma haber “devastado el programa nuclear iraní” en ataques que Irán promete vengar, en el décimo día de una guerra entre la República Islámica e Israel que tiene en vilo al mundo.
Washington dice tener un objetivo declarado: impedir que Teherán se dote del arma atómica pero niega buscar la caída del régimen de los ayatolás, con el que lleva casi medio siglo enemistado.
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Después de días de tira y afloja el presidente Donald Trump ordenó atacar las plantas nucleares de Fordo, oculta bajo una montaña, Natanz e Isfahán, y cantó victoria.
“Han sido completamente y totalmente destruidos”, se felicitó Trump en un discurso a la nación, aunque su jefe del Estado Mayor, general Dan Caine, considera que es “demasiado pronto” para evaluar con precisión el alcance.
En Teherán, periodistas de la AFP oyeron en toda la ciudad el rugido de los aviones sobrevolando la capital.
Prometen venganza
“¡Venganza, venganza!” gritaron manifestantes con los puños en alto mientras el presidente iraní, Masud Pezeshkian, intentaba abrirse paso entre la multitud en una céntrica plaza de Teherán.
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, afirma que han “devastado el programa nuclear iraní” durante la operación “Martillo de Medianoche” en la que, según el general Caine, intervinieron siete bombarderos furtivos B-2.
Los bombardeos causaron heridos, pero “ninguno” con señales de “contaminación radioactiva”, afirmó el Ministerio de Salud iraní, sin precisar cuántos.
Pese al ataque, Trump y su gabinete repiten que Washington “busca la paz” y recomiendan a Irán que tome “ese camino”.
“Los estadounidenses tienen que recibir una respuesta a su agresión”, advirtió el presidente iraní.
Estados Unidos dejó la puerta abierta a la República Islámica, con la que negociaba un acuerdo sobre su programa nuclear antes de que Israel lanzase su ofensiva aérea el 13 de junio.
“No estamos en guerra contra Irán, estamos en guerra contra el programa nuclear iraní”, declaró a ABC el vicepresidente JD Vance.
Lo repitió el jefe de la diplomacia Marco Rubio.
“Si lo que quieren son reactores nucleares para tener electricidad, hay muchos otros países en el mundo que lo hacen y no tienen que enriquecer su propio uranio, pueden hacerlo”, declaró a Fox News pese a considerar que “el mundo hoy es más seguro y estable que hace 24 horas”.
La respuesta
“Aunque se destruyan las instalaciones nucleares, el juego no ha terminado, los materiales enriquecidos, el conocimiento autóctono y la voluntad política se mantienen”, afirmó Ali Shamkhani, un consejero del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei.
Son horas de tensión. Medios iraníes dan cuenta de “una fuerte explosión” en la provincia de Bushehr, en el sur de Irán, que alberga la única central nuclear del país.
La agencia de prensa estatal Irna informó del lanzamiento de 40 misiles contra Israel, con un saldo de al menos 23 heridos, según los servicios de emergencia israelíes.
En Ramat Aviv, un barrio residencial de Tel Aviv, parte de los edificios quedaron destruidos por los misiles iraníes. “No queda nada”, dijo a la AFP Aviad Chernichovsky.
El ejército israelí indicó que sus cazas atacaron “decenas” de posiciones militares en todo Irán, incluido por primera vez un emplazamiento de misiles de largo alcance en Yazd, en el centro del país.
Algunos israelíes albergan la esperanza de que el ataque estadounidense sea un punto de inflexión en la guerra.
“Israel por sí solo no podría parar [la guerra] [...] y llevaría más tiempo”, comentó a la AFP en Jerusalén, Claudio Hazan, un ingeniero informático de 62 años.
China, Rusia y Omán piden desescalada
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abás Araqchi estima por el contrario que Estados Unidos e Israel decidieron “volar por los aires” las negociaciones.
En los últimos diez días, los bombardeos israelíes golpearon cientos de instalaciones militares y nucleares iraníes y mataron a militares de alto rango y científicos implicados en el programa nuclear.
Irán respondió con misiles y drones, la mayoría interceptados por los sistemas de defensa aérea israelíes.
Según el último balance del Ministerio de Salud iraní, más de 400 personas murieron y más de 3.000 resultaron heridas.
Los ataques de represalia iraníes han dejado al menos 25 muertos en Israel, según las autoridades de este país.
China, Rusia y Omán condenaron los ataques de Estados Unidos y Arabia Saudita pidieron una desescalada. Irak y Catar advirtieron del riesgo de desestabilización regional.
La Unión Europea instó a todas las partes a dar un paso atrás.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una reunión de emergencia este domingo.
Las autoridades nucleares de Irán, de Arabia Saudita y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) no han detectado niveles de radiación preocupantes tras el ataque de Estados Unidos.
A partir de ahora todos los escenarios son posibles.
Los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, advirtieron a Estados Unidos que “espere represalias” tras los bombardeos, considerada una “declaración de guerra” por los rebeldes hutíes de Yemen, aliados de Teherán.
Fuente: AFP
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Irán lanza misiles hipersónicos en un nuevo ataque contra Israel, reporta la televisión estatal
Irán lanzó el miércoles misiles hipersónicos en una nueva ola de ataques contra Israel, informó la televisión estatal, en el sexto día de guerra entre los dos países.
Misiles hipersónicos Fattah “penetraron con éxito las defensas del régimen israelí”, declaró la televisión.
El ejército israelí anunció poco antes de haber detectado disparos de misiles desde Irán.
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Los misiles hipersónicos representan una amenaza significativa debido a su velocidad, maniobrabilidad y capacidad para penetrar defensas antimisiles.
Estas armas, que viajan a velocidades superiores a Mach 5 (cinco veces la velocidad del sonido), pueden cambiar de trayectoria durante el vuelo, lo que dificulta su interceptación por sistemas de defensa tradicionales.
- Fuente: AFP
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