Azerbaiyán y los separatistas armenios de Nagorno Karabaj abrieron negociaciones de paz este jueves, tras la operación relámpago de las fuerzas de Bakú, que quiere asentar el control efectivo sobre este territorio del Cáucaso escenario de dos guerras. Las negociaciones tienen lugar en la ciudad azerbaiyana de Yevlax, a unos 200 km al oeste de la capital, Bakú.
Un periodista de AFP vio un convoy de vehículos negros llegando para estas conversaciones, acompañado de un coche con una bandera rusa y placas del ejército ruso. En imágenes difundidas en la televisión azerbaiyana pudo verse luego a las dos delegaciones sentadas alrededor de una mesa.
El camino de la paz “no es fácil”, pero “hay que tomarlo”, dijo el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, poco después de iniciarse las conversaciones. Rusia tiene soldados de paz en este enclave montañoso del Cáucaso, situado dentro de las fronteras internacionales de Azerbaiyán, pero controlado en buena parte por separatistas armenios desde un conflicto librado a inicios de los años 1990.
El presidente ruso Vladimir Putin indicó que en las conversaciones de paz mediará dicho contingente ruso de paz, desplegado desde el alto el fuego que puso fin a seis semanas de combates en 2020. En paralelo, el Consejo de Seguridad de la ONU organizará una reunión de urgencia sobre la cuestión el jueves por la tarde, después de que Azerbaiyán lanzara el martes su operación militar en el enclave y cantara victoria el miércoles.
Según el último balance de los separatistas armenios, los enfrentamientos, iniciados el martes, dejaron al menos 200 muertos y 400 heridos. Rusia también anunció el deceso de dos soldados cuyo vehículo fue blanco de disparos, anunció su Ministerio de Defensa. Arrinconados por las tropas de Bakú, los separatistas armenios aceptaron firmar un alto el fuego y participar el jueves en Yevlax en estas negociaciones sobre la reintegración efectiva de esta región a Azerbaiyán.
Al tiempo que arrancaban las negociaciones, un periodista de AFP escuchó disparos de armas de fuego en Stepanakert, la capital separatista de los armenios de Nagorno Karabaj. Los secesionistas acusaron a Azerbaiyán de violar el alto el fuego, cosa que la otra parte desmintió de inmediato.
En Ginebra, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Armenia calificó este jueves de “crimen contra la humanidad” la operación militar de Azerbaiyán. “Armenia no ha dejado de informar a este Consejo de la inminencia de una limpieza étnica, que ya está en curso (...) No es una simple situación de conflicto, sino un crimen contra la humanidad que debe tratarse como tal”, declaró el embajador armenio, Andranik Hovhannisyan.
Reintegración pacífica
El miércoles, 24 horas después del lanzamiento de una ofensiva militar, Bakú “restauró su soberanía” sobre la región donde los separatistas armenios “comenzaron” a deponer las armas, celebró el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev. Hikmet Hajiev, asesor del presidente de Azerbaiyán, aseguró que su objetivo ahora es “la reintegración pacífica de los armenios del Karabaj” y una “normalización” de las relaciones con Armenia.
También prometió “paso seguro” a las fuerzas separatistas, afirmando que “todas las acciones” llevadas a cabo “en el terreno” se coordinaron con el contingente de mantenimiento de la paz ruso presente en el territorio tras la última guerra de 2020. La victoria alimenta en cualquier caso los temores de una fuga masiva de los 120.000 habitantes de Nagorno Karabaj. Más de 10.000 personas ya han sido evacuadas del enclave, dijo el miércoles por la noche un responsable de los separatistas.
Apoyo político
La capitulación de los separatistas incrementó la presión sobre el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, criticado por no haber enviado ayuda a Nagorno Karabaj. Miles de manifestantes protestaron el miércoles por la noche frente a la sede del gobierno donde, como en la noche anterior, estallaron incidentes con la policía. Pashinyan “tiene que irse, no puede dirigir el país”, dijo uno de ellos, Sarguis Hayats, un músico de 20 años.
En cambio, el presidente azerbaiyano Aliyev, que ha usado el maná del petróleo para reforzar su ejército, consigue el control de esta región de mayoría armenia, objeto de dos guerras entre estos países caucásicos entre 1988 y 1994 (30.000 muertos) y en 2020 (6.500 muertos). Esta victoria “seguramente aumentará la popularidad de Ilham Aliyev” tras 20 años en el poder, pero ahora debe “mantener su promesa de garantizar los derechos de los armenios de Karabaj”, dijo Chahin Hajiev, un analista independiente de Azerbaiyán.
En una llamada, Aliyev recibió el apoyo de su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, que manifestó su “apoyo de todo corazón” a Azerbaiyán, donde se habla una lengua emparentada con el turco. Nagorno Karabaj, considerada una región central en su historia por Armenia, proclamó su independencia de Azerbaiyán (con el apoyo del gobierno de Ereván) en el momento de la desintegración de la URSS en 1991.
El protocolo de paz fue firmado en la Casa Rosada de Buenos Aires y llevó la rúbrica de los cancilleres de Paraguay y de Bolivia, Luis Alberto Riart y Tomás Elío
El Chaco, el territorio que une y separa a dos países
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Jimmi Peralta
Fotos: Gentileza/Archivo
El 12 de junio de 1935 fue firmado en Buenos Aires el protocolo de paz que dio por terminadas las acciones bélicas que enfrentaron a Paraguay y Bolivia desde 1932. Los historiadores Erasmo González y Herib Caballero Campos cuentan los pormenores de las arduas negociaciones y el contexto en el que se desarrolló el conflicto entre ambos países por la posesión del Chaco Boreal.
Luis Alberto Riart y Tomás Elío, cancilleres de Paraguay y de Bolivia, respectivamente, fueron los encargados de refrendar el documento para poner fin a las hostilidades entre ambas naciones mediterráneas, que se disputaron una salida fluvial al mar y sufrieron la falta del vital líquido durante varios tramos de la contienda, lo que infligió múltiples sufrimientos además de los propios de toda guerra.
A 90 años del histórico acuerdo, se celebra la hermandad entre pueblos que, si bien tienen amplias fronteras en común, en gran parte siguen separados por el gran territorio chaqueño.
ANTECEDENTES
La guerra del Pacífico (1879-1884) cercenó territorialmente a Bolivia y lo despojó de 120.000 km2 de superficie y 400 km de litoral marítimo. Este fue un momento clave que provocó que el Chaco paraguayo entrara en los planes estratégicos del país del altiplano.
En Bolivia, con la pérdida de su costa sobre el océano Pacífico en la guerra que tuvo contra Chile, desplazaron hombres para irrumpir en el Chaco fundando fortines, al tiempo que los tratados se realizaban, pero no se solucionaron las diferencias territoriales.
“Las incursiones generaron tensiones al punto de que en febrero de 1927 es muerto en el fortín Sorpresa el teniente paraguayo Adolfo Rojas Silva. A partir de ese episodio el conflicto contra Bolivia se desarrolló en un ambiente en el que amplios sectores de la ciudadanía paraguaya reclamaban mayor presencia del Estado paraguayo en el Chaco. Desde el llamado a la movilización en diciembre de 1928 luego del ataque de tropas paraguayas al fortín Vanguardia, donde los bolivianos fueron desalojados, la crisis diplomática afloró con la expulsión de sus respectivos representantes diplomáticos que cumplían funciones en ambos países”, explica Erasmo González, doctor en historia.
El 23 de octubre de 1931, registrado como un ícono del reclamo ciudadano por la protección del Chaco, quedó en la memoria por la masacre de manifestantes estudiantiles en los jardines del Palacio de Gobierno, que estaba ocupado entonces por el presidente José P. Guggiari.
SIGILO
“Lo sucesivos gobiernos paraguayos venían realizando una prudente campaña de reforzar y dotar de mayor armamento al Ejército, que se inició con las reformas realizadas por el presidente Eligio Ayala. Durante su gobierno se mandaron comprar armas e incluso las dos cañoneras adquiridas de Italia: El Paraguay y el Humaitá”, indica González.
“En los últimos años han sido varias las investigaciones históricas académicas que han permitido comprender el esfuerzo del Estado paraguayo para armar al país. Efectivamente, sin un préstamo internacional se pudo comprar armamento moderno y capacitar a los jefes y oficiales para enfrentar el conflicto a partir de los planes consensuados entre el Gobierno y los jefes del Ejército en agosto de 1924”, explica, por su parte, el historiador Herib Caballero Campos.
A pesar de estos esfuerzos, en comparación con el despliegue boliviano Paraguay se encontró con una preparación un tanto menor en efectivos y en armamento para el inicio de las hostilidades.
