Al menos 35 personas murieron y decenas resultaron heridas el lunes pasado por la noche por una explosión y un incendio en una gasolinera en Daguestán, una región rusa en el Cáucaso, según el último balance difundido el martes por las autoridades. Las causas del siniestro todavía se desconocen, pero los accidentes e incendios de este tipo son habituales en Rusia. Muchas veces ocurren porque no se respetan las normas de seguridad o las instalaciones son vetustas.
La explosión tuvo lugar en la noche del lunes en las afueras de Majachkalá, capital de Daguestán, y causó un profundo cráter y un gigantesco incendio, según imágenes de la televisión rusa. El ministerio de Situaciones de Emergencia informó de 35 fallecidos en su último balance, y el ministerio de Salud dio cuenta de 80 heridos. Los anteriores datos indicaban 33 muertos.
“Todo a nuestro alrededor estaba en llamas (...), no se veía nada”, explicó un testigo a la cadena rusa Ren-TV, mientras varios médicos le curaban una herida en la cabeza. El presidente ruso, Vladimir Putin, presentó sus condolencias a las familias de las víctimas y “deseó una rápida recuperación a los heridos”, según un comunicado del Kremlin.
Su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, aliado de Moscú, también expresó su pésame. Majachkalá, de unos 600.000 habitantes, es la capital de Daguestán, una república en el sur de la Federación Rusa limítrofe con Chechenia que comparte frontera con Georgia y Azerbaiyán.
Edificios cercanos a la estación quedaron dañados, informó el Comité de Investigación local, que abrió una investigación criminal para establecer las causas del incendio. El jefe de la administración de Daguestán, Serguéi Melikov, explicó que la explosión tuvo lugar poco antes de las 22:00 (19:00 GMT).
“Los motivos y el tipo de explosión se están aclarando”, agregó, elogiando los “actos heroicos” de los rescatistas que, según él, evitaron que el número de víctimas fuera mayor. Según un testigo citado por el diario ruso Izvestia, el incendio comenzó en una zona donde había vehículos estacionados y se extendió a la gasolinera. “Después de la explosión, todo nos cayó encima de la cabeza, no veíamos nada”, explicó este testigo, cuyo nombre no aparece citado en el medio.
Horas después, el fuego, que se expandió por una superficie de 600 metros cuadrados y para el que desplegaron 260 bomberos, fue extinguido, según el ministerio de emergencias. En un video publicado por el ministerio, un grupo de bomberos intenta apagar unas elevadas llamas cerca de restos de vehículos, y equipos de emergencia examinan los escombros en un edificio.
Un avión Il-76 con equipamiento médico fue enviado a Majachkalá para evacuar a los heridos graves hacia Moscú, agregó el ministerio. Las autoridades decretaron el martes jornada de duelo en Daguestán. “Al final de la investigación realizada por las fuerzas del orden, se hará todo lo posible para que la justicia triunfe y para que la seguridad de todos los habitantes de Daguestán quede garantizada”, señaló el jefe de la administración local, Serguéi Melikov.
Ycuá Bolaños: una tragedia que se vive, se recuerda y se lucha por sanar
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Cada 1 de agosto el pueblo paraguayo recuerda uno de los días más terribles y luctuosos de su historia: el incendio del supermercado Ycuá Bolaños. Aquel domingo soleado del 2004 se vio teñido por el fuego, las cenizas y las lágrimas de casi 400 paraguayos fallecidos. Han pasado 21 años, pero la herida sigue sangrando, sigue doliendo.
El sol quedó cubierto por el negro humo que cubrió la ciudad, que se volvió gris y doliente por el terrible suceso que marcó para siempre al barrio Trinidad, donde en cada cuadra había al menos una víctima.
Las llamas habrían iniciado cerca del mediodía en la cocina del patio de comidas del super, el cual, debido al día y el horario, estaba lleno de familias que estaban compartiendo en el lugar o iban a retirar el almuerzo para compartirlo en sus casas.
Los múltiples testimonios refieren que segundos después de escucharse una explosión, el sitio estaba rodeado de llamas, las cuales se extendieron de manera voraz, generando pánico, miedo y un descontrol entre todos los que estaban en el lugar y que, al intentar huir del sitio, se encontraron con los portones y las salidas de emergencias cerradas, quedando atrapados en el infierno que, tras 21 años, permanece en la memoria de todo un pueblo.
