Rusia: incendio en residencia de ancianos deja 22 muertos
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Al menos 22 personas fallecieron en un incendio ocurrido en la noche del viernes al sábado en una residencia de ancianos privada en Kemerovo, en Siberia, en el centro-este de Rusia. “Según las últimas informaciones, durante la inspección del lugar, fueron hallados los cuerpos de otras dos personas. El número de muertos pasó a 22″, informó el Comité de Investigación ruso, a cargo de las principales pesquisas en el país.
“Otras seis personas resultaron heridas, dos de ellas fueron hospitalizadas en estado grave con quemaduras”, agregó la misma fuente. Poco antes, los servicios de rescate habían dado cuenta de 20 fallecidos. “A las 5:25 (2:25 GMT), los rescatistas terminaron sus tareas de limpieza de los escombros”, habían indicado en Telegram.
En un video publicado por los servicios de emergencia, se ven varios camiones de bomberos apostados cerca del pequeño establecimiento, entre escombros calcinados. El interior del edificio se quemó por completo. Según la agencia de prensa Tass, el fuego se propagó durante la noche por 180 m2 del edificio, de madera, de dos pisos.
“Ilegal”
Esta residencia para ancianos privada era “ilegal”, según una fuente de seguridad, citada por Tass. El Comité de Investigación abrió un expediente por “negligencia que causó la muerte a dos o más personas”. Los investigadores acusan a “un hombre de 31 años” de haber “alquilado una casa privada como residencia temporal a personas” mayores, según un comunicado del comité. Además, los investigadores publicaron un breve video que mostraba el interrogatorio de un hombre con la cara borrosa.
El supuesto origen del incendio podría ser “una estufa defectuosa”, afirmaron los investigadores. “La víspera del incidente, los inquilinos informaron (al propietario) que la caldera estaba defectuosa, pero no llevó a cabo ninguna acción para reparar el equipo”, denunciaron. “La inspección del lugar continúa, se han incautado los objetos necesarios para seguir la investigación”, prosigue el documento de los investigadores.
Según el servicio de emergencia, las autoridades “identificaron” el establecimiento a finales de 2021, y tenía que ser controlado en 2023. “El 7 de diciembre, el inspector del Servicio Nacional de Vigilancia de Incendios llegó al establecimiento en una visita de inspección. La dirección del refugio le negó el acceso a los locales”, denunciaron los rescatistas.
El gobernador regional, Serguéi Tsivilev, ordenó que se efectuaran de forma “inmediata” reuniones entre los diferentes alcaldes de la región de Kemerovo y “sus comisiones a cargo de las situaciones de emergencia”. También pidió, según la agencia de noticias Tass, que “todas las residencias de ancianos, principalmente las privadas, fueran controladas”.
La ciudad de Kemerovo ya registró en marzo de 2018 un incendio en un centro comercial en el que murieron 60 personas, más de la mitad niños y adolescentes, una tragedia que conmocionó al país. A principios de noviembre, un fuego en un bar de Kostroma, 300 km al noreste de Moscú, causó 13 muertos. En 2009, 156 personas perdieron la vida en un gran incendio en una discoteca en Perm, una localidad en los Urales, en el este de Rusia.
El policía de la foto del Ycuá Bolaños: “Lo recuerdo como si hubiera sido ayer”
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Ciudad del Este. Agencia Regional.
A 21 años de la tragedia del Ycua Bolaños, la imagen de un policía con un niño en brazos, a quien rescataba, trataba de auxiliar, sigue impactando como un eco de aquella dolorosa mañana. El uniformado, uno de los protagonistas de esta histórica foto, aún recuerda el hecho como si hubiera ocurrido ayer. Y es que en el incendio de ese supermercado fallecieron cerca de 400 personas.
La Nación/Nación Media habló con el comisario principal Juan Duarte Ferreira, quien es el policía que hizo una técnica de primeros auxilios para una ventilación artificial al niño que llevaba en sus brazos.
Hoy, el uniformado es padre de dos hijos, un hombre de 26 años y una niña de 7. Cumple funciones en la Comisaría 11 de Juan E. O´Leary como jefe policial y, en tal sentido, de nuevo se encuentra cuidando a niños en esta mañana del 1 de agosto, al hacer la cobertura de la Escuela Las Residentas, del citado municipio.
