El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha reconocido este domingo la imposibilidad de liberar la ciudad de Mariúpol, prácticamente bajo control de las fuerzas rusas, a través de medios militares.
En rueda de prensa con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau -que ha visitado Kiev este domingo como gesto de apoyo al mandatario ucraniano- Zelenski ha explicado que su país “carece del armamento pesado necesario para liberar Mariúpol” en una operación militar. “Y lo digo abiertamente”, ha recalcado el mandatario.
Asimismo, el presidente ucraniano ha explicado que también es prácticamente imposible garantizar la salida de los militares ucranianos atrincherados en la planta metalúrgica de Azovstal y ha acusado a Rusia de bloquear los esfuerzos para su evacuación.
“Los militares rusos, el Ejército ruso y la cúpula de poder de la Federación Rusa no quieren que nuestros soldados se marchen”, ha hecho saber en declaraciones recogidas por el portal ucraniano Gazeta.
Por otro lado, en las últimas horas han llegado a la localidad de Zaporiyia 170 ucranianos como resultado de la apertura del corredor para civiles en Mariúpol y bajo la operación conjunta de Naciones Unidas y Cruz Roja.
“Nos alivia haber podido evacuar a más civiles de Azovstal y llevarlas a un lugar más seguro”, ha declarado el jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Ucrania, Pascal Hundt.
“El convoy humanitario representa un alivio enorme para estas personas, que les cambiará la vida. Durante muchas semanas han sufrido los horrores de los combates que han tenido lugar muy cerca de ellas. Todas han soportado un nivel de horror que ningún ser humano debería conocer”, ha añadido.
La operación, de cuatro días de duración, comenzó el 5 de mayo e incluyó la evacuación de 51 personas de Azovstal, tras otras dos operaciones de paso seguro, en las que unas 500 personas fueron evacuadas de Azovstal y la zona de Mariupol los días 3 y 5 de mayo.
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Con esta nueva llegada son ya más de 600 los civiles evacuados de la planta y sus inmediaciones, prácticamente el último bastión defensivo de la ciudad.
Fuente: Europa Press.
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Zelenski y Vance hablaron en Roma de un alto el fuego
- Roma, Italia. AFP.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se reunió el domingo en Roma con el vicepresidente estadounidense, JD Vance, ocasión en la que hablaron de la esperada llamada de hoy lunes entre Donald Trump y Vladimir Putin, tras las infructuosas conversaciones entre Moscú y Kiev en Turquía.
En paralelo, Rusia siguió atacando a Ucrania, como casi todos los días desde el inicio de su invasión en febrero de 2022, y lanzó un número récord de drones contra su territorio durante la noche, según Kiev.
En Roma, Zelenski y Vance asistieron por la mañana a la misa inaugural del papa León XIV, antes de mantener, junto con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, un encuentro de “alrededor de media hora”, según un alto funcionario ucraniano.
Esta fuente afirmó que hablaron de un “alto el fuego”, “la posibilidad” de nuevas sanciones contra Rusia, pero especialmente sobre “los preparativos de cara a la conversación del lunes” entre Putin y Trump. “Los dirigentes hablaron de su objetivo común de poner fin al baño de sangre en Ucrania y proporcionaron información adicional sobre el estado actual de las negociaciones para un alto el fuego y una paz duradera”, declaró por su parte la Casa Blanca.
El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, dijo el domingo en la cadena ABC que esperaba una conversación “fructífera” entre el mandatario estadounidense y Putin.
“El presidente está decidido a obtener resultados sobre Ucrania”, añadió, antes de advertir: “Si él no puede, nadie podrá”.
Zelenski reiteró en redes sociales que “la presión sobre Rusia debe continuar hasta que esté dispuesta a poner fin a la guerra”, y mencionó su “buena” reunión con Vance y Rubio.
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León XIV concedió audiencias privadas a Boluarte y Zelenski
- Ciudad del Vaticano, Santa Sede. AFP.
