Europa avanzaba este domingo hacia el desconfinamiento, con el levantamiento del estado de alarma en España o la relajación de restricciones en Alemania. Los españoles celebraron en la calle la medida, que supuso también la caída en muchas regiones del toque de queda imperante durante meses, en un país conocido por su agitada vida nocturna y sus horarios tardíos.

Gritos, aplausos, música e incluso algún petardo estallaron en los barrios marítimos de Barcelona cuando los relojes marcaron la medianoche y cientos de jóvenes salieron dirección a la playa, donde se improvisó una fiesta con pocas precauciones frente al COVID.

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“Parece fin de año”, decía atónito Oriol Corbella, de 28 años, que había salido a pasear con su pareja por la noche. Salvo en Navidad, donde las restricciones se suavizaron durante algunos días para permitir las reuniones familiares, los españoles no habían podido abandonar sus regiones desde el inicio del estado de alarma a finales de octubre.

Con casi 79.000 fallecidos y 3,5 millones de contagios, España fue uno de los países más golpeados por el virus en Europa, un continente que sigue avanzando en el desconfinamiento. En Bélgica, después de casi siete meses, volvieron a abrir las terrazas de cafés y bares, aunque la policía tuvo que intervenir en Bruselas de madrugada para dispersar a centenares de personas que lo celebraban en la calle.

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Y en Alemania, más de siete millones de personas vacunadas empezaron a beneficiarse el domingo de la relajación de las restricciones y ahora ya pueden ir a la peluquería sin un test negativo o reunirse en privado, entre otras cosas.

En Reino Unido, el primer ministro, Boris Johnson, confirmará el lunes la flexibilización de las restricciones relacionadas con la pandemia de COVID-19, lo que podría permitir a los británicos reunirse en espacios interiores. El coronavirus mató casi a 3,3 millones de personas en el mundo desde finales de 2019 y contaminó a más de 157,5 millones, según un balance de la AFP del domingo.

4.000 muertos en India en 24 horas

Mientras Europa vislumbra mejoras, la situación es crítica en India, que volvió a registrar más de 4.000 decesos en un día. La virulencia de la pandemia ha doblegado el frágil sistema sanitario de este país de 1.300 millones de habitantes que el domingo contabilizó 4.092 muertes, según datos oficiales.

Personas contagiadas de coronavirus continúan muriendo a las puertas de los hospitales colapsados, pese a la ayuda internacional. Y lo peor está por llegar, según los especialistas, que esperan un pico a finales de mayo.

El gigante asiático acumula ya 242.362 muertes y 22,3 millones de casos. La situación en India ha provocado que el número de contagios creciera la semana pasada en Asia, mientras en prácticamente el resto del mundo las infecciones y las muertes parecen más controladas. En Nueva Zelanda, las autoridades sanitarias anunciaron el domingo la reanudación de vuelos sin cuarentena desde Sídney porque consideran que la situación epidémica se halla bajo control en Nueva Gales del Sur.

Fuente: AFP.

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