El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció su intención de prohibir la entrada “lo antes posible” a todos los visitantes extranjeros ante la detección de una mutación del nuevo coronavirus en varios países, en un momento en el que Israel comenzaba el lunes la campaña de vacunación.
“La masa viral que entra a Israel debe ser reducida lo antes posible, mientras el Reino Unido intenta saber qué es realmente [esta mutación] y si es resistente a la vacuna. Por lo tanto, he pedido repetir lo que hicimos durante la primera ola de coronavirus, es decir cerrar el cielo lo más rápido posible”, declaró el lunes Netanyahu.
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El domingo por la noche, las autoridades israelíes ya prohibieron la entrada a los ciudadanos extranjeros procedentes del Reino Unido, Dinamarca y Sudáfrica, tras la detección de una nueva cepa del nuevo coronavius en estos países.
Al principio de la primera ola, en marzo, las autoridades habían cerrado sus fronteras a los turistas pero permitieron la entrada de los ciudadanos israelíes y de extranjeros que tienen un visado de trabajo válido.
El lunes, el gobierno no precisó si se aplicarían las mismas medidas. En cambio, indicó que “algunos” viajeros extranjeros “como los diplomáticos” podrían contar con una derogación, y que las cuarentenas (de 14 días) se harían en hoteles designados por el ministerio de Salud.
El jefe del gobierno fue el primero, el sábado, en vacunarse en Israel contra el COVID-19 para “dar ejemplo”. El lunes, se comenzó a administrar la vacuna al personal sanitario así como a las personas de 60 años y más.
A la vez que comienza esta vacunación, Israel reforzó sus medidas sanitarias poniendo fin este fin de semana a su política de países “verdes”, es decir aquellos en los que los viajeros no tienen obligación de cumplir una cuarentena a su llegada.
Fuente: AFP.