Argentina reprogramará a partir del lunes todos los vuelos internacionales para espaciar los arribos y permitir el cumplimiento de los nuevos protocolos ante una ola de contagios de COVID-19, informó la noche del sábado la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

Los vuelos mantendrán los días de arribo, pero “en diferentes horarios, al efecto de establecer una separación entre los arribos, que permita el adecuado cumplimiento de los nuevos protocolos sanitarios”, indicó un comunicado de la ANAC al aclarar que se establecerá una distancia de 120 minutos entre las llegadas.

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“No existe un cambio de fase, ni ninguna otra medida adicional a las ya anunciadas, sino un mero reacomodamiento y redistribución de los vuelos”, agregó la ANAC. Un operativo oficial de aplicación de tests de coronavirus comenzó este sábado en el aeropuerto internacional de Ezeiza a pasajeros provenientes de Brasil, México y Chile.

El gobierno anunció el viernes que suspenderá los vuelos procedentes de esos tres países, además del Reino Unido e Irlanda el Norte, una medida para mitigar los contagios en momentos en que aumentan los casos en Argentina, según una disposición publicada el viernes en el Boletín Oficial.

Las fronteras seguirán cerradas al turismo, de acuerdo a la resolución, cuando los contagios diarios alcanzaron el viernes a 13.000 y este sábado superaron los 10.000, las cifras más altas en dos meses.

“A mí me parece que estamos cerca de la segunda ola. Todos los países que nos rodean la están viviendo”, afirmó el presidente Alberto Fernández en una entrevista la noche del sábado con el canal de noticias C5N.

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El mandatario dijo que en la próxima semana propondrá “una serie de medidas para profundizar el cuidado y minimizar la circulación”. Las medidas “tienen que ver con bajar la circulación en general. No es volver al aislamiento estricto. Es también llamarle la atención a la gente. Estamos en un problema”, advirtió.

“Lo que venimos notando es un crecimiento sostenido (de casos). No abrupto, pero sí sostenido. Hicimos más ajustes sobre la salida de Argentina. Reducimos la cantidad de vuelos y le pusimos algunos compromisos a los que viajan”, precisó.

A partir de la nueva disposición, los argentinos o extranjeros residentes que regresen al país deben someterse a un test al llegar y en caso de dar negativo, aislarse de todos modos hasta realizarse una segunda prueba a los siete días.

En caso de dar positivo, son aislados en un hotel hasta “verificar por pruebas de secuenciación genómica si se trata de los linajes que son considerados de mayor riesgo epidemiológicos”, en alusión a las variantes británica y de Manaos. Argentina, de 44 millones de habitantes, supera los 2,3 millones de casos desde el inicio de la pandemia con 55.368 fallecidos.

Fuente: AFP.

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