El primer ministro israelí, Naftali Bennett, viajará el martes a Washington para una reunión con el presidente estadounidense, Joe Biden, en busca de “reiniciar” las relaciones con su principal aliado y alcanzar un entendimiento sobre su archirrival, Irán.

En su primera visita de Estado desde su llegada al poder en junio, Bennett se reunirá el jueves con Biden para intentar enmendar los vínculos con el líder demócrata, que fueron tensos con el exprimer ministro Benjamin Netanyahu, señalado por favorecer al Partido Republicano.

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“Actualmente, el principal tema entre los dos países es refrescar y reiniciar las relaciones bilaterales”, dijo a AFP Scott Lasensky, consejero del expresidente Barack Obama sobre Israel. Netanyahu enfadó a los demócratas con sus feroces críticas al acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las potencias mundiales, negociado por el gobierno de Obama cuando Biden era vicepresidente.

El acercamiento de Netanyahu al sucesor de Obama, Donald Trump, irritó aún más al partido del actual mandatario. El ministro israelí de Exteriores, Yair Lapid, sugirió una nueva aproximación cuando se reunió en junio con el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken. “En los últimos años se cometieron errores. La posición bipartidista de Israel se resintió. Repararemos esos errores juntos”, dijo entonces Lapid.

Irán en la mira

Aunque Bennett busque calmar las aguas diplomáticas, sigue firmemente opuesto al acuerdo con Irán, que permitió levantar las sanciones contra el régimen de Teherán a cambio de un freno a su programa nuclear.

Irán insiste en que su programa es pacífico, pero ha incumplido paulatinamente sus compromisos clave, inclusive sobre el enriquecimiento de uranio, en respuesta a la salida de Estados Unidos del acuerdo en 2018 y la reimposición de sanciones por Trump. “Le diré al presidente Biden que es tiempo de parar a los iraníes (...), no de tirarles un salvavidas con el reingreso a un acuerdo nuclear vencido”, dijo el domingo el primer ministro, de 49 años.

Su reunión con Biden, de 78 años, llega dos meses después del colapso de las conversaciones en Viena para revivir el acuerdo nuclear. Or Rabinowitz, una experta en proliferación nuclear de la Universidad Hebrea, dijo a la AFP que piensa que “el tema nuclear estará en lo alto de la agenda”.

“Israel quiere plantear un nuevo discurso” o entendimiento con Estados Unidos sobre lo que significa que Irán se acerque a la construcción de una arma nuclear, comentó. Bennett sugirió eso el domingo al decir que presentarán “un plan ordenado (...) elaborado en los últimos dos meses para contener a Irán”, sin ofrecer detalles.

Nada para los palestinos

Bennett encabeza una heterogénea coalición que incluye desde partidos moderados hasta otros de línea dura, como el suyo, y ha evitado el tema palestino en favor de asuntos de consenso, como la salud y la economía. Shira Efron, del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, de Tel Aviv, dijo que el gobierno de Biden tiene ambiciones modestas, centradas principalmente en deshacer algunas medidas de Trump en favor de Israel.

“La administración Biden entiende que esta es una coalición inestable (...) No creo que Biden presione a Naftali Bennett para tratar de reiniciar las negociaciones de paz” entre Israel y los palestinos, comentó la experta. El politólogo Ali Jarbawi de la Universidad Birzeit de Cisjordania, advirtió así que las conversaciones entre ambos no significarán nada para los palestinos que sufren con el “apartheid” israelí.

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Israel rechaza que su trato a los palestinos equivalga a un apartheid. “Si llegan a hablar de los palestinos, hablarán sobre mejorar la vida de los palestinos bajo la ocupación, así que será lo mismo que antes”, señaló Jarbawi. El gobierno de Biden reanudó el pago de millones de dólares en financiamiento para los palestinos que Trump había suspendido, incluyendo fondos para la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).

Un posible punto de fricción en las conversaciones será el compromiso de Biden de reabrir un consulado general en Jerusalén a cargo de las relaciones con los palestinos. Trump cerró esa misión en 2019 después de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, en un apoyo al reclamo israelí de soberanía sobre el este de la Ciudad Santa, que los palestinos consideran como la capital de su futuro Estado.

Eugene Kontorovich, quien aconsejó a la administración Trump en asuntos israelíes, dijo que esa reapertura seguramente enfrentará la oposición de Bennett, quien está “ideológica y fundamentalmente comprometido con la integridad de Jerusalén”.

Fuente: AFP.

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