La historia de cientos de sobrevivientes ha sido contada año tras año, con la esperanza de que aquella tragedia nunca sea olvidada. Rocío Melgarejo es una madre que casi pierde a su hija aquel domingo. Ese día la siguió por años, ya que su hija no solo sobrevivió milagrosamente, sino que debió luchar por recuperarse y sanar.
“Mi hija Luna tenía 4 añitos apenas, pero ella cada domingo iba a la iglesia con mi hermano Nelson y su novia María Luisa. Ese domingo no fue la excepción, pero al salir del encuentro fueron hasta el super para almorzar; ellos estaban en el estacionamiento cuando el fuego los atrapó”, relató Rocío a La Nación/Nación Media.
Continúo recordando que, en medio de la densa humareda y las llamas que tomaban el lugar, casi por un milagro un pastor amigo de la familia apareció para ayudar a su hermano a rescatar a la pequeña Luna y su cuñada María Luisa, quienes lograron salir de las llamas al igual que su hermano Nelson, pero con graves secuelas.
Los múltiples testimonios refieren que segundos después de escucharse una explosión, el sitio estaba rodeado de llamas. Foto: Archivo
“Ese día yo no entendía lo que pasaba, porque a mi hermano lo derivaron a un hospital, a mi cuñada a otro y a Luna al IPS; ahí me dijeron que estaban y fui a buscarla, desesperada. Cuando llegó una de las doctoras, me mostró unos aritos, muy peculiares, cuadraditos; eran los de Luna”, comentó Rocío.
Destacó que en los minutos posteriores a la tragedia, y en medio de la búsqueda y el hallazgo de su hija, no podía dimensionar todo lo que había pasado, pero al llegar a ver a su hija, quedó completamente paralizada, ya que si bien no podía creer el estado en el que se encontraba, sabía que era su retoña.
“Yo entré a la habitación y vi a Luna, estaba en una camilla, y tenía toda la cara colorada, hinchada, con respiradores y soporte médico; no podía creer que era mi hija. Miré sus piecitos, me detuve a mirar sus pies y sabía que era ella, me convencí de que era ella. Ella sufrió un paro respiratorio, estaba muerta al momento en que la rescataron; después volvió a la vida, pero no se sabía cuánto tiempo estuvo sin respirar”, indicó Rocío.
El 1 de agosto del 2004, el incendio del supermercado Ykua Bolaños se cobró la vida de 364 personas. Foto: Archivo
Entre las explicaciones médicas sobre el estado de Luna, surgían posibilidades terribles, como el hecho de que su capacidad del habla y desarrollo se hayan visto comprometidas debido a la falta de oxígeno sufrida, eso sin contar las quemaduras que habían sufrido.
“Luna sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en un 20 % de su cuerpo, pero si bien esa cifra suena poco, ella era muy pequeña y esto hacía que la situación fuera muy grave según los médicos, y que la agravante era la zona de las quemaduras, ya que le afectaba la cara, parte de la cabeza, el cuello y las manos; además, pasamos por infecciones y otras dificultades”, explicó la madre de Luna.
Una vez fuera de terapia intensiva y con la capacidad de ser trasladada, la pequeña Luna inició su camino en una nueva vida, una vida donde debía aprender a lidiar con el dolor de las heridas, los tratamientos por quemaduras y los cuidados para la cicatrización.
Luna permaneció meses recibiendo tratamiento en Chile. Foto: Gentileza
La búsqueda de la recuperación total de Luna la llevó hasta Chile, hasta la Caoniquem, que es una corporación que se dedica a la rehabilitación de niños, niñas y adolescentes con quemaduras y otras cicatrices, donde por meses recibió atención médica especializada; debió quedar internada e inclusive permanecer en un albergue junto a su madre.
Rocío recuerda con resiliencia y fortaleza los procesos médicos a los que debió acompañar a Luna, incluyendo las cirugías de injerto y los procesos de confección de sus ropas compresivas que debía utilizar la pequeña para garantizar una rápida y buena recuperación.
“Ella usaba su máscara y ropas de compresión todo el tiempo, siempre; no se las sacaba porque se quería curar. Los primeros años de la escuela las usaba ahí y, si bien nunca me contó que haya pasado mal, sé como mamá y mujer que en algún momento se sentía incómoda por la forma en que nos miraban o hablaban, pero todo lo fuimos superando”, destacó Rocío.
Con una larga lucha, y algunas marcas tanto en la piel como en la memoria, hoy Luna tiene 25 años, trabaja, estudia y se destaca como una persona sumamente afín al arte, ya que baila, canta y pinta, logrando expresarse completamente a través de estas plataformas que la apasionan.
Hoy Rocío relata como un milagro que su hija y su hermano hayan sobrevivido, y recuerda con amor y cariño a su cuñada María Luisa, quien debido a la inhalación de humo y el paro que sufrió no logró sobrevivir. Hoy, a pesar de 21 años de perspectiva, Rocío nunca olvida aquel domingo que marcó la vida de su familia.
Esta madre es el fiel ejemplo de miles de familiares que perdieron a alguien aquel trágico 1 de agosto, pero que también lograron abrazar a un ser querido que fue arrebatado de las llamas aquella mañana, una madre que comprende que el milagro puede nacer en medio de una tragedia y que no existe nada que el tiempo, el amor y la dedicación no curen.
El 1 de agosto del 2004, el incendio del supermercado Ykua Bolaños se cobró la vida de 364 personas y resultaron con heridas graves más de 200, hombres y mujeres. Las familias de todos ellos nunca olvidarán la pérdida, el miedo y la injusticia vivida aquel día, en especial porque si las puertas no hubieran sido cerradas, quizá aún podrían abrazar a quienes aman.
Rescatistas ucranianos retiran un automóvil quemado en el lugar de un ataque aéreo en Kiev hoy jueves en medio de la invasión rusa de Ucrania. Foto: AFP
Zelenski pide aumentar la presión para “un cambio de régimen” en Rusia, tras bombardeo en Kiev
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El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, pidió este jueves aumentar la presión para “un cambio de régimen” en Rusia, después de una andanada de bombardeos que dejó al menos 15 muertos en Kiev y que Moscú anunciara la toma de una posición clave.
Zelenski calificó los bombardeos de “asesinatos ejemplarizantes” y afirmó que cree que es posible presionar a Rusia para terminar con la guerra, que comenzó en febrero de 2022 con la invasión a gran escala de las tropas de Moscú.
“Creo que es posible presionar a Rusia para que ponga fin a esta guerra. Ella la empezó y es posible obligarla a terminarla”, declaró Zelenski después de los bombardeos rusos.
Según un balance de los servicios de rescate los bombardeos causaron la muerte en Kiev de al menos 15 personas, entre ellos un niño de seis años.
Este ataque con drones y misiles el jueves al alba causó además 145 heridos, entre ellos 14 niños, añadió la fuente. La municipalidad anunció una jornada de duelo el viernes en la capital.
El mandatario ucraniano advirtió que “si el mundo no aspira a cambiar el régimen en Rusia, eso significa que, incluso después de que termine la guerra, Moscú seguirá intentando desestabilizar a los países vecinos”, agregó en un discurso en línea durante una conferencia en Finlandia para celebrar los 50 años de la Conferencia de Helsinki, que apaciguó las tensiones durante la Guerra Fría.
Zelenski pidió que, además de congelar los activos rusos, estos sean utilizados contra Moscú.
Una mañana horrenda
Periodistas de AFP vieron edificios residenciales en ruinas, autos calcinados y bomberos intentando apagar los restos de un incendio, mientras los equipos de rescate buscaban sobrevivientes entre los escombros.
Timofii, un habitante de Kiev, relató que se despertó por “el ruido de un misil”. “Todo se me vino encima, fue aterrador”, contó este residente del barrio de Solomianski, cuyo apartamento quedó destruido y que afirmó vivió “una pesadilla”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sibiga, reiteró sus llamados a aumentar la presión sobre Rusia, después de lo que calificó como “una mañana horrenda en Kiev”, citando la destrucción de edificios residenciales y los daños a escuelas y hospitales.
“Es hora de aplicar la máxima presión sobre Moscú”, declaró el canciller, que afirmó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “ha sido muy generoso y muy paciente” con el mandatario ruso, Vladimir Putin.
Este ataque de Rusia se produjo después de que Trump diera el lunes un ultimátum de diez días a Putin para terminar la guerra en Ucrania, amenazando con imponer más sanciones.
Tras la advertencia de Trump, el expresidente ruso Dmitri Medvedev, actual número 2 del Consejo de Seguridad, dijo en X que “cada ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra”, a lo que el republicano respondió este jueves señalando que el ruso se estaba adentrando “en una zona muy peligrosa”.
Un volcán ruso entró en erupción tras potente terremoto
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El volcán Kliuchevskoi, situado en el extremo oriente de Rusia, entró en erupción este miércoles horas después del terremoto que provocó evacuaciones y alertas de tsunami en la costa del Pacífico, informó el Servicio Geofísico de Rusia. “El Kliuchevskoi está en erupción en estos momentos”, señaló el servicio en Telegram, donde publicó fotos de una llamarada naranja en la cima del volcán. “Se observa lava al rojo vivo fluyendo por la ladera occidental. Un potente resplandor por encima del volcán y explosiones”, agregó el organismo, que no precisó se registraron daños.
El Servicio Geofísico ruso no relacionó el potente sismo ocurrido frente a las costas de Kamchatka con la erupción del Kliuchevskoi. Con sus 4.750 metros, el Kliuchevskoi es el volcán más alto de Eurasia y, de los que hay activos en el mundo, uno de los más grandes.
Forma parte de la treintena de volcanes activos que hay en la península de Kamchatka, un territorio prácticamente deshabitado. El sismo, de magnitud 8,8 --el más potente registrado en la región en casi 73 años--, provocó alertas por tsunami y de evacuación en Rusia y otros países de la cuenca del Pacífico, como Estados Unidos, México y Colombia.
De momento, ninguno de los países afectados reportó muertos. Medios locales informaron de heridos leves en el Extremo Oriente ruso, donde se ubica la península de Kamchatka, cuyas autoridades anunciaron el levantamiento de la alerta por tsunami decretada tras el terremoto.
Vista del oleaje en Viña del Mar, Chile. Chile advirtió de una "alta probabilidad" de tsunami en el país como resultado de un sismo de magnitud 8,8 frente a las costas de Rusia. Foto: AFP
Chile evacúa a más de un millón de personas de su costa por alerta de tsunami
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Chile evacuó preventivamente a más de un millón de personas de su costa el miércoles ante el riesgo de tsunami provocado por el terremoto de magnitud 8,8 que azotó el extremo oriente de Rusia.
“A nivel país, se estima en 1.400.000 personas” el número de evacuados en las zonas costeras, informó a la prensa el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, tras el arribo del primer tren de olas al país.
El gobierno informó que de momento no se reportaron daños.
Gran terremoto en Kamchatka
Uno de los terremotos más potentes registrados hasta ahora, que azotó el extremo oriente de Rusia, provocó este miércoles un tsunami con olas de cuatro metros y alertas de evacuación a lo largo de la costa del Pacífico, desde Japón hasta Ecuador.
El sismo de magnitud 8,8 se produjo a las 23:24 GMT del martes a una profundidad de 20,7 km, a 126 km de la costa de Petropávlovsk-Kamchatski, capital de la península rusa de Kamchatka, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
A pesar de ser el más fuerte desde 2011, cuando 15.000 personas murieron en Japón, el sismo provocó solo heridas leves y daños limitados, según las autoridades.
Sin embargo, más de una docena de países, desde Estados Unidos a Perú, pasando por México y Colombia, emitieron alertas de tsunami y millones de residentes fueron llamados a evacuar sus hogares.
Para las 18:00 GMT del miércoles, muchos las habían cancelado o rebajado, pero una franja de la costa del Pacífico sudamericano permanecía bajo alerta.
En Ecuador, “en la región Insular ya se registraron olas de hasta 1,3 metros, mientras que para la costa continental se prevén alturas de hasta 1 metro”, informó el instituto oceanográfico de la Armada.
En las islas Galápagos, a 1.000 km del continente, se cerraron los parques nacionales y se desalojaron playas, muelles y zonas bajas.
“Como residentes aquí, sentimos mucho miedo: hay una sensación de incertidumbre; realmente no sabemos qué va a pasar”, dijo Patricia Espinosa, de la isla Isabela, donde los habitantes fueron trasladados a lugares más altos.