Un alcalde y cinco indígenas asesinados en jornada violenta en suroeste de Colombia
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Un alcalde y cinco indígenas fueron asesinados en dos hechos separados este viernes, en una violenta jornada de vísperas de navidad en el departamento colombiano de Cauca (suroeste), donde abundan las plantaciones de hoja de coca y marihuana, informaron autoridades. El alcalde de Guachené (suroeste), Elmer Abonía Rodríguez, fue asesinado en la noche por desconocidos en una zona rural del municipio, informó en la red social X (antes Twitter) la fiscalía, que “destacó un equipo especializado para determinar las posibles responsabilidades”.
Horas antes, en la madrugada, una comunidad indígena del pueblo nasa se vio sacudida por la masacre de cinco de sus miembros, incluida una menor de 15 años, en el vecino municipio de Santander de Quilichao, a unos 20 kilómetros.
Hacia las 04H00 (09H00 GMT) hombres armados irrumpieron en la casa del profesor Jhon Freiman Ramos y dispararon contra su familia. Además del docente, fallecieron su esposa Yisel Menza y su hija menor de edad, Jelen Ramos, según un boletín de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, que también lamentó el asesinato de otros dos hombres en el mismo resguardo.
La zona concentra grandes extensiones de narcocultivos y en ella operan disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que negocian con el presidente Gustavo Petro luego de rechazar el acuerdo de paz de 2016.
El gobierno de Petro, el primero de izquierda en Colombia, pretende extinguir por completo el último conflicto armado interno del continente mediante diálogos de paz o beneficios penales a los grupos del narco que acepten desmantelar “pacíficamente” el negocio. Sin embargo, su llamada política de “Paz Total” todavía no logra detener la espiral de violencia que envuelve al país luego del desarme de las FARC.
Electo en 2019 por el Partido Liberal, el alcalde Abonía Rodríguez estaba a punto de finalizar su periodo, que va hasta el 31 de diciembre. Según la prensa local fue baleado al término de un acto público en un poblado rural llamado Cabito.
En septiembre el mandatario denunció una “compleja situación de orden público” y pidió “apoyo del gobierno y la fuerza pública” en una entrevista con la televisora RCN, a propósito de la muerte de una niña durante un cruce de disparos en Guachené. “Las capacidades del municipio son insuficientes”, reclamó entonces. Ese mismo mes fue asesinado el concejal del municipio William Fory, que buscaba la reelección.
Desde enero las muertes de violencia política han aumentado casi continuamente, rompiendo la tendencia de descenso que traían desde finales de 2020, según la ONG Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC). El llamado Estado Mayor Central, el principal grupo disidente de las FARC que opera en la zona, acordó a comienzos de año un cese al fuego con las fuerzas estatales. La tregua se mantiene a pesar de varias violaciones al cese al fuego.
“Para nosotros es muy delicada la situación. Ya hemos tenido durante los últimos cuatro años situaciones contra la vida de líderes comunitarios indígenas, profesores y bienes sociales en el sector. Hacemos un llamado para que los crímenes se esclarezcan”, dijo a Blu Radio la alcaldesa de Santander de Quilichao, Lucy Amparo Guzmán.
Expresidente colombiano Uribe sentenciado a 12 años de prisión
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El expresidente colombiano Álvaro Uribe fue sentenciado a 12 años de prisión domiciliaria por soborno y fraude procesal, en una decisión histórica que lo convierte en el primer exmandatario condenado y privado de la libertad en el país.
El líder de la derecha colombiana, de 73 años, recibió la máxima pena posible, en una audiencia a la que asistió de manera virtual y visiblemente molesto.
La jueza Sandra Heredia aseguró que la sentencia es de aplicación “inmediata” para evitar que Uribe quiera “eludir” la pena y abandone el país.
“¡Justicia arrodillada!”, “¡Jueza corrupta!”, gritaba una treintena de personas a las afueras del juzgado en Bogotá. El partido de Uribe, Centro Democrático, convocó a marchas el 7 de agosto en defensa de “un hombre inocente”.
Uribe también fue inhabilitado para ejercer cargos públicos durante más de ocho años y deberá pagar una multa equivalente a unos 837.000 dólares.
El popular expresidente, que gobernó Colombia entre 2002 y 2010, fue hallado culpable el lunes de obstruir a la justicia y manipular a testigos para evitar que lo vincularan con los paramilitares, escuadrones de ultraderecha responsables de numerosos crímenes atroces contra civiles durante el conflicto armado.
