La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) informó el viernes que mantenía inmovilizados todos los aparatos 737 MAX 9 a la espera de que Boeing suministre más información sobre el incidente ocurrido con un avión de este modelo, operado por Alaska Airlines. “Para la seguridad de los viajeros estadounidenses, la FAA mantendrá los Boeing 737-9 MAX en tierra hasta que se lleve a cabo una inspección exhaustiva y de mantenimiento y los datos de las investigaciones sean revisados”, dijo el organismo en un comunicado.

El 5 de enero, un vuelo de Alaska Airlines tuvo que ejecutar un aterrizaje de emergencia después de la explosión de un panel del fuselaje cuando el avión sobrevolaba el estado de Oregón, en el oeste de Estados Unidos. No hubo víctimas mortales ni heridos graves.

El regulador estadounidense abrió una investigación sobre el incidente, un nuevo revés para el fabricante, sobre todo con el 737 MAX. Los peores accidentes con este modelo ocurrieron en un vuelo de Lion Air en octubre de 2018 y otro de Ethiopian Airlines en marzo de 2019 que causaron la muerte de 346 personas en total. Tras estos siniestros, los aparatos 737 MAX de Boeing estuvieron en tierra en todo el mundo durante 20 meses.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Lea más: El método Bukele: “No es soplar y hacer botellas”

Falla en las inspecciones

Boeing aún investiga qué falló el viernes en el incidente de un avión de Alaska Airlines que pudo terminar en catástrofe, dijo su presidente, Dave Calhoun, el miércoles. Calhoun, en su primera entrevista con medios desde que una pieza de un Boeing 737 MAX de Alaska Airlines se salió en pleno vuelo dejando un agujero en el aparato, dijo que la empresa quiere saber cómo se produjo la falla.

“Queremos saber que falló en nuestras inspecciones”, sostuvo el ejecutivo en diálogo con CNBC. El viernes por la noche, pilotos de Alaska Airlines realizaron exitosamente un aterrizaje de emergencia sin víctimas ni heridas mayores luego de que una pieza conocida como “enchufe de puerta” se despegó del fuselaje. Se trata de una puerta obstruida expresamente.

Boeing propone a sus clientes sellar algunas puertas en los MAX 9 cuando el número de salidas de emergencia disponibles es suficiente en relación al número de lugares en el avión. Imágenes de video del incidente muestran un enorme agujero en uno de los lados del avión de Alaska Airlines y máscaras de oxígeno cayendo en la cabina, que se despresurizó repentinamente.

Calhoun, quien prometió “completa transparencia” sostuvo que un episodio de este tipo “no puede volver a ocurrir”. Las autoridades de aviación estadounidenses dejaron en tierra a 171 de los 218 MAX 9 en circulación para proceder a inspeccionarlos. Desde este episodio, tanto United Airlines, que tiene la mayor flota de este aparato con 79 unidades, como Alaska Airlines, reportaron que algunos bulones necesitaban ser ajustados.

Lea también: Brasil recibe el submarino Humaitá

Componentes sueltos

Las aerolíneas estadounidenses United y Alaska Airlines informaron del hallazgo de “componentes sueltos” en algunos de sus aviones Boeing 737 MAX 9 durante las inspecciones preliminares ordenadas después de que un aparato de ese modelo perdiera una ventanilla en pleno vuelo.

Los descubrimientos se producen mientras la Administración Federal de Aviación (FAA) sigue investigando qué causó el viernes la explosión de un componente denominado tapón de puerta en un avión de pasajeros de Alaska Airlines, que le obligó a aterrizar de emergencia.

United ha “encontrado casos que parecen estar relacionados con problemas de instalación en el tapón de la puerta, por ejemplo, tornillos que necesitaban un apretón adicional”, dijo la compañía. Con 79 aviones MAX 9, United posee la mayor flota de la aeronave en cuestión.

Horas más tarde, Alaska Airlines anunció que su personal había descubierto que “había componentes sueltos visibles en algunos aviones”. AeroMexico, que suspendió 19 aviones, dijo también el lunes estar en su “fase final” de inspecciones y agregó que esperaba que todos los MAX 9 de su flota “vuelvan a operar en los próximos días”.

El panel que se desprendió en pleno vuelo hizo resurgir cuestiones de seguridad en momentos en que el fabricante contaba con recuperar su reputación. Las acciones de Boeing en la bolsa cayeron más de 8 % y presionaron al índice Dow Jones.

El viernes, el vuelo 1282 de Alaska Airlines despegó del aeropuerto de Portland y poco después la tripulación informó de un “problema de presurización”, según la FAA. El avión regresó rápidamente a Portland. Imágenes publicadas en las redes sociales mostraron un enorme agujero donde había estallado el panel lateral, con máscaras de oxígeno de emergencia colgando del techo. Los inspectores se mostraron agradecidos de que el incidente no resultara en víctimas fatales o heridos de gravedad.

“Inspecciones reforzadas”

La FAA anunció la aprobación de una hoja de ruta para nuevas inspecciones incluyendo los seguros, componentes y elementos de fijación de las puertas laterales. “Las aeronaves Boeing 737-9 permanecerán en tierra hasta que los operadores completen las inspecciones reforzadas”, dijo la FAA en la red social X.

Las autoridades de la aviación civil pidieron que las aerolíneas cumplan con nuevos protocolos de inspección para las naves con configuraciones similares a la del 737 MAX 9. Mientras avanzan las investigaciones, analistas han apuntado que el fallo puede deberse a un defecto de control de calidad o de fabricación.

Boeing ha entregado hasta ahora unos 218 aviones 737 MAX, según informó la compañía a la AFP. El área del avión afectada en el incidente fue el tapón de una puerta, un panel usado para sellar una salida de emergencia innecesaria en aviones con configuraciones de asientos más pequeñas.

Otro revés para Boeing

El panel de la puerta que se desprendió fue hallado por un profesor de escuela en el patio de su casa en Oregon, oeste de Estados Unidos. Según pasajeros citados por la prensa estadounidenses, a un adolescente que iba sentado en la fila del incidente la descompresión le arrancó la camisa, causándole heridas leves.

Este incidente “revela un importante desafío cultural” en el seno de Boeing, según Richard Aboulafia, director de la consultora AeroDynamic Advisory. “Tienen que cambiar”, dijo el analista. “No pueden tambalearse de crisis en crisis”. El incidente es el último revés para el fabricante, en particular sobre el 737 MAX.

Los peores fueron dos accidentes -de un vuelo de Lion Air en octubre de 2018, y de un vuelo de Ethiopian Airlines en marzo de 2019- que causaron la muerte de 346 personas en total. Los aviones 737 MAX de Boeing estuvieron en tierra en todo el mundo durante 20 meses tras una prohibición después de estos siniestros.

A última hora del domingo el presidente ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, fijó una reunión de seguridad con todos los empleados para el martes en la fábrica de la compañía en el estado de Washington, y canceló una cumbre de la dirección. Analistas de la industria consideraron que el asunto parecía ser un problema de control de calidad más que un tema de diseño que pueda requerir una revisión de los aviones.

Pero incluso si el impacto financiero directo queda contenido, el incidente marca el peor episodio de un problema de seguridad en vuelo desde los mortales accidentes del MAX en 2018 y 2019, y Boeing podría enfrentar demoras en las aprobaciones gubernamentales de nuevos aparatos o de las reparaciones propuestas, estimaron analistas.

Fuente: AFP.

Dejanos tu comentario