El papa León XIV recibió este domingo en audiencia en el Vaticano a la presidenta peruana, Dina Boluarte, con quien hablaron del “bienestar” del país donde sirvió gran parte de su sacerdocio, informaron la oficina de la mandataria y la Santa Sede. El nuevo obispo de Roma, Robert Francis Prevost, de 69 años, es oriundo de Chicago y vivió más de dos décadas en Perú, país del que obtuvo la nacionalidad. En Perú, fue misionero y obispo de Chiclayo, en el norte del país.
El encuentro tuvo lugar antes de la misa inaugural del sumo pontífice en la plaza de San Pedro, en la que Boluarte estuvo sentada durante la ceremonia junto al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance. “Previo a la entronización del papa León XIV, la presidenta Dina Boluarte Zegarra y el sumo pontífice sostuvieron una audiencia extraordinaria en la sacristía de la Basílica de San Pedro, donde dialogaron sobre el bienestar de todos los peruanos”, indicó la Presidencia peruana en su cuenta de la red social X.
La Santa Sede informó del encuentro en un escueto comunicado.
El papa le dio la “bienvenida” a Roma y Boluarte le transmitió el “saludo y el cariño de la diócesis de Chiclayo”.
En su misa inaugural, León XIV marcó la pauta del enfoque social que quiere dar a su pontificado, al denunciar “un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres”.
Además de Boluarte, a la ceremonia asistieron los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Daniel Noboa, y Paraguay, Santiago Peña.
Entre los demás invitados destacados figuraban el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski; el nuevo jefe del gobierno alemán, Friedrich Merz; el presidente israelí, Isaac Herzog, y los reyes de España, Felipe y Letizia.
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“La Ucrania martirizada”
El papa León XIV recibió el domingo en audiencia privada al presidente ucraniano Volodimir Zelenski y su esposa Olena Zelenska, poco después que en la Plaza de San Pedro hablara de una “Ucrania martirizada” que espera “negociaciones para una paz justa y duradera”.
“Gracias por la paciencia en la espera. Tenía que saludar a todas las delegaciones” que asistieron a la misa inaugural del pontificado, les dijo el Papa en el video difundido por el Vaticano tras su visita, durante la cual se intercambiaron regalos como parte del protocolo.
“Ucrania espera finalmente negociaciones para una paz justa y duradera”, había declarado el papa en la plaza de San Pedro al final de la misa que marcó el inicio de su pontificado, en presencia de una multitud de jefes de Estado.
El presidente ucraniano, en un mensaje publicado en Telegram, dijo estar “agradecido por las palabras especiales” del pontífice.
“Todo país merece vivir en paz y seguridad”, afirmó Zelenski.
El predecesor de León XIV, el papa Francisco, había abogado incansablemente por la paz en Ucrania.
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Rusia lanzó durante la noche del sábado un ataque con un número récord de drones contra muchas regiones de Ucrania, incluida la capital Kiev, dos días después de las primeras conversaciones de paz desde 2022 que no llegaron a una tregua.
León XIV también mencionó en el oficio religioso del domingo la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza, debido a los bombardeos y el bloqueo de la ayuda humanitaria al territorio por parte de Israel como parte de su ofensiva contra Hamás.
“No podemos olvidar a los hermanos y hermanas que sufren a causa de la guerra. En Gaza, los niños, las familias, las personas mayores que sobreviven sufren de hambre”, dijo el papa.
Después del bloqueo de negociaciones para prolongar una tregua que duró dos meses, Israel reanudó el 18 de marzo sus bombardeos en la Franja de Gaza. Además, desde el 2 de marzo, bloquea la entrada de cualquier ayuda humanitaria vital para la población del territorio.
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Zelenski habló con Vance en Roma sobre próxima llamada Trump-Putin
- Roma, Italia. AFP.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski se reunió el domingo en Roma con el vicepresidente estadounidense JD Vance, ocasión en la que hablaron de la esperada llamada del lunes entre Donald Trump y Vladimir Putin, tras las infructuosas conversaciones entre Moscú y Kiev en Turquía.