Su defensa ya anunció que impugnará un fallo que considera politizado y bajo presión de la izquierda en el poder.
Horas antes de conocer su pena, Uribe aseguró en la red X que preparaba su apelación, refugiado en sus seres queridos y “fundamentalmente la oración”.
“De la peor manera”
Al comienzo de la audiencia, la jueza se quejó de que el veredicto se hubiera filtrado a la prensa anticipadamente y aseguró que uno de los hijos del mandatario contribuyó a darla a conocer.
“Protesto enérgicamente por este tratamiento a mis hijos. Usted me ha tratado a mí de la peor manera. Se lo he respetado, pero no le acepto que se meta con mi familia”, arremetió el mandatario al cortar la intervención de la magistrada.
“¿Se puede callar, señor Uribe?”, le respondió Heredia
Cuando los abogados de la defensa apelen, el caso pasará al Tribunal Superior de Bogotá, que tiene hasta el 16 de octubre para ratificar la condena o revocarla y absolverlo. Si excede esa fecha, el proceso será archivado.
Todo inició en 2012, cuando Uribe demandó al senador de izquierda Iván Cepeda ante la Corte Suprema de Justicia por asegurar que paramilitares encarcelados decían tener nexos con el exmandatario.
En 2018 la corte dio un giro y empezó a investigar al expresidente por manipular a testigos para perjudicar a Cepeda.
Dos años después, Uribe, que entonces era senador, renunció al Congreso en una maniobra que le hizo perder sus fueros, por lo que el caso pasó a la justicia ordinaria.
En 2024 empezó el juicio y finalmente la jueza determinó que Uribe estuvo detrás de una estrategia para que los testigos cambiaran sus versiones con presiones.
Álvaro Uribe, el primer expresidente colombiano condenado por vínculo paramilitar
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Con su puño de hierro contra las guerrillas, el expresidente colombiano Álvaro Uribe amasó una popularidad a prueba de balas. Pero una histórica condena le hace mella al líder de la derecha cuestionado por sus presuntos vínculos con paramilitares. El político que gobernó el país entre 2002 y 2010 fue declarado culpable de sobornar testigos para que atestiguaran a su favor sobre su participación de estos escuadrones de ultraderecha. Es el primer expresidente del país condenado por la justicia penal.
Hijo de un hacendado y nacido hace 73 años en Medellín, Uribe llegó al poder cuando el país ardía por el enfrentamiento entre guerrilleros, paramilitares y fuerzas del Estado. Logró una cuestionada reforma constitucional que le permitió reelegirse y gobernar ocho años consecutivos, en los que se convirtió en el verdugo de las extintas FARC, a las que acusa de haber matado a su padre.
De hablar pausado y oratoria convincente, también es conocido por acaloradas declaraciones y una famosa llamada telefónica filtrada a la prensa, en la que insulta a su interlocutor y amenaza con golpearlo. De la mano de Estados Unidos, con el Plan Colombia como brazo financiero y militar, lanzó una ofensiva sin precedentes contra las FARC.
“A esos bandidos les llegó la hora de la derrota total”, dijo en 2003 Uribe, que también fue senador (1986-1994 y 2014-2020) y gobernador del departamento de Antioquia (1995-1997). Al tiempo que mejoró la percepción de seguridad, su gobierno fue cuestionado por miles de asesinatos cometidos por militares durante la lucha contra las guerrillas.
Han sido documentados más de 6.000 “falsos positivos”, civiles acribillados y vestidos como guerrilleros para inflar resultados de combate y recibir recompensas. De las ocho millones de víctimas que por entonces dejaba el conflicto armado -entre desplazados, muertos y heridos-, el 40% se registraron durante su mandato.
Líder de la derecha
Con una popularidad que rondó el 80% durante su gobierno, Uribe abandonó el poder en 2010, después que la justicia vetara un referéndum para postularse a un tercer mandato consecutivo. El dirigente que se precia de no saber bailar ni cantar, ni contar chistes y ser adicto al trabajo, nunca pensó en el retiro. Tras su salida de la presidencia, regresó al Congreso y rompió récords: en 2018 se convirtió en el senador más votado en la historia colombiana y prometió servir al país “hasta el último día” de su vida.
Así se reafirmó como padre de la derecha moderna al frente del partido Centro Democrático, bastión opositor y semillero de sus herederos políticos. Pese a escándalos de corrupción, espionaje y vínculos con paramilitares que enredan a su círculo cercano, en marzo amasaba una popularidad del 52%, según una encuesta de Bloomberg.
Uribe podría enfrentar una pena de hasta 12 años de prisión. Este juicio es el más sonado y politizado de las últimas décadas en el país, y es la punta del iceberg de otras investigaciones sobre sus nexos con los paramilitares antiguerrillas que entregaron las armas bajo su gobierno, en una controvertida negociación.
De baja estatura y cabello blanco, Uribe es una figura que divide a los colombianos. Pero hasta los más críticos ven en él un actor clave en la desmovilización de las FARC tras ocho años de golpearlas sin clemencia. Estuvo detrás de la elección de su sucesor, Juan Manuel Santos (2010-2018). Pero entonces ocurrió lo impensable: Santos, que luego ganaría el Nobel de la Paz, decidió negociar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y Uribe lo acusó de traición.
En 2014, tomó las riendas de la oposición desde el Senado y orquestó la elección de su delfín Iván Duque (2018-2022). Desde entonces ha cosechado apoyo con su rechazo al acuerdo que desarmó a las FARC, y más recientemente con sus críticas al primer gobierno de izquierda de Colombia, del exguerrillero Gustavo Petro.
De origen liberal y formado en Derecho, con estudios en Harvard, Uribe llegó al poder en primera vuelta electoral con un discurso radical. El conflicto interno había entrado en un período crítico por el fracaso de una tentativa de paz con las FARC, la arremetida paramilitar y un boyante negocio del narcotráfico.
“Uribe supo aprovechar el miedo que la sociedad colombiana sentía frente a la violencia y la inseguridad para legitimar un proyecto político basado en la mano firme del Estado” que llamó “seguridad democrática”, dice la politóloga de la Universidad de Los Andes, Laura Wills-Otero. Sobrevivió a 15 atentados. El día de su posesión, las FARC atacaron con cohetes la sede presidencial. Amante de los caballos y siempre protegido por un robusto esquema de seguridad, es reservado sobre su vida familiar. Es casado y tiene dos hijos empresarios.
Fomentando el cine andino en Francia con “Otros Ojos”
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Por David Sánchez, desde Annecy (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
En el marco del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy 2025, celebrado del 8 al 14 de junio, Arnaud Miquel, agregado audiovisual para los países andinos desde la Embajada de Francia en Colombia, presentó Otros Ojos, un ambicioso programa que promete transformar el acceso al cine en Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú. Durante una entrevista realizada en Annecy, Miquel explicó que esta iniciativa, financiada por el Fondo Equipo Francia, no solo busca formar nuevos públicos escolares, sino también impulsar la animación regional y fortalecer de manera integral la industria audiovisual andina.
- ¿Podría explicarnos en qué consiste su función como agregado audiovisual en Colombia?
- Soy agregado audiovisual para los países andinos, desde el puesto de la embajada de Francia en Colombia. La embajada de Francia, en varios países, depende del Ministerio de Asuntos Exteriores, y en algunas de estas embajadas hay agregados audiovisuales, que a veces están asignados a un solo país o a varios. En Sudamérica, los agregados son regionales. Por ejemplo, Antoine Seillière está en Buenos Aires y cubre Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay. Yo estoy en Bogotá y me encargo de los países andinos: Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú.
Mi función es facilitar los vínculos entre estos cinco países y Francia, pero también entre ellos, para fomentar coproducciones, mejorar la formación, reforzar la industria audiovisual local. Somos una especie de punto de referencia para tratar de conectar socios y mejorar el contexto local.
- ¿Qué cubre exactamente el campo audiovisual en su trabajo?
- Casi todo lo que tenga que ver con imágenes en movimiento. Trabajamos con el cine, con la televisión, con la exportación de programas. También con el videojuego y la creación inmersiva. A veces, incluso con el valor de los medios, la libertad de prensa y la lucha contra la desinformación. Además, algunos agregados audiovisuales también se involucran en la música, porque es una industria cultural importante. En resumen, nuestro trabajo es un poco como el de un agregado para industrias culturales.
- ¿Cuál es la misión principal de los agregados audiovisuales?
- Nuestra misión principal, sí, es servir a Francia. Trabajamos para el Estado francés, así que nuestro objetivo es promover las obras y la experiencia francesa en el extranjero. Organizamos festivales de cine francés, apoyamos a talentos franceses cuando son invitados a festivales. También colaboramos con festivales y eventos para facilitar la presencia francesa. Pero también apoyamos festivales en Francia, como Cinélatino en Toulouse o Biarritz Amérique latine, para que puedan recibir talentos latinoamericanos que presentan sus películas allá. El 90% de nuestras acciones están en los países donde estamos basados, pero siempre con un enfoque en la diversidad cultural y las colaboraciones futuras.