EL AGUA Y EL GUARANÍ
“La contienda se inició con la toma boliviana en Pitiantuta, casi al mismo tiempo en que el doctor Eusebio Ayala asumía la Presidencia. Era una etapa difícil e incierta, pero el presidente tuvo el tino de apostar por José Félix Estigarribia para el mando del Ejército. La estrategia del comando paraguayo de llevar la guerra al interior de la región chaqueña fue fundamental. Los bolivianos incursionaron en un territorio adverso por las condiciones naturales del territorio, alejados de donde existía agua; además, considerablemente lejos de su puesto logístico”, refiere González.
“La utilización del idioma guaraní por orden general del comandante Estigarribia fue estratégica para comunicarse y despistar a los enemigos con códigos que los jefes oficiales y los soldados paraguayos podían entender. Además, servía para identificarse entre paraguayos si se encontraban en un lugar determinado, evitando confusiones que podían llevar al enfrentamiento entre los mismos”, agregó.
UNIDAD Y ESTABILIDAD
La primera mitad del siglo XX en Paraguay se caracterizó por un sinfín de tragedias internas a consecuencia de la inestabilidad política con revoluciones, golpes de Estado, exilios, atropellos, proscripciones y muerte. La hegemonía liberal había arrancado en 1904, pero tanto los conflictos dentro del propio partido de gobierno como las confrontaciones con la oposición impedían el desarrollo de un proyecto nacional.
“En el contexto de la guerra se había generado una tregua política. Según se estableció por leyes aprobadas por el Congreso, se reprimió a los sectores socialistas y comunistas que eran antiguerreristas, pues consideraban que la guerra del Chaco era una guerra imperialista. Asimismo, importantes jefes políticos de los dos partidos tradicionales se movilizaron o apoyaron al gobierno de Eusebio Ayala”, señala Caballero Campos.
“El territorio chaqueño no conoció diferencias políticas entre los combatientes paraguayos. Diferentes sectores de la sociedad acudieron al llamado: campesinos, obreros, estudiantes y con ellos artistas, poetas, intelectuales, choferes, deportistas, enfermeras y médicos. Con ese esfuerzo mancomunado se pudo sobrellevar la guerra con el acompañamiento de las mujeres, que realizaron diferentes actividades tanto en retaguardia como en el frente. Se destaca la labor de las madrinas de guerra como apoyo emocional para el soldado combatiente”, explica González.
A renglón seguido, destacó la unidad que se logró en el Paraguay durante la guerra a pesar de las diferencias que lo separaban anteriormente.
Erasmo González, historiador
“En general hubo un gran acompañamiento. Las personas hacían donaciones para las viudas y huérfanos de guerra; la Legión Civil Extranjera, conformada por miembros del comercio y la industria que eran de origen extranjero, colaboró con varias acciones para paliar las necesidades más urgentes. La Junta Nacional de Aprovisionamiento era una entidad gestionada por el Estado con fuerte colaboración de sectores privados, que proveían los alimentos básicos a las familias de los soldados combatientes que no tenían otros recursos para subsistir. La Cruz Roja Paraguaya, liderada por el Dr. Andrés Barbero, donó un avión ambulancia, así como también realizaron varias actividades para recaudar fondos, como el partido de fútbol en Buenos Aires en el que jugó Arsenio Erico, que finalmente fue fichado por el Independiente de Avellaneda”, citó Caballero Campos.
El esfuerzo de la guerra insumía ingentes recursos humanos y materiales, por lo que el armisticio fue celebrado en ambos bandos
VÍA DIPLOMÁTICA
En el contexto de una guerra con fuertes bajas para ambos bandos, la vía diplomática no estuvo clausurada. Esto a pesar de que Paraguay fue sancionado por la Sociedad de Naciones (antecedente de las Naciones Unidas) por haber sido declarado país agresor.
“El grupo mediador liderado por el gobierno argentino del general Juan B. Justo fue el impulsor de abrir una negociación con el apoyo de los demás gobiernos de la región, pero el último actor clave en sumarse y muy necesario fue el gobierno del Brasil, cuyo presidente Getulio Vargas visitó Buenos Aires en mayo de 1935, dando su acuerdo para que se impulse un alto al fuego en el infierno verde del Chaco”, comenta Caballero.
“De una posición defensiva en los primeros meses del conflicto, Paraguay pasó a la ofensiva en 1934 logrando recuperar territorios que los bolivianos fueron ocupando. Para 1935 ya había cruzado el río Parapití. Sin embargo, no debemos olvidar que todo esto significó sacrificios humanos de padecimientos por sed, pestes, heridas, traumas emocionales, muerte y angustia por la distancia de los seres queridos. Para 1935 los recursos se extremaron. Cada día de combate representaba un gran costo para el país, por lo que la gestión diplomática también fue ardua”, apunta González.
En este sentido, fue destacado el rol del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas en el contexto de las negociaciones diplomáticas, quien fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en 1936 por su mediación en este conflicto y por haber inspirado un tratado antibélico que lleva su nombre.
RUMBO AL PROTOCOLO DE PAZ
“Las negociaciones comenzaron en mayo de 1935. Primeramente, el grupo mediador se reunía con cada canciller por separado. El Paraguay desde un principio estaba conteste en general con los términos del documento propuesto por los mediadores, pero Bolivia pretendía esperar el resultado de su contraofensiva, que fue detenida exitosamente por el Ejército paraguayo en la batalla de Ingavi, el 8 de junio de 1935. En ese sentido, ya el 11 se anunciaba en los medios de prensa asuncenos que se había acordado entre los países un alto al fuego, pero se estaban aún ultimando los detalles del documento final”, explica Caballero Campos.
De su parte, González subraya que el protocolo se firmó en un momento en el que ya no se podía continuar con la guerra por la dificultad para obtener recursos y el agotamiento de los combatientes. Por ello, de alguna forma la firma del protocolo de paz del 12 de junio era el camino obligatorio.
“Ya en los últimos meses de la guerra, el cansancio, la hostilidad de la naturaleza en el alto Chaco, el revés en las estribaciones andinas hicieron que la mayoría de la tropa paraguaya ya se encuentre agotada y agobiada, según se puede deducir de varios testimonios. Además, las arcas del Estado paraguayo ya estaban exhaustas luego de casi tres años de guerra. Por ello, el alto al fuego al mediodía del 14 de junio de 1935 (día en que se festeja la Paz del Chaco en Bolivia) fue celebrado por todos los combatientes, pues era algo que se anhelaba en ambos ejércitos ”, agrega Caballero Campos.
Herib Caballero Campos, historiador
En agosto de 1935 se realizó el desfile de la victoria en Asunción, pero el país estaba con una economía extenuada, con la producción mayormente a cargo de ancianos, niños y mujeres. Todo esto fue terreno fértil para que afloren de nuevo las desavenencias, los golpes de Estado, revoluciones, persecuciones e inestabilidad política.
ACUERDO FINAL
El Tratado de Paz, Amistad y Límites definitivo se rubricó el 21 de julio de 1938. El documento final fue firmado por Cecilio Báez y José Félix Estigarribia por Paraguay, y Eduardo Díez de Medina y Enrique Finot por Bolivia. El acuerdo fue refrendado por un referéndum, que se realizó el 15 de agosto de ese año y tuvo una aprobación del 91 %.
En octubre de 1938, en cumplimiento de una de las cláusulas del tratado, se abrió una Comisión Mixta Demarcadora de Límites para señalizar la frontera en el terreno, que dio por concluidas sus tareas en 2007.
Por ello, recién en abril de 2009, con firma de Evo Morales por Bolivia y de Fernando Lugo por Paraguay, se oficializó el acta de cumplimiento y ejecución del mencionado tratado.
BARRERA
A poco de cumplirse el centenario de esta epopeya, la más grande del siglo pasado en el continente, que dejó cerca de 100.000 bajas, el vínculo entre ambos países sigue en parte separado por aquel territorio hostil.
“Evidentemente el Chaco hasta hoy en día es una barrera para que se dé ese relacionamiento más cercano entre bolivianos y paraguayos. Hoy la ruta Bioceánica es una oportunidad para mejorar esa integración, pero el Chaco aún hoy es un territorio despoblado, con muchas carencias y una necesidad de recibir políticas públicas que aseguren la educación, la salud y la movilidad a las poblaciones chaqueñas, tanto originarias como a las demás que habitan dicho territorio”, concluyó Caballero Campos.
Rusia y Ucrania retoman negociaciones de paz en Estambul
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Estambul, Turquía. AFP.
