Afganistán “probablemente” caiga en una guerra civil, dijo un alto jefe militar estadounidense, advirtiendo que esas condiciones podrían permitir un resurgimiento de grupos terroristas en el país.
A medida que las tropas estadounidenses se retiraban, los talibanes tomaron control de Afganistán en una campaña relámpago, y solo la provincia septentrional de Panshir resiste a los islamistas radicales. “Mi estimación militar (...) es que es probable que se den las condiciones para una guerra civil”, dijo el sábado a Fox News el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Mark Milley.
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Milley expresó dudas de que los talibanes, que aún deben formar un gobierno, serán capaces de consolidar el poder y mantener una gobernabilidad efectiva. “Pienso que, por lo menos, hay una muy fuerte probabilidad de una guerra civil” que podría conducir a “una reconstrucción de Al Qaida o a un crecimiento de ISIS [el grupo Estado Islámico] o de otros grupos terroristas”, dijo.
“Es muy probable que veamos un resurgimiento del terrorismo proveniente de esa región en general dentro de 12, 24 o 36 meses”, añadió. Estados Unidos invadió Afganistán y derrocó al primer gobierno talibán en 2001 tras los atentados del 11 de setiembre conducidos por Al Qaida, que era protegido en ese país.
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Gobiernos occidentales temen que Afganistán se convierta nuevamente en un santuario para grupos extremistas determinados a lanzar ataques en su contra. Estados Unidos afirma que será capaz de contrarrestar cualquier amenaza a su seguridad en Afganistán.
Fuente: AFP.
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Talibanes prohíben el ajedrez en Afganistán
- Kabul, Afganistán. AFP.
El gobierno talibán añadió el ajedrez a su lista de actividades prohibidas, considerándolo hasta nuevo aviso como un juego que se utiliza para apuestas, lo que viola las leyes de la moral, declaró el domingo un funcionario a AFP. El ajedrez “es considerado un medio de apostar dinero”, lo cual está prohibido por la ley de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio (PVPV) aprobada el año pasado, explicó Atal Mashwani, portavoz de la Dirección de Deportes.
Como se trata de “cuestiones religiosas”, "el ajedrez será suspendido en Afganistán hasta que se aborden estas cuestiones“, añadió Mashwani, sin especificar la pena por la infracción. Azizullah Gulzada, de 46 años, propietario de un café de Kabul donde los clientes practican este juego, dijo que hará cumplir la prohibición, pero no le convencen los argumentos religiosos. “Muchos países musulmanes tienen jugadores de nivel internacional”, explicó. “Antes venían aquí todos los días muchos jóvenes, sin dinero para apostar”, añadió.
Desde su regreso al poder en 2021, las autoridades talibanes impusieron progresivamente su visión ultrarrigurosa del islam, prohibiendo ciertas actividades y deportes. En 2024, las competiciones de MMA (artes marciales mixtas) fueron prohibidas porque el gobierno las consideró demasiado “violentas”, mientras que el cricket todavía se practica ampliamente, pero solo entre hombres.
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Arrestados por cantar y tocar música
Los talibanes arrestaron a 14 personas en Afganistán por tocar música y cantar, una actividad que está prohibida desde su retorno al poder, informó el último sábado la policía local. Desde su regreso al poder en 2021 el gobierno talibán multiplica las leyes para imponer su visión ultra rigorista de la ley islámica, prohibiendo, por ejemplo, la música en espacios públicos, la televisión, los conciertos, los restaurantes e inclusive las radios de los automóviles.
El jueves por la noche, en la capital de la provincia de Takhar, “14 personas (...) aprovecharon la oscuridad de la noche para reunirse en una casa donde tocaron instrumentos musicales y cantaron, causando un disturbio al orden público”, afirma un comunicado de la policía.
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Se abrieron investigaciones contra los detenidos, añadió el texto. Tras retomar el poder las autoridades talibanes cerraron las escuelas de música. También destruyeron o quemaron instrumentos musicales y altavoces para evitar la “corrupción moral y la perversión de la juventud”.
Los salones de fiesta donde se celebran bodas, ya no tienen permitido poner música, aunque a veces se escucha en secreto en la sección de mujeres, separadas del sector reservado a los hombres. En los últimos años muchos músicos abandonaron el país, en gran parte por perder su medio de vida en uno de los países más pobres del mundo. Los talibanes alientan a quienes permanecen a dedicarse a recitar cantos religiosos o poesía, como ya lo hicieron durante su anterior régimen (1996-2001).
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Los talibanes desmontan una emisora de radio para mujeres
Las autoridades talibanas de Afganistán allanaron ayer martes la emisora de radio Begum, destinada al público femenino, arrestando a dos empleados, informó la emisora, y el ministerio de Información indicó que las operaciones de la estación fueron suspendidas.
“Agentes de la Dirección General de Inteligencia (GDI), con la asistencia de representantes del ministerio de Información y Cultura, allanaron hoy las instalaciones de Begum en Kabul”, indicó un comunicado de la emisora, pidiendo la pronta liberación de su personal.
También indicó que las autoridades talibanas retuvieron al personal mientras registraban la oficina, confiscando computadoras, discos duros y teléfonos, y deteniendo a dos empleados masculinos “que no ocupan ningún cargo de alta dirección”.
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La emisora precisó que no haría más comentarios por temor a la seguridad de los empleados detenidos, y pidió que las autoridades “cuiden a nuestros colegas y los liberen lo antes posible”. En un comunicado en la red social X el ministerio de Información talibán precisó que la emisora había sido suspendida por múltiples violaciones y por haber proporcionado “materiales y programas a una estación de televisión con sede en el extranjero”, señaló.
“Debido a la violación de la política de transmisión y el uso indebido de la licencia” la emisión fue suspendida hoy “para que los documentos relacionados puedan ser evaluados cuidadosamente y se tome una decisión final”, subrayó. Radio Begum afirmó que nunca se involucró en ninguna actividad política y que está “comprometida con servir al pueblo afgano y, más específicamente, a las mujeres”.
La emisora fue fundada el 8 de marzo de 2021, Día Internacional de la Mujer, cinco meses antes de que los talibanes tomaran el poder, derrocando al gobierno respaldado por Estados Unidos. Las autoridades han impuesto restricciones generalizadas a las mujeres, excluyéndolas de la vida pública con reglas que la ONU denomina “apartheid de género”.
Fuente: AFP.
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El rubab, un patrimonio cultural reprimido por los talibanes
- Por Susannah Walden y Qubad Wali.
En su taller en la ciudad afgana de Herat, Sakhi ha trabajado durante décadas fabricando rubabs, un instrumento musical de cuerdas emblemático de Asia Central. Y aunque los talibanes quieren silenciar la música, él se mantiene firme en su oficio. “Sólo conozco este trabajo y necesito obtener dinero de alguna forma”, comentó Sakhi, rodeado de rubabs en diferentes etapas de conclusión.
Pero lo que más aprecia es el “valor cultural”, dice el artesano de una cincuentena de años, cuyo nombre fue cambiado por motivos de seguridad, al igual que otros consultados por AFP. “El valor de este trabajo para mí es (...) la herencia que encierra. La herencia no debe perderse”, expresó.
La agencia cultural de la ONU, Unesco, reconoció en diciembre al arte de fabricar y tocar el rubab como patrimonio cultural intangible de Afganistán, Irán, Tayikistán y Uzbekistán. Fabricado con madera seca de morera y a veces incrustado de nácar, el rubab es uno de los instrumentos más antiguos de la región, y su sonido vibrante data de miles de años.
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Pero esa herencia en Afganistán está amenazada por la prohibición casi total a la música impuesta por los talibanes, quienes consideran que contraviene su estricta interpretación de la ley islámica. Desde que llegaron al poder en 2021, los talibanes prohibieron la música en público, desde las presentaciones en vivo hasta las pistas grabadas en restaurantes, vehículos, radios o televisión.
Cerraron las escuelas de música y destruyeron instrumentos y equipos musicales. Numerosos músicos afganos huyeron por temor o por necesidad de trabajar. Los talibanes han instado a los músicos a orientar su talento a la poesía islámica y los cantos sin acompañamiento, la única forma musical que autorizan.