Imagen muy divulgada en el extinto Noticias el Diario, captada por el reportero gráfico Sebastián Cáceres. Gentileza
Periódicamente, desde su función en una aparente tranquila ciudad del interior del país, el comisario Duarte Ferreira lidia con víctimas de asaltos, robos, violencia familiar, desapariciones, homicidios, accidentados, en índices mucho menores que las zonas de gran movimiento, pero asegura que, especialmente, cada 1 de agosto, la memoria le hace volver a aquel primer domingo de agosto del 2004.
“Lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer, cada gesto, cada acto, cada situación que nos tocó aquella mañana y en siguientes jornadas; no se debe olvidar para que no vuelva a ocurrir”, expresó el comisario Duarte. Remarcó que fue “lamentable ver tantas muertes en época de paz”.
Asimismo, dijo que la imagen divulgada de su intervención en el hecho le valió que hasta un tiempo después, existieran personas que lo reconocían en el transporte público, y, por ejemplo, le agradecían por haber salvado a un familiar. Dijo que fue un policía en servicio, así como otros cientos de uniformados, bomberos voluntarios y un sin fin de personas que ayudaron.
El oficial recorrió varias unidades policiales a lo largo de estos 21 años hasta quedar en Alto Paraná. Después del siniestro, cumplió funciones en Accidentología Vial del Departamento de Criminología, donde le tocó intervenir en muchos accidentes.
“Estuve de nuevo en muchas situaciones terribles, especialmente cuando encontré a niños como víctimas de esas tragedias en rutas, pero sabemos que eso corresponde a nuestra función”, sostuvo el comisario Duarte.
El oficial de policía no fue solo el agente que ayudó en el incendio, sino familiar de una víctima y, en tal sentido, refiere que conoce muy bien la lucha encausada en busca de Justicia y reparación. Un sobrino de 20 años, Nelson Damián Duarte, trabajaba en el supermercado y fue una de las víctimas.
“Una larga lucha, juicios interminables, muchas familias sin asistencia, es lo que nos dejó también ese día tan triste; mucha fuerza a los que no fueron atendidos como corresponde”, dijo el policía.
¿A quién rescató?
Inicialmente, se creyó que el niño salvado por el policía y retratado en la emblemática foto del reportero Sebastián Cáceres, para el Diario Noticias (extinto), se trató de Enzo Bobadilla.
Sin embargo, cabe recordar que hasta hace unos años, Verónica Bécker, madre de una niña, aclaraba que fue su hija, Annete Nicole Gaus Bécker, de cuatro meses, la que está en la emblemática imagen y lamentó que se haya cometido ese error, tratándose de la identidad de una hija que perdió.
El policía Juan Duarte informó que mantuvo contactos con la familia del citado niño hasta que llegó a la edad de 7 u 8 años, aproximadamente. Luego, él se trasladó a otras zonas del país a cumplir funciones y dejó de tener vinculación con dicha familia, aunque había estado acompañando el crecimiento del niño.
Ycuá Bolaños: una tragedia que se vive, se recuerda y se lucha por sanar
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Cada 1 de agosto el pueblo paraguayo recuerda uno de los días más terribles y luctuosos de su historia: el incendio del supermercado Ycuá Bolaños. Aquel domingo soleado del 2004 se vio teñido por el fuego, las cenizas y las lágrimas de casi 400 paraguayos fallecidos. Han pasado 21 años, pero la herida sigue sangrando, sigue doliendo.
El sol quedó cubierto por el negro humo que cubrió la ciudad, que se volvió gris y doliente por el terrible suceso que marcó para siempre al barrio Trinidad, donde en cada cuadra había al menos una víctima.
Las llamas habrían iniciado cerca del mediodía en la cocina del patio de comidas del super, el cual, debido al día y el horario, estaba lleno de familias que estaban compartiendo en el lugar o iban a retirar el almuerzo para compartirlo en sus casas.
Los múltiples testimonios refieren que segundos después de escucharse una explosión, el sitio estaba rodeado de llamas, las cuales se extendieron de manera voraz, generando pánico, miedo y un descontrol entre todos los que estaban en el lugar y que, al intentar huir del sitio, se encontraron con los portones y las salidas de emergencias cerradas, quedando atrapados en el infierno que, tras 21 años, permanece en la memoria de todo un pueblo.
