El papa Francisco, de 86 años, se sometió a un chequeo médico este martes en un hospital de Roma, informó el Vaticano, poco más de dos meses después de haber padecido una bronquitis. “Esta mañana, el papa Francisco fue al hospital policlínico Gemelli para someterse a unos exámenes clínicos, y regresó al Vaticano antes del mediodía”, dijo en un comunicado el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni.
La Santa Sede publicó también el programa de Francisco en su próximo viaje al extranjero, que será a Lisboa del 2 al 6 de agosto con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Según la prensa local, la visita del pontífice argentino duró menos de una hora en el hospital Gemelli, donde ya había sido tratado a finales de marzo por una infección respiratoria.
El sumo pontífice no tiene audiencias públicas programadas los martes. Su audiencia general en el Vaticano fue confirmada para el miércoles, según su agenda oficial. El papa argentino se vio obligado a tomarse un día libre a finales del mes pasado debido a un episodio de fiebre, que el secretario de Estado del Vaticano atribuyó al cansancio.
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Según el periódico La Repubblica, que cita a una fuente del Vaticano, el chequeo de este martes estaba planeado. En marzo, el Vaticano anunció que el papa tuvo que acudir a este mismo hospital para unas pruebas también programadas. Pero luego reconoció que estaba teniendo dificultades para respirar, y que sufría una infección que requería tratamiento antibiótico.
Le diagnosticaron bronquitis y permaneció en el hospital durante tres noches, antes de regresar al Vaticano para presidir los servicios de Pascua. Al preguntarle cómo se sentía, respondió con una gran sonrisa: “¡Todavía estoy vivo!”
Especulaciones sobre su estado de salud
Francisco, líder de los 1.300 millones de católicos del mundo desde hace una década, ha sufrido crecientes problemas de salud durante el año pasado. Tiene dolor persistente en la rodilla derecha, así como ciática, y su estancia en el hospital por bronquitis provocó una preocupación generalizada. El papa Francisco dijo hace dos semanas en una entrevista con la televisión hispanohablante Telemundo que esta “pulmonía” fue tratada “a tiempo”.
Respecto a los dolores en la rodilla que lo obligan a desplazarse en silla de ruedas o con ayuda de un bastón, Francisco dijo sentirse “mucho mejor”. “Ya puedo caminar, la rodilla se fue arreglando. Hay días que es más doloroso, como hoy, y días que no. Pero es parte del desarrollo”, explicó.
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A pesar de sus problemas de salud, Francisco sigue viajando mucho. Sin embargo, el papa reconoció en julio de 2022 que necesitaba desacelerar. “A mi edad y con esta limitación (haciendo referencia a sus problemas en la rodilla), tengo que cuidarme un poco para poder servir a la Iglesia”, dijo entonces.
El estado de salud del pontífice argentino, elegido en 2013, alimenta regularmente especulaciones sobre una eventual renuncia y sobre su sucesión. Él ha declarado en varias ocasiones que se plantearía renunciar como hizo su predecesor Benedicto XVI, fallecido en diciembre, si su salud se debilita, pero recientemente aseguró que no estaba en sus planes.
Fuente: AFP.