Una delegación rusa y una ucraniana tienen que reunirse de nuevo este lunes en Estambul, con miras a poner fin a la guerra desencadenada tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Moscú y Kiev iniciaron una primera ronda de conversaciones directas el 16 de mayo en la ciudad turca, pero el encuentro dio pocos resultados. Los dos países sólo se comprometieron a un canje de prisioneros a gran escala.
Esta nueva reunión tiene lugar al día siguiente de un ataque ucraniano “a gran escala” en suelo ruso, que alcanzó hasta Siberia. Un asalto de gran alcance coordinado con drones contra cuatro aeródromos militares rusos dañó varias decenas de aviones, entre ellos cazas estratégicos, según los servicios de seguridad ucranianos (SBU).
El ejército ruso anunció el lunes por la mañana que derribó en la noche 162 drones ucranianos, la mayoría contra las regiones fronterizas de Kursk y Bélgorod. Kiev afirmó por su lado que Moscú lanzó 80 drones contra su territorio. El nuevo ciclo de negociaciones está previsto que empiece el lunes a las 13:00 (10:00 GMT) en el palacio de Ciragan, un edificio imperial otomano en la orilla del Bósforo.
Los enviados rusos llegaron el domingo, y el equipo ucraniano el lunes por la mañana. El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, habló el domingo por teléfono con su homólogo estadounidense, Marco Rubio, sobre estas conversaciones, según el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, citado por la agencia Tass. Rusia anunció que presentaría un “memorándum” con sus condiciones para un acuerdo de paz, un documento que se negó a transmitir a Ucrania, como lo reclamaba, antes de las negociaciones.
Ambas partes están muy lejos de un acuerdo, ya sea una tregua o una solución a más largo plazo. Las prioridades de Ucrania son “un alto el fuego completo e incondicional” y el “regreso de los prisioneros” y de los niños ucranianos que, según Kiev, Moscú se llevó a su territorio, declaró el domingo en redes sociales el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Zelenski también reclama una reunión directa con su par ruso, Vladimir Putin, una propuesta que el Kremlin ha rechazado varias veces. Moscú descarta el “alto el fuego incondicional” exigido por Kiev y sus aliados occidentales, e insiste en que se tiene que solucionar lo que llama “las causas profundas” del conflicto.
Rusia exige que Ucrania renuncia de forma definitiva a formar parte de la OTAN, y que le entregue las cinco regiones de las que reivindicada su anexión.
Estas condiciones son inaceptables para Kiev, que pide una retirada total de las tropas rusas de su territorio. Ucrania también quiere garantías de seguridad concretas, apoyadas por sus aliados, como la protección de la OTAN y la presencia de tropas occidentales en el terreno, lo que Rusia excluye totalmente.
La guerra, que estalló hace más de tres años, ha causado decenas de miles de muertos civiles y militares en ambos bandos. El principal negociador ruso en Estambul es Vladimir Medinski, el consejero ideológico de Putin que encabezó las negociaciones fallidas de 2022 y que pone en duda la existencia de Ucrania.
La delegación ucraniana está dirigida por el ministro de Defensa, Rustem Umerov, considerado como un buen negociador, pero cuyo ministerio está salpicado por varios escándalos. Ucrania reportó el domingo que había alcanzado cerca de medio centenar de aviones militares rusos y reivindicó daños por un valor de unos 7.000 millones de dólares.
Este ataque, que tuvo lugar en el interior del territorio ruso a miles de kilómetros del frente, fue llevado a cabo con drones introducidos clandestinamente en Rusia y luego lanzados contra sus bases militares.
Sus consecuencias en las capacidades militares rusas son difíciles de cuantificar, pero tiene una fuerte carga simbólica en el contexto de las negociaciones.
Ucrania “dispuesta” a negociar con Rusia el próximo lunes
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Kiev, Ucrania. AFP.
Ucrania está “dispuesta” a negociar con Rusia el lunes, pero quiere una “discusión constructiva”, afirmó el jueves el jefe de la administración presidencial ucraniana, Andri Iermak. “Ucrania está dispuesta a participar en la próxima reunión, pero deseamos una discusión constructiva”, señaló un comunicado de la presidencia ucraniana.
Consideró asimismo “importante” que Rusia entregue a Ucrania antes de esta reunión prevista el lunes el “memorando” que prepara, donde expone sus condiciones para llegar a un acuerdo de paz durable. El Kremlin había dicho el jueves que esperaba la respuesta del gobierno de Ucrania a su propuesta de mantener el próximo lunes una segunda ronda de conversaciones directas en Estambul, para presentarle sus condiciones con miras a un acuerdo de paz.
“Debemos esperar la respuesta de la parte ucraniana”, dijo Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin, durante su sesión informativa diaria.
Ucrania señaló el miércoles que deseaba conocer de antemano el contenido del “memorando” ruso. El jueves, Peskov rechazó esta “exigencia”.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció una nueva “maniobra” de Rusia, a la que acusó de hacer todo lo posible para que las conversaciones “carezcan de sentido”.
El portavoz del Ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores, Gueorguii Tykhii, dijo por su parte que “el miedo de los rusos a enviar su ‘memorándum’ a Ucrania sugiere que probablemente contiene ultimátums poco realistas, y [que] temen revelar que están frenando el proceso de paz”.
“Si no es el caso, deben transmitir este documento inmediatamente (...) y dejar de hacer estos juegos que solo demuestran que probablemente quieren que el próximo encuentro quede en nada”, añadió.
Hasta ahora no han dado resultados las conversaciones impulsadas a mediados de febrero por Washington para lograr una solución diplomática al conflicto, desencadenado en febrero de 2022 por el ataque ruso a gran escala contra Ucrania.
Delegaciones de Rusia y Ucrania se reunieron en una primera ronda de discusiones el 16 de mayo en Estambul, que significaron las primeras negociaciones de paz directas entre Kiev y Moscú desde la primavera de 2022.
Estas conversaciones en Estambul no provocaron avances para alcanzar la paz, aunque ambos bandos se comprometieron y cumplieron con un acuerdo para intercambiar 1.000 prisioneros de cada lado, un número sin precedentes que completaron el fin de semana pasado.
Las posturas oficiales de ambas partes parecen difícilmente conciliables: Rusia exige en particular que Ucrania renuncie para siempre a unirse a la OTAN y ceda las cinco regiones cuya anexión reclama, lo que es inaceptable para las autoridades ucranianas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, instó tanto a Rusia como a Ucrania a no “cerrar la puerta” al diálogo y dijo que estaba en contacto con ambas partes, esperando para el lunes la reanudación de las negociaciones en Turquía.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, explicó el miércoles por teléfono a su homólogo estadounidense Marco Rubio cómo su país planeaba iniciar conversaciones con los ucranianos en Turquía, según Moscú.
Rubio hizo un llamado el miércoles a Moscú a implicarse en negociaciones “de buena fe” con Ucrania “como única vía para poner fin” a la guerra, declaró la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce.
El presidente estadounidense Donald Trump, quien se ha acercado a Moscú para avanzar en las negociaciones, ha adoptado en los últimos días un tono más duro hacia su homólogo ruso Vladimir Putin luego que Rusia continuara los bombardeos mortales en Ucrania.
Sin embargo, Trump descartó el miércoles imponer sanciones estadounidenses contra Moscú, tal como pidió Kiev, porque dijo que no quería “hacer fracasar” un eventual acuerdo de paz con medidas como esas.
Al menos siete civiles muertos
En el terreno continúan los ataques entre ambos bandos. El ejército ruso afirmó el jueves haber interceptado durante la noche 48 drones ucranianos. Un dron impactó un edificio en una avenida de Moscú y causó algunos daños materiales.
De su lado, la fuerza aérea ucraniana afirmó que el país había sufrido un ataque de 90 drones y que destruyeron 56 de estos objetivos.
Según las autoridades ucranianas, al menos siete civiles murieron por ataques rusos: dos por drones en la región de Jersón, uno por un misil que alcanzó una granja en la región de Mykoláiv, otro por un ataque en la región de Donetsk, un hombre por un dron en la región de Sumi y otros dos en la región de Zaporiyia. El Ministerio de Defensa ruso afirmó el jueves que sus tropas se apoderaron de dos pueblos ucranianos en la región de Donetsk (este), epicentro de los combates, así como de otra localidad en la región de Járkov (noreste).
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que Israel mató a Mohamed Sinwar, considerado el jefe del movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza. Foto: AFP
Israel anuncia la muerte de presunto jefe de Hamás en Gaza
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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó este miércoles que Israel mató a Mohamed Sinwar, considerado el jefe del movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza, devastada por 19 meses de guerra.
