Al tiempo que la agencia AFP informa que Kiev prepara un asalto a Bajmut “aprovechando provocación” del jefe de (las milicias) Wagner (Moscú), desde las redes sociales pululan versiones de que el jefe del Estado Mayor General de la Federación Rusa acababa de ordenar abrir fuego contra las columnas Wagner, según reporte recibido desde Al Jazeera. A pesar de la orden, también indican que el jefe del Grupo Wagner, Prigozhin, afirmaba que los pilotos de helicópteros rusos se negaban a cumplir las órdenes de atacar las columnas de Wagner. Desde la madrugada se producía el cierre de la Plaza Roja en Moscú.

Rusia afirmó el sábado que las fuerzas ucranianas se aprovechan de las disputas entre el grupo mercenario Wagner y las fuerzas armadas rusas para preparar un asalto cerca de la ciudad de Bajmut, este de Ucrania.

“Aprovechando la provocación de (Yevgueni) Prigozhin para desestabilizar la situación, el régimen de Kiev cerca del frente de Bajmut está concentrando unidades (...) para realizar acciones ofensivas”, declaró el ministerio de Defensa ruso en un comunicado divulgado por agencias noticiosas.

Rusia acusa al jefe de Wagner

Horas antes, el servicio de seguridad ruso FSB acusó al jefe del grupo mercenario Wagner de intentar lanzar un “conflicto armado” y urgió a sus combatientes a detenerlo, según un comunicado publicado el sábado por agencias noticiosas rusas.

“Las declaraciones de (Yevgueni) Prigozhin y sus acciones son un llamado a comenzar un conflicto civil armado y una puñalada por la espalda a los soldados rusos que combaten a las fuerzas fascistas ucranianas”, señaló el comunicado, en el que insta a los combatientes de Wagner a “tomar medidas para detenerlo”.

Desde el día anterior, el ejército ucraniano indicó que estaba siguiendo las luchas internas en Moscú, después de que el jefe del grupo mercenario Wagner acusara al ejército ruso de bombardear sus bases y de que Moscú investigue a Yevgueni Prigozhin por tentativa de motín militar.

“Estamos observando”, escribió en Twitter el ministerio ucraniano de Defensa, mientras que el jefe de la inteligencia militar ucraniana Kyrylo Budanov afirmó que las facciones rusas rivales habían empezado “a comerse entre sí por el poder y el dinero”.

Jefe Wagner acusa a Rusia de atacar sus bases

El jefe de la milicia Wagner, clave en la ofensiva militar rusa en Ucrania, acusó el viernes al ejército regular de Moscú de bombardear sus bases y llamó a la población a sublevarse contra el mando militar.

El ejército negó esas acusaciones y las calificó de “provocación”, en tanto que los servicios rusos abrieron una investigación contra el jefe del grupo de mercenarios, Yevgueni Prigozhin, por tentativa de amotinamiento.

Prigozhin, considerado durante un tiempo como aliado cercano del presidente ruso, Vladimir Putin, fue ganando influencia política y se lanzó en una confrontación con autoridades políticas y militares que ahora parece haber desbordado el campo de la retórica. Las tropas rusas “han llevado a cabo bombardeos, bombardeos con misiles, contra nuestras bases de retaguardia” en el frente ucraniano, declaró Prigozhin en un mensaje de audio.

Un gran número de nuestros combatientes murió”, agregó, prometiendo “responder” a esos ataques.

“El comité de comando del grupo Wagner decidió que hay que poner freno a quienes tienen responsabilidad militar en el país”, prosiguió el jefe de los mercenarios, de 62 años.

Unos 25.000 mercenarios

“Somos 25.000 y vamos a determinar las causas del caos que reina en el país (...). Nuestras reservas estratégicas son todo el ejército y todo el país”, proclamó, llamando a “todos los que quieran” a unirse a sus hombres para “acabar con el desorden”.

El ejército ruso desmintió categóricamente las acusaciones de ataques. “Los mensajes y vídeos difundidos en las redes sociales por Y. Prigozhin sobre supuestos ‘bombardeos del ministerio ruso de Defensa contra bases de retaguardia del grupo paramilitar Wagner’ no se corresponden con la realidad y son una provocación”, indicó ese ministerio en un comunicado.

El Kremlin indicó que Putin está al tanto de todos los hechos relacionados con Prigozhin” y que “se están tomando las medidas necesarias”.

Poco después, los servicios de seguridad rusos (FBS) anunciaron la apertura de una investigación contra el jefe de Wagner por “llamamiento al motín armado”.

Priozhin explicó posteriormente que no pretendía protagonizar un “golpe de Estado”, sino organizar una “marcha por la justicia”.

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