Las autoridades libias llevaron a cabo el viernes una gran operación “antidrogas” en un suburbio pobre de Trípoli, dirigida principalmente a migrantes en situación irregular, informaron el sábado fuentes concordantes.
En un comunicado el viernes por la noche, el fiscal general anunció que había encargado a las fuerzas de seguridad “inspeccionar las viviendas utilizadas para organizar operaciones de inmigración ilegal y detener a los implicados en el tráfico de estupefacientes, psicotrópicos, alcohol y armas de fuego”.
Esta operación, que se llevó a cabo durante todo el viernes, dio lugar a “la detención de numerosos delincuentes y el traslado de cientos de inmigrantes ilegales” a centros de detención, afirmó.
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Las viviendas habitadas por migrantes fueron arrasadas con palas mecánicas. El ministerio del Interior anunció el sábado por la tarde el final de la “primera fase” de esta “campaña de seguridad”, precisando que la próxima etapa consistirá en “suprimir las construcciones anárquicas” en el mismo barrio.
Por su parte, el jefe del gobierno libio de transición, Abdelhamid Dbeibah, saludó en Twitter a los “héroes del ministerio del Interior” que dirigieron esta “operación planificada para eliminar las guaridas de tráfico de drogas”.
El viernes se cerró el barrio en el que tuvo lugar la incursión y se ordenó a sus habitantes que no abandonaran sus hogares, según declaró un testigo a la AFP el sábado. Las fuerzas de seguridad atacaron principalmente a extranjeros que, según él, residían ilegalmente en Libia.
Las imágenes en las redes sociales muestran a decenas de personas hacinadas en la parte trasera de las camionetas de las fuerzas de seguridad poco después de su detención.
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En un comunicado, el director del consejo noruego para los refugiados en Libia, Dax Roque, deploró el arresto de “al menos 500 migrantes”, entre ellos mujeres y niños, seguida de “detenciones arbitrarias”.
Fuente: AFP.