La Fiscalía detuvo este martes a un general de la Fuerza Aérea Boliviana en una investigación por los enfrentamientos políticos que dejaron nueve muertos en la ciudad de Sacaba en noviembre de 2019. Es el primer arresto de un oficial por la ola de violencia del año pasado.
La policía se encargó de cumplir la orden de la Fiscalía, confirmó el jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), el coronel Alberto Aguilar.
“Sobre la aprehensión del general Alfredo Cuéllar, él está en la FELCC, donde aguardará (...) hasta que un juez defina su situación jurídica”, afirmó Aguilar, entrevistado por el canal de TV Unitel.
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Edwin Paredes, abogado del general Cuéllar, dijo que “él solamente ha cumplido funciones administrativas, nunca ha tomado decisiones de operación”.
El militar de rango cumplía funciones de jefe de la guarnición militar del departamento de Cochabamba (centro), donde se encuentra Sacaba, escenario de violentos enfrentamientos entre militares y campesinos cocaleros.
En Sacaba los militares interceptaron a los campesinos, cuando éstos pretendían ir a la ciudad de Cochabamba, situada a unos 18 km de allí. Una primera investigación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) estableció que la violencia dejó nueve civiles muertos.
Los graves incidentes arrancaron tras las elecciones generales del 20 de octubre de 2019, en medio de denuncias de la oposición sobre un supuesto fraude del entonces mandatario Evo Morales para mantenerse en el poder hasta 2025.
Primero se registraron choques callejeros entre opositores y simpatizantes del izquierdista Morales, que era presidente desde 2006, y luego entre civiles y fuerzas militares y policiales. Morales renunció y le sucedió la derechista Jeanine Áñez, pero las protestas continuaron.
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Los conflictos más serios se dieron entre el 15 y 19 de noviembre en Sacaba y en la zona de Senkata, en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, donde se reportaron 10 muertos, según la CIDH.
Toda la violencia política entre octubre y noviembre pasados dejó unos 35 muertos, según un primer informe de la organización internacional de derechos humanos, que desplazó esta semana a una nueva comisión investigadora para indagar el antes, el durante y el después de los incidentes.
El jefe de la FELCC no descartó que se cite a más jefes militares involucrados en los incidentes de Sacaba.
Fuente: AFP
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Legislador colombiano sale ileso de un atentado a tiros
Un congresista de derecha sufrió un atentado a tiros del que resultó ileso ayer miércoles en una zona con presencia guerrillera en Colombia, el mismo día del entierro del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe, víctima de magnicidio. Julio César Triana, firme crítico del gobierno izquierdista del presidente Gustavo Petro, denunció un asalto a su vehículo con “pistola y fusil” mientras se desplazaba con su equipo en la región del Huila (sur), donde opera la disidencia de la guerrilla FARC liderada por alias Iván Mordisco. No se registraron heridos.
"Nos acaban de atentar, nos acaban de disparar con fusil y pistola (...) la ruta está absolutamente sola. Recibimos varios impactos. Pedimos apoyo de la fuerza pública", dijo Triana visiblemente alterado en un video difundido en X. En este se aprecian varios impactos de bala en el vidrio frontal del vehículo.
Más tarde, el representante publicó otro video en el que se muestra acompañado por la policía y asegura estar sano y salvo. Tras la balacera, el presidente Petro mandó un helicóptero para evacuar al congresista. “El ejército se encuentra en combate con los autores del atentado”, añadió en su cuenta de X.
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El atentado se produce el mismo día del entierro del presidenciable de derecha Miguel Uribe, baleado durante un mitin el 7 de junio, un atentado que revivió el fantasma de la violencia política que asoló a Colombia en las décadas de los 1980 y 1990. En un comunicado, el partido Cambio Radical acusó la falta de la “medidas necesarias” a pesar de las repetidas amenazas en contra de su militante Triana.
El magnicidio de Uribe y las denuncias de la derecha colombiana han puesto en el centro del debate la seguridad de los políticos y candidatos presidenciales de cara a las elecciones de 2026. Según el centro de investigación Indepaz, al menos 74 candidatos a cargos de elección popular fueron asesinados en Colombia entre 2016 y 2024.
Fuente: AFP.
