Al menos 12.000 personas se reunieron el domingo en Malta para la misa al aire libre del papa Francisco, que apareció de nuevo debilitado por un dolor en la rodilla.

El pontífice llegó poco antes de las 10 de la mañana (8:00 GMT) en su papamóvil y fue recibido en la Plaza de los Graneros de Floriana, cerca de la capital, La Valeta, por los vítores de la multitud, deteniéndose varias veces para bendecir a niños y bebés.

“Ayer lo vi muy cansado (...) Creo que está sufriendo. Ya tiene una edad y la agenda es muy apretada para él”, dijo a la AFP Anna Balzan, una maltesa de 67 años que vino con su hija y sus tres nietos. Sobre sus hombros, llevaba una bandera del Vaticano que tiene desde la visita de Juan Pablo II en 1990.

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Desde el comienzo de la visita de dos días a Malta, Francisco, de 85 años, apareció especialmente debilitado por sus problemas articulares, que le han obligado recientemente a cancelar compromisos. Por primera vez, tuvo que utilizar una plataforma elevadora para subir y bajar de su avión el sábado.

Antes de la misa, el pontífice visitó el domingo la gruta de San Pablo en la localidad de Rabat. Se trata de uno de los principales lugares de peregrinación de la isla, que ya habían visitado sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Desde la gruta Francisco pidió la misma acogida para los migrantes que la que, según la tradición cristiana, recibió San Pablo cuando naufragó en el año 60 frente a las costas de Malta.

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Condenó la guerra en Ucrania

El papa volvió a condenar este domingo en Malta la “guerra sacrílega” en una Ucrania “atormentada”, al día siguiente del descubrimiento de cadáveres de civiles que ha suscitado repulsa e indignación.

“Pensando en la tragedia humanitaria de la atormentada Ucrania, todavía bajo el bombardeo de esta sacrílega guerra, no nos cansemos de rezar y ayudar a los que sufren”, declaró el papa tras un misa al aire libre ante unas 12.000 personas cerca de la capital, La Valeta.

El sábado, Francisco condenó la invasión de Ucrania y habló de “algún poderoso, tristemente encerrado en las anacrónicas pretensiones de intereses nacionalistas, que provoca y fomenta conflictos”, una referencia apenas velada al presidente ruso Vladimir Putin.

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Preguntado por un periodista sobre un posible viaje a Kiev, dijo que una visita a la capital de Ucrania estaba “sobre la mesa”. Esta nueva condena del pontífice argentino tiene lugar al día siguiente del hallazgo de al menos 20 civiles muertos, algunos de ellos maniatados, en una calle de Bucha, una ciudad cerca de Kiev.

Fuente: AFP.


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