“Hemos expulsado a los terroristas de nuestro territorio, penetrado con fuerza en la Franja de Gaza, eliminado a miles de terroristas, eliminado (...) a Mohamed Sinwar”, declaró Netanyahu en sesión parlamentaria. Según medios israelíes, un bombardeo del ejército israelí efectuado el 13 de mayo en Jan Yunis, en el sur de la Franja, apuntó contra Mohamed Sinwar, hermano de Yahya Sinwar, otrora jefe supremo de Hamás, asesinado en Gaza en octubre de 2024.
Yahya Sinwar está considerado como el principal artífice del ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en Gaza. Según expertos en el movimiento islamista, Mohamed Sinwar dirigía la rama armada de Hamás, las Brigadas al Qasam, consideradas -como el movimiento político- una organización terrorista por Estados Unidos y la UE.
“Un sueño y una pesadilla”
El anuncio se produjo después de que el director de una agencia de la ONU criticara un nuevo sistema de distribución de ayuda en Gaza puesto en marcha por Israel, después de que 47 personas resultaran heridas el martes durante una caótica entrega de ayuda.
La cuestión de la distribución de ayuda para este territorio palestino, que sufre una crisis humanitaria sin precedentes tras 600 días de guerra, cobró relevancia después de que la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una organización de origen opaco, que cuenta con el apoyo de Estados Unidos, se instalara en el terreno.
Ajith Sunghay, el jefe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en los Territorios Palestinos, informó que cerca de 47 personas resultaron heridas el martes cuando una multitud desesperada se precipitó en un centro de ayuda de GHF en Rafah. “La mayoría de los heridos se deben a disparos” israelíes, añadió.
El ejército israelí desmintió este miércoles que disparara contra la multitud durante la entrega de ayuda. La ONU, y varias oenegés se negaron a participar en las operaciones de GHF y este miércoles Philippe Lazzarini, jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) reiteró sus críticas hacia la fundación.
“Creo que es un desperdicio de recursos y una distracción de las atrocidades. Ya contamos con un sistema de distribución de ayuda adecuado para este fin”, declaró durante una visita a Japón. Por su parte, Sigrid Kraag, enviada de la ONU para Oriente Medio, afirmó que los gazatíes, cada vez más hundidos en el “abismo”, se “merecen algo más que sobrevivir”.
Pero, sin perspectivas de un final al conflicto, para los palestinos de Gaza hay poca esperanza de un futuro mejor. “Han pasado 600 días y nada ha cambiado. La muerte continúa y los bombardeos israelíes no cesan”, relató Basam Dalul, de 40 años.
La familia de Dalul ha sido desplazada 20 veces desde el inicio del conflicto, sobrevive pese a la escasez de todo, desde agua potable hasta medicinas y electricidad. “Incluso esperar un alto el fuego parece un sueño y una pesadilla”, contó.
La angustia de las familias de los rehenes
La población palestina sigue bajo los bombardeos y la Defensa Civil de la Franja de Gaza reportó el miércoles 16 muertos en ataques aéreos. Israel rompió a mediados de marzo una tregua de dos meses y reanudó su ofensiva sobre este territorio controlado por el movimiento islamista palestino Hamás.
El 17 de mayo intensificó sus operaciones con el objetivo declarado de eliminar a Hamás, liberar los rehenes israelíes todavía cautivos y tomar el control del territorio. La guerra estalló con el ataque de Hamás sobre Israel del 7 de octubre de 2023 que resultó en la muerte de 1.218 personas del lado israelí, en su mayoría civiles, según un balance de AFP en base a datos oficiales.
La ofensiva militar de Israel sobre Gaza causó la muerte de 54.084 personas, mayoritariamente civiles, según datos del Ministerio de Salud del territorio, considerados fiables por la ONU. Los milicianos islamistas también secuestraron a 251 personas durante el ataque del 7 de octubre. De ellas, 57 continúan cautivas en Gaza, aunque las autoridades israelíes estiman que 34 están muertas.
En Israel grupos de manifestantes se apostaron en las principales carreteras y autopistas de Tel Aviv a las 6H29 hora local, para marcar la hora exacta del inicio del asalto de Hamás. Los medios israelíes titularon sus portadas recordando los “600 días” desde el inicio del conflicto, centrados en el sufrimiento de las familias de los rehenes.