La historia de cientos de sobrevivientes ha sido contada año tras año, con la esperanza de que aquella tragedia nunca sea olvidada. Rocío Melgarejo es una madre que casi pierde a su hija aquel domingo. Ese día la siguió por años, ya que su hija no solo sobrevivió milagrosamente, sino que debió luchar por recuperarse y sanar.
“Mi hija Luna tenía 4 añitos apenas, pero ella cada domingo iba a la iglesia con mi hermano Nelson y su novia María Luisa. Ese domingo no fue la excepción, pero al salir del encuentro fueron hasta el super para almorzar; ellos estaban en el estacionamiento cuando el fuego los atrapó”, relató Rocío a La Nación/Nación Media.
Continúo recordando que, en medio de la densa humareda y las llamas que tomaban el lugar, casi por un milagro un pastor amigo de la familia apareció para ayudar a su hermano a rescatar a la pequeña Luna y su cuñada María Luisa, quienes lograron salir de las llamas al igual que su hermano Nelson, pero con graves secuelas.
Los múltiples testimonios refieren que segundos después de escucharse una explosión, el sitio estaba rodeado de llamas. Foto: Archivo
“Ese día yo no entendía lo que pasaba, porque a mi hermano lo derivaron a un hospital, a mi cuñada a otro y a Luna al IPS; ahí me dijeron que estaban y fui a buscarla, desesperada. Cuando llegó una de las doctoras, me mostró unos aritos, muy peculiares, cuadraditos; eran los de Luna”, comentó Rocío.
Destacó que en los minutos posteriores a la tragedia, y en medio de la búsqueda y el hallazgo de su hija, no podía dimensionar todo lo que había pasado, pero al llegar a ver a su hija, quedó completamente paralizada, ya que si bien no podía creer el estado en el que se encontraba, sabía que era su retoña.
“Yo entré a la habitación y vi a Luna, estaba en una camilla, y tenía toda la cara colorada, hinchada, con respiradores y soporte médico; no podía creer que era mi hija. Miré sus piecitos, me detuve a mirar sus pies y sabía que era ella, me convencí de que era ella. Ella sufrió un paro respiratorio, estaba muerta al momento en que la rescataron; después volvió a la vida, pero no se sabía cuánto tiempo estuvo sin respirar”, indicó Rocío.
El 1 de agosto del 2004, el incendio del supermercado Ykua Bolaños se cobró la vida de 364 personas. Foto: Archivo
Entre las explicaciones médicas sobre el estado de Luna, surgían posibilidades terribles, como el hecho de que su capacidad del habla y desarrollo se hayan visto comprometidas debido a la falta de oxígeno sufrida, eso sin contar las quemaduras que habían sufrido.
“Luna sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en un 20 % de su cuerpo, pero si bien esa cifra suena poco, ella era muy pequeña y esto hacía que la situación fuera muy grave según los médicos, y que la agravante era la zona de las quemaduras, ya que le afectaba la cara, parte de la cabeza, el cuello y las manos; además, pasamos por infecciones y otras dificultades”, explicó la madre de Luna.
Una vez fuera de terapia intensiva y con la capacidad de ser trasladada, la pequeña Luna inició su camino en una nueva vida, una vida donde debía aprender a lidiar con el dolor de las heridas, los tratamientos por quemaduras y los cuidados para la cicatrización.
Luna permaneció meses recibiendo tratamiento en Chile. Foto: Gentileza
La búsqueda de la recuperación total de Luna la llevó hasta Chile, hasta la Caoniquem, que es una corporación que se dedica a la rehabilitación de niños, niñas y adolescentes con quemaduras y otras cicatrices, donde por meses recibió atención médica especializada; debió quedar internada e inclusive permanecer en un albergue junto a su madre.
Rocío recuerda con resiliencia y fortaleza los procesos médicos a los que debió acompañar a Luna, incluyendo las cirugías de injerto y los procesos de confección de sus ropas compresivas que debía utilizar la pequeña para garantizar una rápida y buena recuperación.
“Ella usaba su máscara y ropas de compresión todo el tiempo, siempre; no se las sacaba porque se quería curar. Los primeros años de la escuela las usaba ahí y, si bien nunca me contó que haya pasado mal, sé como mamá y mujer que en algún momento se sentía incómoda por la forma en que nos miraban o hablaban, pero todo lo fuimos superando”, destacó Rocío.
