Rusia superó el jueves los dos millones de pacientes del nuevo coronavirus, registrando también dos nuevos récords de infecciones diarias y muertes, pero las autoridades siguen negándose a un confinamiento generalizado. Las autoridades sanitarias informaron el jueves de 23.610 nuevas infecciones y 463 nuevas muertes, lo que lleva el total a 2,02 millones de casos detectados en lo que va de año y 34.850 muertes.
El número de fallecidos refleja una mortalidad mucho menor que en otras partes del mundo, pero las autoridades solo cuentan las muertes que, tras la autopsia, fueron provocadas principalmente por el coronavirus.
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El presidente ruso Vladimir Putin dijo el miércoles que la situación era “preocupante” y pidió a las regiones rusas, que están menos equipadas que Moscú para hacer frente a la pandemia, que no “adornen la situación” y que no “hagan como si todo estuviera bien”. Según él, varias regiones se enfrentan a la escasez de medicamentos para los pacientes con coronavirus o a la falta de ambulancias.
Sin embargo, las autoridades han descartado un nuevo confinamiento nacional para no poner freno a la economía rusa, ya debilitada por el confinamiento de principios de año y por las sanciones occidentales.
En octubre, Putin habló de medidas “selectivas y justificadas” que podrían adoptarse independientemente en las regiones rusas. Según el ministerio de Salud, el 84% de las camas asignadas para tratar a los pacientes de COVID-19 estaban ocupadas el lunes. Rusia también cuenta con la producción de sus propias vacunas contra el coronavirus, entre ellas la Sputnik V, que Vladimir Putin elogió, pero que hasta ahora ha despertado la desconfianza internacional.
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Fuente: AFP.
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Tragedia climática: ya son 78 fallecidos y 105 desaparecidos en Brasil
El sur de Brasil “es un escenario de guerra”, con ciudades enteras bajo agua y miles de personas incomunicadas, en la mayor catástrofe climática de la región, que deja hasta el momento 78 muertos y más de 115.000 desalojados, dijeron el domingo las autoridades.
Desde las calles anegadas o desde el aire, las imágenes son desoladoras: casas a las que apenas se les ven los techos, gente que lo perdió todo, y el centro de la moderna Porto Alegre, la capital del estado de Rio Grande do Sul, completamente inundado.
Más de 3.000 personas, entre militares, bomberos y brigadistas, trabajan en el rescate de pobladores que quedaron aislados, en muchos casos sin suministros básicos como agua o energía eléctrica. También en la búsqueda de desaparecidos, que ya suman 105, según la Defensa Civil.
El domingo “será un día clave para los rescates”, subrayó el ministro de Comunicación, Paulo Pimenta. “Es un escenario de guerra y tendrá que tener un tratamiento también de posguerra”, expresó el gobernador del Estado, Eduardo Leite, junto al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
El mandatario viajó el domingo al estado sureño por segunda vez esta semana para coordinar acciones para mitigar una tragedia que no para de crecer. El gobierno federal “agilizará la entrega de todos los recursos necesarios” para la reconstrucción, prometió Lula, al día siguiente de que Leite pidiera un “plan Marshall” para el Estado con 11 millones de habitantes.
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Donaciones y hospitales de campaña
Los llamados a donaciones en las 341 ciudades afectadas se multiplican, así como las acciones de solidaridad. Eduardo Bittencourt, un comerciante de 36 años, explicó en Porto Alegre cómo se organizó con un grupo de voluntarios para rescatar a personas atrapadas en sus casas con vehículos tipo ‘pick-ups’. “Las cosas están muy complicadas, estamos ayudando a quienes podemos ayudar, pero es la ley de la naturaleza”, contó a la AFP.
Efectivos del ejército se afanan en instalar hospitales de campaña, porque cientos de pacientes debieron ser evacuados de centros de atención médica. Desde escuelas hasta cárceles, todo tipo de infraestructuras se vieron afectadas.
El suministro de agua está interrumpido en 70% de Porto Alegre -de casi 1,4 millones de habitantes- y su región metropolitana, que tiene localidades enteras sumergidas, como Canoas, Guaíba y Eldorado. En las calles de Guaíba, hoy convertidas en ríos, cientos de lanchas, botes inflables y motos acuáticas van y vienen sin pausa rescatando pobladores encerrados, mojados, sin energía eléctrica.
Las aguas avanzan incontenibles hacia la metrópoli. Según la alcaldía, el nivel del río Guaíba enclavado en la ciudad marcaba 5,30 metros, por encima del récord de 4,76 metros registrado durante unas históricas inundaciones en 1941.
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En kayak y a nado
Rosana Custodio, una enfermera de 37 años, logró el jueves dejar su casa de Porto Alegre y llegar con su familia a la de su suegra. “Mi esposo puso a mis dos pequeñas en un kayak y remó con una (caña) tacuara. Yo y mi hijo nadamos hasta el final de la calle y comenzamos a caminar con el agua al cuello”, relató a la AFP en un mensaje de WhatsApp.
Pero el viernes la historia volvió a repetirse. “Fuimos rescatados por una lancha de amigos”. Desde entonces se encuentra con su familia en un refugio. “Perdimos todo lo que teníamos”. Como ella, más de 18.000 personas fueron alojadas en refugios. La excepcional situación tiene a Porto Alegre prácticamente sitiada.
La Policía Rodoviaria (de Carreteras) señaló a la AFP que la llegada desde el sur está cortada a unos 15 km de distancia, mientras que por el norte aún se logra acceder a la urbe. El aeropuerto internacional de Porto Alegre, cuya pista está bajo agua, está cerrado por tiempo indeterminado.
Mensaje del Papa
Desde el Vaticano, el papa Francisco envió un mensaje de aliento a la población de Rio Grande do Sul. “El señor tiene en su corazón a los difuntos, conforta a los familiares y a quienes debieron dejar sus casas”, dijo frente a la plaza San Pedro.
Es el “cóctel desastroso” del cambio climático y el fenómeno meteorológico de El Niño que favoreció las lluvias devastadoras que golpean el sur de Brasil y otros eventos extremos, aseguró a la AFP el climatólogo brasileño Francisco Eliseu Aquino.
Porto Alegre, una ciudad fundada por inmigrantes portugueses en 1772 y ubicada en medio de una enorme cuenca hidrográfica, se desarrolló al influjo de su puerto, que fue clave para el crecimiento de Brasil, reseña en su web la Corporación Andina de Fomento (CAF). Hoy esa bendición se convirtió en desgracia.
La gobernación de Rio Grande do Sul alertó sobre el peligro de más deslizamientos o desmoronamientos de carreteras, que ya han dejado innumerables rutas cortadas en todo el estado y también en el vecino Santa Catarina.
Fuente: AFP
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Rusia podría tomar los países bálticos
El “número dos” de los servicios secretos militares ucranianos (GUR), el general Vadim Skibitski, ha advertido de que Rusia está avanzando en el campo de batalla de Ucrania y que podría “tomar los países bálticos en siete días” si los aliados de Kiev no refuerzan su ayuda.
“Los rusos tomarán los países bálticos en siete días. El plazo de reacción de la OTAN es de diez días”, ha afirmado Skibitski en una entrevista con el periódico The Economist. El dirigente militar ucraniano ha restado importancia al artículo 5 del tratado de la OTAN e incluso a la presencia de militares de la OTAN en estos países.
“La valentía y los sacrificios de Ucrania han dado a Europa varios años de margen y han eliminado durante al menos una década la amenaza inmediata que suponían las tropas aerotransportadas y los marines rusos”, ha añadido. Ahora la cuestión es si Europa “devolverá el favor y sostendrá a Ucrania”.
“Vamos a seguir luchando. No tenemos otra opción. Queremos vivir, pero el resultado de la guerra no depende solo de nosotros”, ha argumentado.
Skibitski apunta por otra parte que Ucrania deberá negociar con Rusia en algún momento para poner fin a la guerra, un tratado que resuelva la situación “incluso si las tropas rusas están de nuevo en sus fronteras”.
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Un alto mando ucraniano advierte de que Rusia podría conquistar los países bálticos en una semana
El ‘número dos’ de los servicios secretos militares ucranianos (GUR), el general Vadim Skibitski, ha advertido de que Rusia está avanzando en el campo de batalla de Ucrania y que podría “tomar los países bálticos en siete días” si los aliados de Kiev no refuerzan su ayuda.
“Los rusos tomarán los países bálticos en siete días. El plazo de reacción de la OTAN es de diez días”, ha afirmado Skibitski en una entrevista con el periódico ‘The Economist’. El dirigente militar ucraniano ha restado importancia al Artículo 5 del tratado de la OTAN e incluso a la presencia de militares de la OTAN en estos países.
“La valentía y los sacrificios de Ucrania han dado a Europa varios años de margen y han eliminado durante al menos una década la amenaza inmediata que suponían las tropas aerotransportadas y los marines rusos”, ha añadido. Ahora la cuestión es si Europa “devolverá el favor y sostendrá a Ucrania”.
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“Vamos a seguir luchando. No tenemos otra opción. Queremos vivir, pero el resultado de la guerra no depende solo de nosotros”, ha argumentado.
Skibitski apunta por otra parte que Ucrania deberá negociar con Rusia en algún momento para poner fin a la guerra, un tratado que resuelva la situación “incluso si las tropas rusas están de nuevo en sus fronteras”.
Ahora mismo ambas partes están intentando conseguir “la posición más favorable” con vistas a los posibles contactos, aunque ha advertido de que éstos no se producirán al menos hasta la segunda mitad de 2025.
A corto plazo, