“Los teatros, los cines, las salas de concierto tendrán que cerrar”, declaró la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, durante una conferencia de prensa del viernes pasado. “Tenemos que limitar nuestra actividad. Tenemos que limitar todos nuestros contactos sociales”, añadió.
El país escandinavo registró un récord de más de 11.000 casos en las últimas 24 horas, con un nuevo pico de más de 2.500 de la variante ómicron; por lo que decidió aplicar nuevas medidas para intentar frenar el aumento récord de casos de COVID-19 a raíz de la nueva variante ómicron, anunció el viernes su primera ministra.
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Dinamarca, muy avanzado en materia de secuenciación, es uno de los países del mundo con más casos de variante ómicron detectados. Las autoridades prevén que ómicron se convierta en la variante mayoritaria en los próximos días.
“Nuestro objetivo sigue siendo mantener la sociedad lo más abierta posible”, dijo Frederiksen, descartando confinamientos como el de la primavera de 2020 “porque tenemos vacunas”. El gobierno también pedirá el cierre de otros lugares que reúnen a mucha gente, como los parques de atracción, los centros de congresos o los museos.
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Aunque las vacaciones de Navidad ya se han extendido para hacer frente al aumento de casos, el ejecutivo sigue planeando la vuelta al colegio el 5 de enero. Las nuevas medidas tienen que ser aprobadas por el Parlamento.
En cuanto a la vida nocturna, los bares y restaurantes cerrarán a las 23:00 locales y no se podrá servir alcohol después de las 22:00. Casi un mes después de su identificación, la variante ómicron parece ser altamente contagiosa y resistente a la vacuna, pero aún se desconoce la gravedad de las infecciones.
Fuente: AFP.