Con una larga lucha, y algunas marcas tanto en la piel como en la memoria, hoy Luna tiene 25 años, trabaja, estudia y se destaca como una persona sumamente afín al arte, ya que baila, canta y pinta, logrando expresarse completamente a través de estas plataformas que la apasionan.
Hoy Rocío relata como un milagro que su hija y su hermano hayan sobrevivido, y recuerda con amor y cariño a su cuñada María Luisa, quien debido a la inhalación de humo y el paro que sufrió no logró sobrevivir. Hoy, a pesar de 21 años de perspectiva, Rocío nunca olvida aquel domingo que marcó la vida de su familia.
Esta madre es el fiel ejemplo de miles de familiares que perdieron a alguien aquel trágico 1 de agosto, pero que también lograron abrazar a un ser querido que fue arrebatado de las llamas aquella mañana, una madre que comprende que el milagro puede nacer en medio de una tragedia y que no existe nada que el tiempo, el amor y la dedicación no curen.
El 1 de agosto del 2004, el incendio del supermercado Ykua Bolaños se cobró la vida de 364 personas y resultaron con heridas graves más de 200, hombres y mujeres. Las familias de todos ellos nunca olvidarán la pérdida, el miedo y la injusticia vivida aquel día, en especial porque si las puertas no hubieran sido cerradas, quizá aún podrían abrazar a quienes aman.
Rescatistas ucranianos retiran un automóvil quemado en el lugar de un ataque aéreo en Kiev hoy jueves en medio de la invasión rusa de Ucrania. Foto: AFP
Zelenski pide aumentar la presión para “un cambio de régimen” en Rusia, tras bombardeo en Kiev
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El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, pidió este jueves aumentar la presión para “un cambio de régimen” en Rusia, después de una andanada de bombardeos que dejó al menos 15 muertos en Kiev y que Moscú anunciara la toma de una posición clave.
Zelenski calificó los bombardeos de “asesinatos ejemplarizantes” y afirmó que cree que es posible presionar a Rusia para terminar con la guerra, que comenzó en febrero de 2022 con la invasión a gran escala de las tropas de Moscú.
“Creo que es posible presionar a Rusia para que ponga fin a esta guerra. Ella la empezó y es posible obligarla a terminarla”, declaró Zelenski después de los bombardeos rusos.
Según un balance de los servicios de rescate los bombardeos causaron la muerte en Kiev de al menos 15 personas, entre ellos un niño de seis años.
Este ataque con drones y misiles el jueves al alba causó además 145 heridos, entre ellos 14 niños, añadió la fuente. La municipalidad anunció una jornada de duelo el viernes en la capital.
El mandatario ucraniano advirtió que “si el mundo no aspira a cambiar el régimen en Rusia, eso significa que, incluso después de que termine la guerra, Moscú seguirá intentando desestabilizar a los países vecinos”, agregó en un discurso en línea durante una conferencia en Finlandia para celebrar los 50 años de la Conferencia de Helsinki, que apaciguó las tensiones durante la Guerra Fría.
Zelenski pidió que, además de congelar los activos rusos, estos sean utilizados contra Moscú.
Una mañana horrenda
Periodistas de AFP vieron edificios residenciales en ruinas, autos calcinados y bomberos intentando apagar los restos de un incendio, mientras los equipos de rescate buscaban sobrevivientes entre los escombros.
Timofii, un habitante de Kiev, relató que se despertó por “el ruido de un misil”. “Todo se me vino encima, fue aterrador”, contó este residente del barrio de Solomianski, cuyo apartamento quedó destruido y que afirmó vivió “una pesadilla”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sibiga, reiteró sus llamados a aumentar la presión sobre Rusia, después de lo que calificó como “una mañana horrenda en Kiev”, citando la destrucción de edificios residenciales y los daños a escuelas y hospitales.
“Es hora de aplicar la máxima presión sobre Moscú”, declaró el canciller, que afirmó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “ha sido muy generoso y muy paciente” con el mandatario ruso, Vladimir Putin.
Este ataque de Rusia se produjo después de que Trump diera el lunes un ultimátum de diez días a Putin para terminar la guerra en Ucrania, amenazando con imponer más sanciones.
Tras la advertencia de Trump, el expresidente ruso Dmitri Medvedev, actual número 2 del Consejo de Seguridad, dijo en X que “cada ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra”, a lo que el republicano respondió este jueves señalando que el ruso se estaba adentrando “en una zona muy peligrosa”.