Los candidatos socialdemócratas Sandra Torres y Bernardo Arévalo disputarán un balotaje en Guatemala, según una tendencia “prácticamente definitiva” de los comicios presidenciales del domingo, de acuerdo al Tribunal Supremo Electoral (TSE). “Realmente podríamos decir que es una tendencia ya prácticamente definitiva, estamos llegando al 90 %” del conteo de votos, dijo el magistrado del TSE Gabriel Aguilera la madrugada del lunes, nueve horas después del fin de la votación, cuando Torres obtenía 15,12 % de los sufragios y Arévalo el 12,20 %.

El ganador del balotaje del 20 de agosto reemplazará al presidente derechista Alejandro Giammattei, quien llega al fin de su mandato con un 76 % de desaprobación, según la firma ProDatos. “Vaya sorpresa que nos dio esta elección presidencial”, tuiteó el abogado y analista político Egdar Ortiz al destacar el segundo lugar de Arévalo, quien figuraba en octavo lugar de intención de voto en los sondeos previos.

Los guatemaltecos votaron sin grandes ilusiones de superar la pobreza, violencia y corrupción que golpean al país para escoger a su próximo presidente entre 22 candidatos, tras una campaña marcada por la exclusión de candidatos y la persecución a la prensa. Casi 3.500 centros de votación funcionaron durante la jornada del domingo para recibir los sufragios de unos 9,4 millones de ciudadanos habilitados, pero la participación bordeó apenas el 60 %, según el TSE.

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“Somos prudentes”

“No es momento de cantar victoria, somos prudentes”, dijo Arévalo, hijo del presidente reformista Juan José Arévalo (1945-1951) y candidato del movimiento Semilla. Sin embargo, “estamos muy agradados por los resultados”, añadió el sociólogo de 64 años. Torres, en cambio, se declaró confiada de ganar en segunda vuelta, aunque perdió los balotajes de 2015 y 2019.

“Con quien sea [el balotaje] vamos a ganar, nosotros estamos encabezando arriba de un 15 % ahorita”, declaró la exprimera dama de 67 años. “Estamos listos, prestos y dispuestos para ganar”, añadió la candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Además, en estos comicios deben ser elegidos 160 diputados, 340 alcaldes y 20 representantes al Parlamento Centroamericano, pero el recuento de estos votos demoraría varias horas más.

Cualquiera que sea el ganador del balotaje, marcará un giro ideológico en el país luego de tres mandatarios de derecha: Otto Pérez (2012-2015), Jimmy Morales (2016-2020) y Giammattei, quien debe dejar el mando en enero de 2024. Sin embargo, el partido Vamos de Giammattei sería la bancada mayoritaria en el Congreso de 160 escaños, al ganar 40 diputados, según una proyección del influyente diario Prensa Libre. El partido de Torres tendría 27 diputados y el de Arévalo 24. Ni Torres ni Arévalo promueven legalizar los matrimonios del mismo sexo ni el aborto, que solo está permitido si hay riesgo de vida para la madre.

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“Compra de votos”

En tercer lugar, de la presidencial quedó el candidato oficialista de derecha Manuel Conde con 7,84 %, en cuarto el empresario de derecha Armando Castillo (apoyado por un partido evangélico) con 7,37 % y en quinto el centrista Edmond Mulet con 6,78 %, según el TSE. La derechista Zury Ríos, hija del exdictador Efraín Ríos Montt, quedó en sexto lugar, con 6,68 %. Ella y Mulet figuraban detrás de Torres en los sondeos previos.

Hubo una alta cifra de votos nulos (17,41 %), cuatro veces más que en 2019, y blancos (6,98 %), reflejo del desinterés y desconfianza en el proceso electoral. El voto es voluntario en Guatemala y está prohibida la reelección. Torres, exesposa del difunto mandatario Álvaro Colom (2008-2012), denunció que el partido oficialista Vamos estuvo “comprando votos” y Mulet también sugirió que hubo anomalías en las elecciones.

Disturbios

El TSE registró cinco incidentes, pero en dos hubo enfrentamientos entre pobladores y policías que lanzaron gas lacrimógeno para disolver las protestas por supuestas anomalías en las elecciones. Los disturbios se registraron en San José del Golfo, al noreste de la capital, donde fue suspendida la votación, así como en San Martín Zapotitlán, al sur de la Ciudad de Guatemala, según la entidad electoral.

Giammattei no hizo comentarios sobre las denuncias de supuestas irregularidades y culpó a grupos opositores de haber incitado a la violencia durante la jornada. Los guatemaltecos votaron sin grandes ilusiones en estos comicios, que fueron observados por misiones electorales de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos.

“Votamos con gusto y después los presidentes son la misma cosa”, declaró a la AFP María Chajón, de 53 años, del municipio de San Juan Sacatepéquez, situado a unos 20 km al oeste con la capital y habitado mayoritariamente por indígenas. También funcionaron centros de votación en 15 ciudades de Estados Unidos, donde viven 2,8 millones de guatemaltecos, pero la participación fue muy baja, según medios locales.

A pesar de los comicios, el sistema democrático navega por aguas turbulentas en Guatemala, con control del gobierno sobre el Poder Judicial, procesos a periodistas, exclusión de candidatos y persecución a fiscales que combatieron la corrupción. Además, las autoridades electorales y judiciales excluyeron de la contienda presidencial a dos aspirantes: al empresario derechista Carlos Pineda y a la indígena de izquierda Thelma Cabrera, quienes llamaron a votar nulo.

Fuente: AFP.

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