Por Gabriel Chocron, analista israelí

Hace seis días el mundo vio la ideología radical de Hamás puesta en práctica. Centenares de terroristas armados que invadieron territorio israelí y comenzaron a masacrar a niños, ancianos, bebés, jóvenes y adultos. Quemaron casas con personas adentro. Ejecutaron a padres frente a los ojos de sus hijos.

Subieron fotos en las redes sociales tras asesinar a una anciana y transmitieron en vivo el secuestro de una familia. Y a pesar de que esta masacre abominable escapa a nuestra comprensión, no debería sorprendernos. Hamás nunca escondió sus verdaderas intenciones, aunque muchos miraran para otro lado.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Llamado a cortar cabezas

El 7 de mayo del 2021, el exministro de Interior de Hamás, Fathi Hammad, llamó públicamente en una multitudinaria marcha en Gaza a “cortar las cabezas de los judíos”. Eso fue exactamente lo que hicieron este fin de semana.

En su carta fundacional, el Hamás cita orgullosamente una frase de la tradición islámica que dice “Oh musulmán, hay un judío escondido, ven y mátalo”. Eso fue exactamente lo que hicieron este fin de semana. Por ejemplo, lo hicieron con Gina Smiatich, una anciana de 90 años que estaba escondida en un refugio cuando Hamás invadió su pueblo. Los terroristas la encontraron, la arrastraron al salón de su casa y la ejecutaron con un tiro en la cabeza.

El 10 de agosto del 2012, Ahmad Bahr, el vicepresidente del parlamento del Hamás, dijo durante un sermón en una mezquita “mátalos a todos. No dejes siquiera a uno”. Eso fue exactamente lo que hicieron este fin de semana. Por ejemplo, con la familia Kedem. Tamar y Yonatan y sus hijos Shajar, Arbel y Omer de entre 6 y 4 años fueron asesinados por terroristas de Hamás que entraron a su casa. No dejaron siquiera a uno vivo.

Partidarios del grupo terrorista palestino, realizaron demostraciones de apoyo como esta, en Beirut, capital de Líbano. AFP.

Deshumanizado

En el año 2011, el exministro de cultura de Hamás, Atallah Abu al-Subh, dijo que “los judíos son los seres más despreciables que se arrastran sobre la faz de la tierra”. Cuando los líderes deshumanizan de esta forma a un pueblo, no es de extrañarse que los seguidores hayan sido capaces de cometer tales atrocidades sin mostrar un atisbo de conciencia humana.

Hamás lleva años diciendo fuerte y claro en lo que cree. Pero nadie quiso escuchar. Israel lleva años enfrentándose al terrorismo salvaje de Hamás. Pero nadie quiso escuchar.

Cuando en 2014 miembros de Hamás secuestraron a tres jóvenes civiles israelíes de entre 16 y 19 años, los asesinaron a tiros y abandonaron sus cuerpos en un terreno baldío, el primer ministro Netanyahu dijo al mundo que Hamás había asesinado a tres jóvenes inocentes “con una crueldad indescriptible y sin siquiera pestañear”. Nadie quiso escuchar.

Este fin de semana volvimos a verlos actuar y masacrar “con una crueldad indescriptible y sin siquiera pestañear”.

Una partidaria de Hamás participa de una manifestación de apoyo al grupo terrorista cargando a un niño. AFP

“Héroes” que asesinan

Cuando terroristas de Hamás entraron a un café en el lugar más popular de Tel Aviv en el 2016 y comenzaron a disparar a mansalva contra niños, mujeres y hombres, el líder de Hamás Ismail Haniyeh dijo que los perpetradores del ataque eran “héroes”. Nadie quiso escuchar. Este fin de semana vimos cómo miles de terroristas quisieron también ser “héroes” y asesinar a decenas de personas.

Hace 78 años, el mundo había prometido a los judíos que nunca más se sentirían amenazados por seres inhumanos que amenazan abiertamente con borrarlos de la faz de la tierra. Pero la propia carta fundacional de Hamás declara exactamente este objetivo de exterminio. El mundo incumplió su promesa y no quiso escuchar.

El mundo prometió al pueblo judío que nunca más niños judíos serían arrastrados, torturados y llevados en camiones a manos de salvajes que quieren asesinarlos, que nunca más bebés judíos serían quemados vivos, que nunca más mujeres judías serían violadas y asesinadas por su identidad. Pero eso fue solo una parte de lo que hizo Hamás este fin de semana.

El precio que pagamos en Israel para que la lección sea aprendida, es demasiado alto. La magnitud del sufrimiento humano causado en apenas pocas horas, es más de lo que la mente puede comprender y el corazón puede soportar. Pero no podemos volver a cometer el mismo error.

Las escenas de dolor comenzaron a multiplicarse durante los funerables de centenares de victimas del grupo terrorista palestino. AFP

Cuando los terroristas se jactan de decir lo que harían si tuvieran la oportunidad, debemos creerles. Escuchémoslos. Internalicemos que son capaces de hacer exactamente lo que dicen. Cortar gargantas. Masacrar. Aniquilar. Deshumanizar.

Estas organizaciones islámicas radicales, como Hamás e ISIS, basadas en el adoctrinamiento masivo de sus seguidores, en la deshumanización extrema de su enemigo, en la glorificación de las formas más barbáricas de violencia; son tan salvajes en sus palabras como en sus hechos.

Cuando el terrorismo no es atacado con fuerza, golpeado y neutralizado, es capaz de cometer atrocidades que son indescriptibles. Ahora que Israel se defiende y lucha por acabar con quienes hicieron este fin de semana lo que llevaban años diciendo que harían, el mundo no debe quedarse callado. Debe hablar fuerte y claro. Israel tiene derecho a defenderse.

Lea también: Israel: voluntarios de Zaka relatan el horror en rescate de fallecidos

Déjanos tus comentarios en Voiz