En paralelo, Rusia siguió atacando a Ucrania, como casi todos los días desde el inicio de su invasión en febrero de 2022, al país vecino, y lanzó un número récord de drones contra su territorio durante la noche, según Kiev.
En Roma, Zelenski y Vance asistieron por la mañana a la misa inaugural del papa León XIV, antes de mantener, junto con el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio, un encuentro de “alrededor de media hora”, según un alto funcionario ucraniano.
Esta fuente afirmó que hablaron de un “alto el fuego”, “la posibilidad” de nuevas sanciones contra Rusia, pero especialmente sobre “los preparativos de cara a la conversación del lunes” entre Putin y Trump.
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“Los dirigentes hablaron de su objetivo común de poner fin al baño de sangre en Ucrania y proporcionaron información adicional sobre el estado actual de las negociaciones para un alto el fuego y una paz duradera”, declaró por su parte la Casa Blanca.
El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, dijo el domingo en la cadena ABC que esperaba una conversación “fructífera” entre el mandatario estadounidense y Putin.
“El presidente está decidido a obtener resultados sobre Ucrania, añadió, antes de advertir: “Si él no puede, nadie podrá”.
Zelenski reiteró en redes sociales que “la presión sobre Rusia debe continuar hasta que esté dispuesta a poner fin a la guerra”, y mencionó su “buena” reunión con Vance y Rubio.
El dirigente ucraniano, que también se reunió en el Vaticano con León XIV, calificó al nuevo papa de “símbolo de esperanza para la paz”, después de que el pontífice hablara en la plaza de San Pedro de “la Ucrania mártir”.
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“Récord” de drones
Por su parte, Vladimir Putin insistió en que quiere “eliminar las causas” del conflicto y “garantizar la seguridad del Estado ruso”.
Según el mandatario, el ejército ruso, que ocupa cerca del 20% del territorio, cuenta con las “tropas y los equipos necesarios” para alcanzar ese objetivo.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump, que tiene previsto informar al presidente ucraniano tras la llamada con Putin, ha pedido a Moscú y a Kiev que detengan los combates.
Hasta la fecha, sin embargo, sus esfuerzos no han producido ningún avance importante en la resolución del conflicto, que ha dejado decenas de miles de civiles y soldados muertos desde su inicio hace más de tres años.
El viernes, rusos y ucranianos se reunieron por primera vez desde 2022 para mantener conversaciones de paz directas en Estambul, bajo mediación turca.
Pero la reunión, que duró menos de dos horas, no desembocó en una tregua, como pedían Kiev y sus aliados, y sólo se acordó un intercambio de prisioneros, lo que pone de manifiesto el abismo entre las posiciones de Moscú y Kiev.
En este contexto, el ejército ruso lanzó un número “récord”, según la vice primera ministra Yulia Sviridenko, de drones de ataque contra su territorio durante la noche del sábado.
Estos apuntaron contra varias regiones, incluyendo la de la capital, Kiev, donde una mujer murió.
Según la fuerza aérea ucraniana, Rusia lanzó “273 drones de ataque Shahed y (...) señuelos”, de los que 88 fueron destruidos y 128 se extraviaron “sin consecuencias negativas”.
“Rusia tiene un objetivo claro: continuar matando civiles”, sostuvo Sviridenko. “Para Rusia, las negociaciones en Estambul solo fueron un pretexto. Putin quiere guerra”, dijo el el jefe de la administración presidencial ucraniana, Andrii Yermak. En el frente, el ejército ruso afirmó haber tomado una nueva localidad, Bagatir, en la región oriental de Donetsk.
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Ucrania y Rusia negocian en Estambul, sin Putin ni Zelenski
- Estambul, Turquía. AFP.
Delegaciones de Rusia y Ucrania se reunirán este viernes en Estambul en su primer encuentro directo desde 2022, aunque las grandes divergencias y la ausencia de Vladimir Putin han rebajado las expectativas de encontrar una salida rápida al conflicto. La reunión arrancará este viernes a las 9:30 GMT en Estambul, bajo mediación turca, indicaron fuentes de la cancillería de Turquía.
Previamente, hacia las 7:45 GMT, está prevista otra reunión entre ucranianos, turcos y norteamericanos en el mismo lugar, el palacio de Dolmabahçe, en Estambul, indicaron dichas fuentes. En las conversaciones estará el secretario de Estado norteamericano Marco Rubio, que aterrizó en Estambul este viernes de mañana, tal como constató un corresponsal de AFP.
Después de meses de presión de Estados Unidos a ambos bandos y de un ultimátum de los aliados europeos de Kiev, el presidente ruso propuso el sábado conversaciones directas con Ucrania para intentar poner fin a más de tres años de guerra. Su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, aceptó y lo retó a acudir en persona a la ciudad turca, pero el Kremlin mandó una delegación de segundo nivel que disipó las esperanzas de avances.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ofreció a viajar a Turquía y estimó que “no pasará nada” hasta que no se reúna personalmente con su homólogo ruso. En la misma línea, Marco Rubio descartó el jueves “enormes progresos”. “Voy a ser franco, no tenemos grandes expectativas sobre lo que sucederá mañana”, dijo.
El encuentro estaba inicialmente previsto el jueves, pero, después de una jornada confusa y un intercambio de insultos entre ambas partes, fue aplazado al viernes. Zelenski, que se reunió el jueves en Ankara con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Rusia de no “tomar en serio” estas reuniones al enviar una delegación de segundo nivel.
Su cabeza visible es el asesor presidencial Vladimir Medinski, que ya participó en las infructuosas negociaciones de marzo de 2022 y es conocido por su lectura nacionalista de la historia rusa. Enfrente del consulado ruso en Estambul, Medinski afirmó que están dispuestos a “posibles compromisos” y aseguró que tenía “todas las prerrogativas” para tomar decisiones durante las negociaciones, algo que Zelenski había puesto en duda. La representación ucraniana estará liderada por el ministro de Defensa, Rustem Umerov, que recibió de Zelenski el mandato de obtener un alto el fuego en el conflicto que inició con la invasión rusa en febrero de 2022.
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Insultos y discrepancias
En una muestra de la belicosidad entre ambas partes, Zelenski acusó a Rusia de enviar una delegación que era “pura fachada” y Moscú le respondió tratándolo de “payaso” y “fracasado”. Más allá de las invectivas, los puntos de partida de ambas delegaciones están muy alejados. Rusia exige que Ucrania renuncie a unirse a la OTAN y la garantía de poder mantener los territorios ucranianos anexionados, unas condiciones inaceptables para Kiev y sus aliados.
Ucrania quiere por su parte sólidas “garantías de seguridad” occidentales para evitar nuevos ataques rusos y que el ejército de Moscú, que controla alrededor del 20% del territorio ucraniano, se retire. Estados Unidos presiona a ambas partes para acabar rápidamente con el conflicto como prometió Trump en su campaña hacia la presidencia. Pero ante la falta de progresos, ha amenazado con desistir en este empeño.
Marco Rubio avanzó que se reuniría este viernes en Estambul con su homólogo ucraniano, Andrii Sibiga, y delegaría en sus subalternos las conversaciones con la parte rusa. Antes de estas conversaciones, el primer ministro británico, Keir Starmer, consideró que Putin “debe pagar el precio por impedir la paz”.
El dirigente laborista visitó la semana pasada Kiev en compañía del presidente francés, Emmanuel Macron; el jefe del gobierno alemán, Friedrich Merz, y el primer ministro polaco, Donald Tusk. Desde allí, estos líderes europeos, con el beneplácito de Estados Unidos, lanzaron un ultimátum a Moscú para aceptar un alto el fuego total e incondicional de 30 días a partir del pasado lunes. Putin no respondió directamente al envite, pero propuso a cambio la celebración de estas negociaciones directas en Estambul.