“Paz al alma”
Gull Agha, un aficionado al rubab, tiene los restos del instrumento que los talibanes quebraron. La policía talibana de la moralidad también destruyó uno de los rubabs de Gull Agha, quien fue obligado a jurar que no volvería a tocar. Pero a veces rasguea un rubab para los turistas que visitan Herat, un centro artístico y cultural en Afganistán.
“Lo que más me motiva a seguir tocando el rubab es contribuir con Afganistán, no debemos dejar que se olviden las habilidades de nuestro país”, manifestó. Pero teme que este arte se atrofie con la salida de los músicos al exterior y el abandono de sus exalumnos. “Es nuestro deber legarle nuestra música a las próximas generaciones, como nuestros ancestros nos la legaron a nosotros”, comentó Gull Agha, de 40 años. “El rubab es un arte... el arte le da paz al alma”.
Mohsen, quien fue miembro del sindicato de artistas, contuvo las lágrimas al recordar cómo los músicos eran “una presencia constante en los momentos alegres de la vida de la gente”. “Lamentablemente, la felicidad ha sido arrebatada del país y de los artistas”, dijo. Mohsen aún cree en el futuro del rubab en Afganistán, y asegura que músicos dentro y fuera del país buscan mantener viva la tradición musical. “La gente ya no toca por dinero, toca por llevar alegría a otros”, expresó. “Ninguna fuerza, ninguna persona, ningún sistema puede silenciar su sonido”.
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Música eterna
Majid solía tocar el rubab en muchos sitios de la capital Kabul. Pero no ha tocado el instrumento en más de tres años por temor a que lo escuchen, hasta una tarde de diciembre en que tomó el rubab en el patio de su casa. Hizo sonar las cuerdas, pero se detuvo abruptamente cuando se abrió la puerta del patio, temeroso de que fueran los talibanes.
Parte de su rubab fue quebrado por los talibanes cuando llegaron al poder, pero lo reparó hasta donde pudo. “Mientras tenga vida, lo tendré conmigo, y espero que mis hijos lo mantengan (...) Pase lo que pase, la cultura del rubab no se perderá”, asegura este hombre de 46 años. “La música nunca se pierde. Como dicen, ‘no puede haber muerte sin lágrimas ni boda sin música’”.
Fuente: AFP.
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Los talibanes prohíben en Afganistán construir ventanas donde se vean mujeres
El jefe supremo de los talibanes prohibió construir ventanas en lugares residenciales desde donde se pueda ver a mujeres, y recomienda obstruir las que ya existen, para prevenir la “obscenidad”. Según un comunicado publicado la noche del sábado por Zabihullah Mujahid, el portavoz del gobierno talibán, los nuevos edificios que se construyan a partir de ese día no podrán tener ventanas por las que se pueda ver “el patio, la cocina, los pozos comunes y otros lugares que suelen utilizar las mujeres”.
“El ver a mujeres trabajando en las cocinas, patios o sacando agua de un pozo puede generar actos obscenos”, prosigue el documento difundido por Mujahid en la red social X, escrito en parte en árabe, darí y pastún. Los ayuntamientos y otras autoridades competentes deberán vigilar las obras para asegurarse de que no sea posible ver el hogar de sus vecinos, describe el comunicado.
En el caso de que ya existan ventanas, los talibanes invitan a los propietarios a construir un muro u obstruir las vistas, para “evitar causar molestias a los vecinos” según indica el decreto. Desde el retorno de los talibanes al mando del país en 2021, las mujeres han sido progresivamente expulsadas de los espacios públicos, algo que las Naciones Unidas describieron como “un apartheid de género”.
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En la actualidad, las mujeres afganas no pueden ir a parques, gimnasios, centros de belleza, ni salir de sus casas sin un acompañante. Tampoco se les permite cursar estudios secundarios o superiores, y están obligadas a abandonar su educación al acabar la primaria.
Una ley reciente prohibió a las mujeres cantar o recitar poesía, en aras de una aplicación ultraconservadora de la ley islámica, como muchas otras directivas de los talibanes. Esta ley incita a las mujeres a ocultar bajo un velo sus voces y cuerpos fuera de sus hogares. Varias estaciones de radio y televisión dejaron de emitir voces femeninas. El gobierno talibán asegura que la ley islámica “garantiza” los derechos de los afganos y afganas.
Fuente: AFP.
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