El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, decretó el sábado una semana de vacaciones para frenar la propagación del coronavirus en la capital rusa, ante el drástico aumento de los contagios. El anuncio se produce después de que Sobianin alertara el viernes del aumento de los casos de COVID-19 en Moscú, lamentando el creciente número de pacientes difíciles de tratar, en el contexto de una campaña de vacunación lenta.
“En la última semana, la situación de la propagación del coronavirus se ha deteriorado significativamente, y el número de nuevas infecciones ha alcanzado los máximos del año pasado”, dijo Sobianin en un comunicado. En Moscú se registraron el sábado 6.701 nuevos casos de coronavirus, un récord en la capital rusa desde diciembre.
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“No podemos no reaccionar ante esta situación”, subrayó Sobianin. “Para frenar el aumento de la incidencia y preservar la vida de la gente, he firmado un decreto” que prevé una semana de vacaciones del 12 al 20 de junio”, dijo.
El alcalde de Moscú también ordenó el cierre de las zonas de juegos infantiles en centros comerciales y parques hasta el 20 de junio. Pide además a los empresarios que den preferencia al teletrabajo para los empleados que no se hayan vacunado contra el COVID-19, principalmente personas mayores consideradas más vulnerables.
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El alcalde también prohibió a los restaurantes y bares de la capital servir a los clientes entre las 23:00 y las 6:00 y durante esas horas solo se permitirá la venta para llevar. Rusia registró el sábado 13.510 nuevos casos y 399 muertes, con lo que el número total de casos en el país asciende a 5.193.964 contagios, incluyendo 126.073 fallecidos.
Desde diciembre, solo 18 millones de rusos, alrededor del 12% de la población, han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19, según cifras oficiales.
Fuente: AFP.