“Estoy acostumbrado a participar en las elecciones. No estoy ni encantado ni entristecido por la investigación. Creo que tenemos un buen historial de gobiernos. Tendré el lanzamiento de mi pre-candidatura el 7 de mayo y luego quiero recorrer Brasil”, escribió el exmandatario brasileño, Lula Da Silva, en su cuenta de Twitter.
Así confirmaba y oficializaba su precandidatura a la presidencia de Brasil, tras varios indicios en medios de comunicación brasileños e internacionales, sobre sus intenciones de volver a postularse. Días atrás, había anunciado a su compañero de fórmula, el centrista Geraldo Alckmin, con quien disputará, probablemente, las elecciones de octubre contra Jair Bolsonaro.
La designación de Alckmin, exrival político de Lula, se dio en el marco de una alianza entre el Partido de los Trabajadores (PT) del líder izquierdista y el Partido Socialista Brasileño (PSB), al que se afilió recientemente el político centrista. “Necesitamos la experiencia de Alckmin y mi experiencia para arreglar Brasil”, dijo Lula ante la prensa en un evento en Sao Paulo.
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Se necesita paz
En un hilo compartido por el exmandatario a través de su Twitter, dijo que su país necesita paz y una persona que pueda discutir, de manera madura, sobre el desarrollo, el empleo y el futuro. “No un presidente que no habla con nadie”, en clara alusión al actual presidente de Brasil.
Agregó que cree que la elección será polarización, pero que no hay que temer a ello. “El domingo tuvimos un partido polarizado entre Flamengo y São Paulo, entre Liverpool y Manchester City, en Inglaterra. La polarización siempre ha existido”, remarcó.
Lula hizo hincapié en su gestión como presidente y señaló que generó 22 millones de empleos formales y el Seguro Social tenía superávit. Para luego afirmar que “no hay forma de que un empresario defienda una política de desarrollo de Bolsonaro, porque Bolsonaro no tiene una política de desarrollo. Por ejemplo, paralizó las fábricas de fertilizantes que estábamos construyendo y cerró 4 fábricas en el país”.
Así, marcó distancia de su futuro contrincante y expuso su visión para Brasil, país que gobernó desde el 2003 hasta el 2011.
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