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Presidenciables prometen acabar con modelo de izquierda en Bolivia
El millonario Samuel Doria Medina y el expresidente Jorge Quiroga, favoritos para las elecciones del domingo en Bolivia, cerraron sus campañas este miércoles con la promesa de desmontar las políticas estatistas implementadas por los gobiernos de izquierda en los últimos 20 años. Bolivia, con 11,3 millones de habitantes, está por experimentar un golpe de timón en medio de una profunda crisis económica.
Prácticamente empatados en las encuestas, los dos candidatos de derecha disputarían un balotaje el 19 de octubre. De confirmarse esta proyección, terminará la hegemonía del diezmado Movimiento al Socialismo (MAS), que lideraron Evo Morales y su sucesor y exaliado Luis Arce. Una mayoría culpa al gobierno de Arce de la peor crisis que enfrenta Bolivia - otrora un país rico en gas - desde la década de 1980.
Doria Medina y Quiroga prometen planes de choque muy similares para Bolivia, basados en un recorte drástico del gasto público y en el desmonte progresivo de los millonarios subsidios estatales a los combustibles que agotan las divisas del país. “En 100 días vamos a lograr parar la inflación, vamos a lograr que vuelvan los combustibles, vamos a lograr que vuelvan los dólares”, dijo Doria Medina frente a sus votantes. Anticipó un gobierno de austeridad.
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La inflación interanual a julio llegó al 24,8 % y la escasez de dólares y combustibles golpea los bolsillos de la clase media y de los pobres. Por su lado, Quiroga anunció un “cambio radical” si fuera elegido. “Vamos a cambiar todo, absolutamente todo, son 20 años perdidos”, dijo Quiroga en su cierre de campaña en La Paz.
Anunció nuevas leyes para explotar los recursos naturales, hoy nacionalizados, y reducción de impuestos. Marcela Sirpa, una comerciante aimara de 63 años y de polleras rosadas, marchó en La Paz junto a la caravana de Quiroga, el expresidente (2001-2002) que fue brazo derecho del exdictador Hugo Banzer.
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Sirpa confió dos veces en la izquierda, pero no lo hará más. “Nos ha metido a todos al barranco”, dijo a la AFP. En una avenida de El Alto, a 4.100 metros de altura, Jonathan Vega, chef de cocina de 25 años, espera que “vuelva la estabilidad al país” durante el cierre de campaña de Doria Medina. A partir del jueves no habrá actividad proselitista.
La encuestadora Ipsos-Ciesmori otorga un 21,2 % de las preferencias a Doria Medina y un 20 % a Quiroga. Con Morales inhabilitado para postular y sin Arce en busca de una reelección, el candidato de la izquierda mejor posicionado es el presidente del senado Andrónico Rodríguez. Marcha en quinto lugar con 5,5 % de intención de voto.
Fuente: AFP.
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Bolivia va a las urnas en medio de escasez de pan, gasolina y dólares
En una esquina del centro de La Paz, a días de las elecciones generales del 17 de agosto, Wilson Paz recorre más de una decena de puestos, pero no encuentra pan fresco: la crisis económica dejó de nuevo sin harina a los panaderos. “Estamos esperando con muchas ansias que lleguen de una buena vez las elecciones para cambiar este modelo que nos ha empobrecido bastante”, afirma este trabajador independiente de 39 años, con una familia de siete miembros.
La escasez de alimentos, de combustibles y de dólares exacerban el malestar en Bolivia antes de los comicios presidenciales y legislativos. Por primera vez en 20 años, la izquierda no figura en las encuestas como alternativa de poder. Dos candidatos de derecha, el empresario Samuel Doria Medina y el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002), dominan las preferencias electorales.
El gobierno del presidente Luis Arce, que no buscará la reelección, casi ha agotado sus reservas internacionales de dólares para sostener su política de subsidios. Importa gasolina y diésel y algunos insumos como el trigo, para hacer la harina panadera, y los vende a menor precio en el mercado interno.
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Pero sin divisas para estas compras internacionales, la disponibilidad de estos bienes se ha vuelto inconstante y se generan largas filas. Ligia Maldonado, un ama de casa de 70 años, se va sin marraqueta, el pan favorito y subsidiado de los paceños. “Con este gobierno no hay esperanza. Tiene que irse y entrar uno que sepa cómo viven los pobres”, dice.
En medio de una inflación interanual de 24,8 % en julio, la más alta desde 2008, la marraqueta es uno de los pocos productos que no se encareció debido al control de precios del gobierno. Otros panes, sin subsidio, asoman en los mostradores. Pero como muchos productos, su precio se disparó y no están al alcance de todos. La escasez de marraqueta es un padecimiento crónico en el mercado, de la misma manera que el aceite o el arroz.
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“Cualquiera es mejor”
En las gasolineras, los conductores se resignan a perder horas de trabajo en filas extensas que serpentean entre las calles. “Esta mañana he venido a las 6 de la mañana y a las 11 recién estoy entrando a cargar” gasolina, dice Manuel Osinaga, un taxista de La Paz. La exportación de gas natural, antes el principal motor de la economía boliviana que mantenía un importante ingreso de divisas para el país, viene en caída libre desde 2017.
Según el gobierno, el año pasado las ventas de este hidrocarburo solo representaron 1.600 millones de dólares, mientras que los desembolsos que la administración hizo al exterior, por deuda externa e importaciones, alcanzaron los 5.000 millones. El valor de la divisa estadounidense se duplicó en el mercado paralelo y disparó el precio de varios productos básicos.
Carlos Tavera, un socialista jubilado de 65 años, asegura que apoyará al mejor ubicado de la oposición, aún si es de derecha. “Cualquiera es mejor que esto”, asegura. “Ahora no tenemos dólares. Hay filas para la gasolina, para el pan, para todo. En los hospitales no hay medicamentos”, agrega.
“Sangre, sudor y lágrimas”
El economista Napoleón Pacheco, profesor de la estatal Universidad Mayor de San Andrés, indica que los bolivianos ahora son más pobres en general. “Lo poco que se había ganado en los años anteriores se ha ido perdiendo porque la economía se ha contraído”, ha crecido la informalidad laboral y la inflación, señala.
Un estudio de la boliviana Fundación Jubileo advierte que la pobreza actual sería de 44 % si se toma en cuenta la subida del costo de vida, una cifra mucho mayor a la que reporta el gobierno (36 %). “Yo diría que estamos al borde de iniciar un proceso hiperinflacionario”, dice Pacheco, pues el gobierno busca estabilizar la economía a través de la emisión de moneda local. Entre 2023 y 2024, la masa de dinero circulante creció en 20 %.
Según el especialista, para contener la crisis son necesarias medidas de shock, como un cambio en la política de subvenciones y el cierre de empresas públicas deficitarias. “Yo creo que viene un período, parafraseando a Churchill, de sangre, sudor y lágrimas. Hay que abrocharnos los cinturones”, concluye.
“No me voy a escapar”
“No me voy a escapar”: el expresidente Evo Morales, prófugo de la justicia, dijo en entrevista con la AFP que seguirá dando “batalla en las calles y caminos” de Bolivia, ante la probable victoria de sus opositores de derecha en las elecciones del domingo. El líder indígena, que gobernó entre 2006 y 2019, pretendía buscar un cuarto mandato en estos comicios, pero quedó inhabilitado por un fallo del tribunal constitucional que señaló que nadie puede gobernar el país más de dos períodos.
Desde el año pasado se refugia en Lauca Eñe, un pequeño poblado del Trópico de Cochabamba, para evadir una orden de captura por un caso de presunta trata de una menor cuando era presidente, cargo que él niega. Según Morales, no saldrá de Bolivia si gana la derecha tras 20 años de dominio del Movimiento Al Socialismo, que lideró hasta antes de abandonar sus filas este año por su disputa con el presidente Luis Arce.
“Me voy a defender, no me voy a ir. Dicen: ‘Se va a escapar a Cuba’. No me voy a escapar”, señaló el dirigente cocalero. Las encuestas anticipan un duelo reñido entre el millonario Samuel Doria Medina y el exmandatario Jorge Quiroga (2001-2002), quienes se verían en una segunda vuelta el 19 de octubre.
Ambos son enconados adversarios de Morales. “Estoy con mi pueblo, no voy a abandonar al pueblo boliviano”, remarcó el expresidente, que en el 2019 se exilió por un año tras verse forzado a renunciar en medio de protestas, después de que fue acusado de cometer un fraude en las elecciones de ese año.
En ese sentido, dio a entender que no dará tregua al próximo gobierno y que estará de vuelta en la “batalla en las calles y en los caminos”. Morales encabezó violentas protestas y bloqueos de vías contra Arce, a quien acusó de excluirlo de la carrera electoral en complot con los jueces.
Fuente: AFP.
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Bolivia se apresta a girar a la derecha por primera vez en 20 años
Sumidos en una profunda crisis económica, los bolivianos se aprestan a dar un giro radical hacia la derecha en la elección presidencial de este domingo, después de 20 años de dominio del Movimiento Al Socialismo (MAS) que lideró Evo Morales. Este país de 11,3 millones de habitantes, con fuerte influencia indígena y rico en litio, acude a las urnas hastiado por la falta de dólares, combustible y alimentos.
La inflación acumulada del último año ronda el 25 %, la más alta al menos desde 2008. La mayoría culpa de la debacle al impopular gobierno de Luis Arce. “Nuestra situación está realmente (...) por los suelos. Nuestra moneda se ha devaluado, los sueldos no alcanzan, todo está carísimo”, dice a la AFP Freddy Millán, un ingeniero de 53 años que vive en la ciudad de Santa Cruz. Una “gran mayoría quiere el cambio porque está cansada de esta política del socialismo”, añade.
El millonario Samuel Doria Medina, de 66 años, y el expresidente Jorge Quiroga, de 65, encabezan la intención de voto entre los ocho aspirantes y se verían en una segunda vuelta el 19 de octubre. Los dos opositores prometen el fin del modelo económico de corte estatal que impuso el MAS. Por años, el crecimiento de Bolivia dependió de sus exportaciones de gas, su principal fuente de divisas. Pero desde 2017 la producción sufre una caída constante.
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Una nueva etapa
La izquierda se encamina hacia su peor fiasco en las urnas desde que ascendió a la presidencia de la mano de Morales, quien gobernó del 2006 al 2019. Luego impulsó el triunfo de Arce, su exministro y hoy adversario. El dirigente indígena fue inhabilitado por la justicia para buscar un cuarto mandato en estos comicios. Desde octubre se refugia en un pequeño poblado del centro de Bolivia para evadir una orden de captura por el caso de presunta trata de menor cuando era presidente, acusación que él niega.
Bajo el resguardo de sus seguidores, Morales promueve el voto nulo. Ante el probable triunfo de sus opositores, aseguró a la AFP que “no se va a escapar” y seguirá de vuelta en la “batalla en las calles y en los caminos”. La pugna Morales-Arce durante los últimos meses dinamitó al MAS y profundizó la crisis económica con violentas jornadas de bloqueos de carreteras. Esto melló la popularidad de la izquierda.
El candidato del oficialismo Eduardo Del Castillo y el senador y dirigente cocalero Andrónico Rodríguez, ambos de 36 años, marchan rezagados en las encuestas. La crisis nos ha “afectado totalmente (...) Creo que todos estamos tratando de que cambie este contexto”, dice Alejandra Ticona, una estudiante de derecho paceña de 24 años.
Aunque reconoce que antes la izquierda benefició a la gente campesina, como su propia familia, hoy quiere que gane uno de los dos candidatos de derecha para que resuelva los apuros económicos. Doria Medina y Quiroga prometen un plan de shock muy similar basado en un recorte drástico del gasto público y el desmonte progresivo de los millonarios subsidios.
“Se va a iniciar una nueva etapa en la que lo más importante a va ser recobrar la estabilidad económica”, para salir del “estatismo y tener una economía capitalista”, dijo Doria Medina en una reciente entrevista con la AFP. El expresidente Quiroga promete un “cambio sísmico”. Casi ocho millones de bolivianos están convocados a ejercer su voto obligatorio este domingo.
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Anhelo de cambio
Después de 20 años del MAS en el poder, “el gobierno simplemente no puede echarle la culpa a nadie más” de la crisis, dice el internacionalista Pablo Calderón, profesor de la Northeastern University de Londres. Durante el gobierno de Morales, Bolivia triplicó su producción interna, redujo la pobreza de 60 % a 37 % y empoderó a la población indígena.
La mayoría de gobiernos izquierdistas que antes dominaron la escena política de la región perdieron su continuidad en la década pasada. Bolivia ha sido la excepción hasta ahora. Pero si finalmente la derecha asume el poder, Calderón advierte que esta no debería “dar giros extremos de 180 grados”, sobre todo en los programas sociales que ayudaron a mucha gente a salir de la pobreza.
Por lo pronto, los bolivianos están abiertos a los “cambios”: a liberar la economía y reducir el rol del Estado, sostiene Glaeldys González, analista del Crisis Group para Bolivia, Ecuador y Perú. “La situación actualmente es la peor que ha vivido esta generación a nivel económico, y yo creo que sí hay mucha más apertura a este tipo de políticas”, enfatiza.
Altura, hojas de coca y el Che
La capital más alta del mundo, hojas de coca, destino final del Che Guevara... Estas son algunas de las cosas para saber de Bolivia, país sudamericano inmerso en una profunda crisis económica que celebrará elecciones generales el 17 de agosto.
Altura sorprendente
Ubicada 3.657 metros sobre el nivel del mar, la capital administrativa La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo y con casi dos millones de habitantes teniendo en cuenta su periferia, es la ciudad capital a mayor altura en el mundo. Sus visitantes sufren con frecuenta síntomas clásicos del mal de altura, como dolores de cabeza, fatiga, náuseas y dificultad para respirar. Las tiendas de recuerdos en el aeropuerto de la vecina ciudad de El Alto, a 4.150 metros sobre el nivel del mar, venden pequeñas botellas de oxígeno para los afectados.
Expresidente indígena
Bolivia, con 11,3 millones de habitantes según el último censo de población de 2024, tiene una considerable población indígena de 36 etnias, cada una con su propio dialecto. Los quechuas y los aymaras son las principales. El líder cocalero Evo Morales fue el primer indígena boliviano en llegar al poder. Resultó electo en 2006 y pasó casi 14 años en el cargo.
Conocido entre los bolivianos y parte del continente simplemente como Evo, estuvo al frente de más de una década de fuerte crecimiento económico y una dramática reducción de la pobreza. No obstante, fue forzado a renunciar tras buscar extender su permanencia en la presidencia para un cuarto periodo en 2019. Morales quedó impedido de participar por un fallo constitucional que prohíbe más de una reelección presidencial. Además, pesa sobre él una orden judicial de detención en un caso de trata de menor cuando era presidente, cargo que él niega.
Cultivo de coca
Bolivia autoriza el cultivo y la comercialización de la hoja de coca, el principal componente de la cocaína, para masticar, hacer infusiones y rituales religiosos. El presidente saliente Luis Arce ha pedido a instituciones internacionales que retiren a la planta de la lista de sustancias controladas, con el objetivo de que productos como caramelos y pasta de dientes de coca puedan exportarse.
En la actualidad, Bolivia permite el cultivo de 22.000 hectáreas de hoja de coca para el consumo legal en el país. La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estima en su último informe que según cifras más realistas esa superficie alcanza las 31.000 hectáreas, de las que una parte se destina al tráfico mundial de cocaína.
Escondite nazi
El criminal de guerra alemán Klaus Barbie fue uno de los muchos nazis que huyeron a Sudamérica tras la Segunda Guerra Mundial para escapar de la justicia. Una investigación reciente del semanario alemán Der Spiegel reveló que Barbie, quien se convirtió en un asesor de las dictaduras bolivianas de las décadas de 1960 y 1970, tuvo un papel clave en la creación de uno de los cárteles de la droga más importantes de Sudamérica gracias a sus conexiones con un barón de la droga boliviano.
El exjefe de la policía nazi en la ciudad francesa de Lyon, ocupada por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, fue extraditado de Bolivia a Francia en 1983 y en 1987 fue condenado a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad. Murió en prisión en 1991.
Destino final del Che
Fue en Bolivia en 1967 donde Ernesto “Che” Guevara dirigió su última campaña guerrillera en su intento de propagar su revolución izquierdista marxista por toda Latinoamérica. El ejército boliviano lo capturó a sus 39 años. Fue ejecutado en la pequeña localidad de La Higuera, al sureste del país andino. Tres décadas después, los restos del Che se encontraron en una fosa común, fueron devueltos a Cuba y allí fueron enterrados con honores militares.
Fuente: AFP.