El nuevo Congreso de Estados Unidos echará a andar este martes con el mayor número de latinos hasta la fecha en la Cámara de Representantes, que pasa de 38 a 47. En las elecciones de medio mandato de noviembre pasado, los demócratas conservaron el control del Senado, pero la oposición republicana se hizo con una reducida mayoría en la cámara baja.

Un total de 35 demócratas y 12 republicanos de origen hispano tendrán un escaño, en comparación con los 28 demócratas y 10 republicanos de la cámara anterior, según el Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO).

También ha habido un ligero avance en cuanto a género, con cuatro mujeres latinas más en la Cámara de Representantes. La cámara baja estará formada por 29 hombres y 18 mujeres, en vez de los 24 hombres y 14 mujeres de la anterior. De los comicios de noviembre también salieron las primeras latinas con escaños por Colorado, Illinois y Oregón. En cuanto a nuevas caras, 14 latinos entran en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, incluidas siete mujeres.

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Se trata de los demócratas Yadira Caraveo, Delia Ramírez, Maxwell Alejandro Frost, Andrea Salinas, Robert García, Robert Menéndez Jr, Gabriel Vásquez, Greg Casar y Marie Gluesenkamp Pérez. Y de los republicanos Juan Ciscomani, Lori Chávez-DeRemer, Anna Paulina Luna, Anthony D’Esposito y Mónica De La Cruz. El número de latinos en la cámara alta se mantiene en seis: los republicanos Marco Rubio y Ted Cruz y los demócratas Catherine Cortez Masto, Alex Padilla, Ben Ray Lujan y Robert Menéndez.

Cargos ejecutivos estatales

El número de latinos en cargos ejecutivos estatales subió de 18 a 21, un máximo histórico. Los demócratas pasaron de 12 a 14 y los republicanos de 5 a 6; además habrá uno sin afiliación a un partido. Entre los nuevos rostros destacan los secretarios de Estado de Arizona y Nevada, los demócratas Adrián Fontes y Cisco Aguilar respectivamente, y el republicano Diego Morales, que desempeñará la misma función en Indiana.

Además, destacan dos nuevos fiscales generales, el demócrata Raúl Torrez en Nuevo México y el republicano Raúl Labrador en Idaho. Un total de 376 latinos han conseguido un escaño en los congresos estatales (103 en senados y 273 en cámaras bajas), en comparación con los 344 de antes de las elecciones de 2022.

Qué esperar en 2023

El Congreso de Estados Unidos inicia este martes una nueva legislatura tras las elecciones intermedias, con la Cámara de Representantes ahora en manos de los republicanos y el Senado aún controlado por los demócratas.

A pesar de sus escasas mayorías, el Congreso 2021-23 bajo dominio demócrata fue uno de los más productivos en la historia moderna, con legislación en gran parte bipartidista sobre diversos temas. Pero la era de la cooperación entre los dos partidos parece estar llegando a su fin. Esto es lo que le espera al presidente Joe Biden a partir del 3 de enero, cuando juran los miembros del Congreso elegidos en noviembre:

Investigaciones

Luego de dos años de ver cómo su líder Donald Trump se defendía de múltiples investigaciones penales, civiles y del Congreso, los republicanos están tramando venganza con sus propias pesquisas. Es probable que un objetivo sea Biden, hasta incluso con un juicio político.

Sin embargo, la máxima prioridad declarada por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes será intensificar el escrutinio del hijo del mandatario demócrata, Hunter Biden, ya bajo investigación del FBI por sus prácticas comerciales.

Varios congresistas republicanos y figuras de la administración Trump, entre ellos el líder republicano en la Cámara baja, Kevin McCarthy, y el propio Trump, desafiaron las citaciones para comparecer en las investigaciones dirigidas por los demócratas, incluida la pesquisa sobre la insurrección de 2021.

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Ahora, los republicanos prometieron exigir testimonios sobre múltiples aspectos de la toma de decisiones de los demócratas, desde la gestión de la inmigración de la Casa Blanca de Biden y la crisis de covid hasta su manejo de la retirada de Afganistán. McCarthy, que aspira a convertirse en el próximo presidente de la Cámara baja, acusó a los demócratas de la “politización” del Departamento de Justicia por las diversas investigaciones sobre Trump.

Los republicanos también intentarán encontrar irregularidades en la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre el ataque ruso a las elecciones estadounidenses de 2016, que reveló amplios contactos entre la campaña de Trump y el gobierno ruso y los agentes de inteligencia.

Legislación

McCarthy prometió derogar los 80.000 millones de dólares asignados para el cobro de impuestos, aprobar una “Declaración de Derechos” que otorga a los padres más voz en la educación de sus hijos, más dinero para la policía y el control fronterizo y más impulso a la producción de energía a nivel interno.

Sin embargo, dada la división actual, no se espera que ninguna legislación importante llegue al escritorio de Biden. Los republicanos publicaron en septiembre una agenda legislativa de “Compromiso con Estados Unidos”, pero carecía de detalles y de políticas específicas.

En cuanto a la economía, los republicanos se comprometieron a combatir la inflación, hacer que Estados Unidos sea independiente en términos de energía, así como fortalecer la cadena de suministro y terminar con la dependencia de China.

A los demócratas les faltan nueve votos para alcanzar la “supermayoría” de 60 votos en el Senado de 100 miembros, necesaria para aprobar la mayoría de las leyes. Es probable entonces que el Senado dedique gran parte de su tiempo a bloquear proyectos de ley que surjan de la Cámara de Representantes. La Cámara alta seguramente también seguirá centrada en aprobar a los candidatos judiciales de Biden.

Ucrania

El Congreso estadounidense aprobó, principalmente con apoyo bipartidista, más de 100.000 millones de dólares en ayuda militar y humanitaria para su aliado Ucrania desde que Rusia invadió ese país en febrero de 2022. Pero el control republicano de la Cámara baja fortalece a los aislacionistas de la política exterior, los halcones fiscales y otros que quieren detener el flujo de dólares de los contribuyentes hacia el este.

El ala derecha del partido republicano se vio impulsada por la declaración de McCarthy antes de las elecciones intermedias de que su partido no firmaría un “cheque en blanco” para Kiev mientras los estadounidenses soportan una “recesión”.

La advertencia fue la primera señal oficial de que Ucrania podría enfrentar una lucha más dura por la financiación para defenderse de la invasión rusa. Si el grupo de legisladores republicanos que se oponen a la ayuda crece, es posible que McCarthy tenga que ofrecerles concesiones, como un mayor escrutinio de las dádivas.

Las nuevas caras

Una latina simpatizante del expresidente republicano Donald Trump y un activista de 25 años son algunos de los nuevos rostros del Congreso de Estados Unidos que prestarán juramento este martes.

- Mónica De La Cruz -

De la Cruz encarna la nueva cara desinhibida del Partido Republicano en Texas. Fue elegida como congresista tras una campaña en la que prometió terminar el muro de Trump en la frontera con México para frenar la llegada de migrantes, en su mayoría latinoamericanos. “Es importante tener a gente que viva en la frontera, que comprenda la frontera y que la represente”, afirmó esta mujer de 48 años.

- Maxwell Frost -

Tiene 25 años y será el primer elegido a la Cámara de Representantes de la “generación Z”, cuyos intereses se propone defender. Maxwell Frost apuesta por la justicia social y la lucha contra el cambio climático y tiene la intención de utilizar su mandato para combatir la violencia armada.

El joven demócrata entró en política a los 15 años, horrorizado como tantos de sus compatriotas por un tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook en Connecticut en 2012. En una entrevista con la AFP en octubre dijo que está molesto con algunos clichés sobre su generación, considerada muy impaciente.

- John Fetterman -

Este hombre que mide más de dos metros lucha por la legalización de la marihuana y el desarrollo de los sindicatos. John Fetterman, de 53 años, ganó uno de los duelos más reñidos de las elecciones de medio mandato de noviembre: un escaño como senador por Pensilvania. Fue decisivo para que los demócratas mantuvieran el control de la cámara alta y por lo tanto para el resto del mandato del presidente Joe Biden.

- J.D. Vance -

Es uno de los pocos abanderados de Donald Trump que salió electo en los comicios de noviembre, con un escaño en el Senado por Ohio. Recién llegado a la política, J.D. Vance, de 38 años, se hizo conocido al publicar “Hillbilly Elegy” en 2016, un relato exitoso de su infancia humilde y caótica en un pueblo de clase trabajadora en este estado, un símbolo del deterioro de las zonas de Estados Unidos pobladas mayoritariamente por blancos. Se convirtió en un inversor financiero en California. Entró en política el año pasado y ganó las primarias de su partido con la ayuda del expresidente republicano.

Republicanos asumen el control

La oposición republicana asume el martes el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos decidida a enfrentar al presidente demócrata Joe Biden, pero antes debe resolver disensiones en sus propias filas. Los nuevos representantes, electos en las legislativas de noviembre, se reúnen a las 12:00 (17:00 GMT) para jurar sus cargos de dos años.

Por primera vez en su mandato, Biden lidiará con un Parlamento dividido: su partido demócrata mantuvo el control del Senado, pero la oposición republicana obtuvo una mayoría muy ajustada en la Cámara de Representantes.

“Los estadounidenses están preparados para el cambio tras dos años calamitosos bajo el liderazgo del partido Demócrata”, afirman los diputados republicanos, que prometieron investigaciones sobre la gestión de la pandemia por parte Biden o la retirada estadounidense de Afganistán. Pero antes de esas batallas tienen que ponerse de acuerdo para elegir al Presidente de la Cámara de Representantes, lo cual no es fácil, debido a las divisiones del partido.

McCarthy debilitado

La elección del presidente de la Cámara, la tercera figura más importante de la política estadounidense tras el presidente y el vicepresidente, se decidirá el martes por mayoría simple. Siete años después de su primera tentativa, Kevin McCarthy, que lidera la bancada republicana en la cámara baja desde 2014, espera tomarse la revancha.

Pero está debilitado por los malos resultados de los republicanos en las elecciones de noviembre, ya que la “ola roja” pronosticada por los conservadores no se concretó. El partido Republicano tiene 222 escaños y McCarthy necesita 218 votos para ser electo presidente.

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Sin embargo, un pequeño grupo de legisladores muy cercanos a Donald Trump dijeron que pondrán condiciones antes de apoyarlo. Lo critican por no defender suficientemente al expresidente. Tres ya han dicho que votarán en contra. “Kevin no cree en nada, no tiene ideología”, dijo el representante Matt Gaetz.

McCarthy parece dispuesto a dar garantías a los rebeldes, pero no puede disgustar a los republicanos moderados. Aunque su margen de maniobra es mínimo no tiene ningún rival fuerte a la vista. Se menciona como posible alternativa a Steve Scalise pero no parece tener muchas chances.

Contra Biden

Con los republicanos controlando la Cámara de Representantes, Biden y los demócratas perdieron poder para aprobar nuevas iniciativas. Los republicanos tienen el mismo problema en el Senado donde los demócratas son mayoría.

¿Se atrincherarán en una oposición sistemática? Para ello tendrían que actuar como bloque unido. En la votación presupuestal previa a la Navidad, republicanos votaron junto a demócratas y evitaron el cierre del gobierno federal (shutdown). Por tanto, la elección del presidente de la Cámara también servirá para medir la capacidad de atacar a Biden.

Enfrentar una Cámara hostil podría darle una ventaja, si confirma su intención de presentarse a la reelección en 2024, una decisión que se espera que anuncie a principios de este año. En caso de parálisis legislativa, sin duda culpará del estancamiento a los republicanos con la esperanza de convertir la situación en una ventaja para él.

Fuente: AFP.

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