- ¿Con qué otras instituciones trabajan para llevar a cabo su labor?
- Trabajamos con muchas instituciones. En Francia, trabajamos con UniFrance, que promueve el cine francés en el extranjero. También con festivales, televisiones, radios, y medios públicos como France Médias Monde (France 24, RFI, CFI). Y por supuesto, hablamos con todo el mundo que tenga proyectos, tanto del sector público como privado.
Concierto durante la rueda de prensa con la presentación de Otros Ojos en Annecy. Foto: David Sánchez
- Cuéntenos sobre el proyecto financiado por el Fondo Equipo Francia que presentaron en Annecy.
- Es un programa que iniciamos hace aproximadamente un año. Es parte de un fondo especial del Ministerio de Asuntos Exteriores llamado “Fonds Équipe France”, que financia durante un máximo de dos años proyectos con impacto fuerte en sectores clave como cultura, agricultura, ecología o paz.
Nuestro proyecto fue diseñado con varios socios para responder al problema del decreciente número de jóvenes que van al cine en los países andinos. Esto afecta al ecosistema completo: exhibidores, productores, talentos. La idea fue dividir el proyecto en dos etapas.
- ¿En qué consiste la primera etapa del proyecto?
- La primera parte es la formación de jóvenes talentos de la animación, para darles herramientas que les permitan financiar y desarrollar proyectos con vida cultural y económica tanto local como internacionalmente. Para ello, trabajamos con M6 y el Campus internacional del SPA (Syndicat des Producteurs de l’Animation). Organizamos sesiones en Bolivia y Colombia sobre producción, distribución y guion. Dieciocho jóvenes fueron seleccionados y vinieron a Annecy a vivir una experiencia internacional y conectarse con el mundo de la animación.
- ¿Y la segunda etapa?
- La segunda parte es un programa de educación en imagen. Se llama “Autres regards”, y busca cambiar la forma en que los espectadores —y las instituciones— ven el cine local. Hay un problema: las películas colombianas, por ejemplo, se ven un poco en Colombia, pero casi nada fuera del país. Queremos crear un catálogo de películas de los cinco países andinos y de Francia que circule por salas de cine con público escolar.
- Es un modelo inspirado en el sistema francés. Financiamos proyectos piloto donde estudiantes van al cine no una, sino tres veces al año, dentro del horario escolar. La idea es que los niños vivan la experiencia del cine y que eso despierte su curiosidad, incluso si el cine es considerado caro en algunas poblaciones. A largo plazo, si un día tienen más recursos, podrían optar por ir al cine porque ya conocen y valoran la experiencia.
- ¿En qué países se implementa el programa actualmente?
- Hoy el programa está presente a nivel nacional en Colombia, Venezuela, Bolivia y Perú. En Ecuador, solo trabaja a nivel de la ciudad de Quito. Actualmente, lo financiamos desde la cooperación francesa, pero esperamos que el año próximo se sumen aliados locales —ministerios de Educación y Cultura— para que el proyecto pueda convertirse en política pública.
- ¿Hay reglas específicas sobre qué películas se pueden proyectar?
- Sí, hemos establecido una regla para esta primera edición: máximo un film nacional por país. La idea es que no se trate solo de promoción del cine nacional. Por ejemplo, en Colombia se puede mostrar un film colombiano, pero las otras dos proyecciones deben ser de otro país andino o de Francia. El catálogo lo forman películas cuyos productores y distribuidores han aceptado participar.
- ¿Podrías contarnos cómo se implementó el programa en Perú?
- En Perú decidieron trabajar con cines en el marco de festivales. Esto les permite valorizar los festivales existentes y, al mismo tiempo, beneficiarse de espacios disponibles, lo que también ayuda a reducir costos. Es un modelo interesante para adaptar el programa al contexto local.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
Declaran culpable al expresidente colombiano Uribe por soborno en juicio ligado a paramilitares
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Una jueza de Colombia declaró este lunes culpable al expresidente Álvaro Uribe de manipulación de testigos, en un juicio que lo convirtió en el primer exjefe de Estado en enfrentar un proceso penal en la historia del país sudamericano.
El político de derecha de 73 años, que gobernó entre 2002 y 2010, fue acusado de presionar y pagar a paramilitares encarcelados para que cambiaran testimonios que lo enlodaban.
Los grupos paramilitares surgieron en Colombia en la década de 1980 para combatir a las guerrillas marxistas.