En Argentina se registraron las elecciones legislativas para renovar la mitad de los escaños en la Cámara de Diputados y un tercio de las bancas del Senado. El sector opositor ganó los comicios en los principales distritos.

El Gobierno logró revertir en parte la paliza electoral que había sufrido durante las primarias y se ganó el derecho de transitar los próximos 2 años sin ningún tipo de cuestionamientos, por destacar que aún no se marca una tendencia clara con miras al 2023, ya que el voto opositor no creció numéricamente.

Al respecto Gustavo Córdoba, licenciado en Ciencias Políticas y especialista en el área de comunicación electoral y gubernamental, manifestó que todo el mundo festejó anoche y eso es apenas un síntoma. “Hay alguna dificultad para entender a partir de un fenómeno que se llama espectacularización de la política, es decir, un episodio transformado en una noticia espectacular, consume prácticamente todo el tiempo y no podemos perder de vista que esto forma parte de un proceso, quizás mucho más largo en el tiempo, más profundo relacionado a sus características y consecuencias”, aseguró.

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Agregó que el voto castigo que la sociedad argentina le administró al gobierno de Alberto Fernández tiene un lógico antecedente en el voto castigo que también le asignaron al gobierno de Mauricio Macri, 2 años atrás. “La sociedad argentina tiene determinadas expectativas económicas de sus gobiernos, y al no contar con una respuesta a la altura de esas expectativas del gobierno de Macri, efectivamente los argentinos le sancionaron luego de 3 años y 8 meses de gobierno”, explicó.

En ese sentido, agregó que el gobierno de Fernández, perteneciente a un “signo político opuesto”, también es castigado electoralmente por el mismo motivo por la sociedad argentina, pero tras un 1 año y 8 meses de gobierno.

“Se está acelerando o se está disminuyendo la paciencia respecto a los resultados económicos del Gobierno y en segundo lugar a Macri, la sociedad argentina no le dio margen de tiempo como para mejorar la performance porque le quedaba solo 4 meses de gobierno. Él pudo tan solo martillar la derrota a un altísimo costo fiscal, pero el actual Gobierno también pudo martillar la derrota, pero logró mejorar sus números en las generales respecto en las primarias, pero a diferencia de Macri, le quedan al gobierno de Fernández, 2 valiosos años”, comentó.

Evaluar el plan de gobierno

Agregó que en dicho periodo el mandatario argentino tendrá que evaluar si va a seguir con su mismo plan de Gobierno o tendrá que refundar su gestión con el fin de relanzar el Gobierno con otros parámetros y bases de acuerdo.

“Por regla, estadísticamente hablando, estas elecciones (intermedias) generalmente el oficialismo las pierden porque están muy ocupados gobernando y los agarra a la mitad del mandato y lógicamente la oposición con el solo hecho de registrar tanto el mal humor de la gestión les alcanza para ganar la elección. Esto nos da además un reacomodamiento interno de los liderazgos de cada uno de los espacios, una especie de evaluación del humor social y claramente la Argentina está con un nivel de crítica alta a la política”, indicó.

Sin profundidad de lectura ni autocrítica

En ese sentido, manifestó que existe una dificultad cada vez más creciente departe de la dirigencia política de leer los resultados electorales porque hay una especie de sesgo que utilizan para leer selectivamente los que le conviene y les gusta, pero cuando les toca perder no hay profundidad de la lectura, no hay autocrítica. “Ayer no se vio que la sociedad argentina haya asignado un voto premio, sino un voto castigo, la sociedad cuando está tan enojada elige lo que tiene a mano para poder castigar electoralmente”, explicó.

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Peronismo, parte del problema

Por otra parte, dijo que un elemento fundamental a tener en cuenta es que por primera vez, desde el 1983 en adelante, es la primera vez que la Cámara Alta pierde el control el peronismo.

“El peronismo dejó de ser el partido para salir de la crisis, la gente ya no visualiza al peronismo como parte de la solución, sino del problema. Esto a corto plazo puede ser muy relevante porque al perder esa mayoría en el Senado y en Diputados, yo creo que esta posición obligará al Gobierno a tener un perfil negociador más alto e importante, porque a partir de ahora cobran relevancia fuerzas provinciales que serán los árbitros en el Congreso Nacional, y ahí estará el epicentro de todos los acuerdos donde se cristalizarán”, comentó.

Oposición carente de proyectos

Agregó que no ve a la oposición con un plan de Gobierno diferente a la que quiso implementar Mauricio Macri y no puede descartar que el gobierno de Fernández, el año próximo, tenga un mejor perfil económico y tengan chances concretas para el 2023. “Cualquiera de los dos sectores se beneficiarán de estos mínimos acuerdos que pasarán por el Congreso”, indicó en el programa Fuego Cruzado, emitido por el canal GEN.

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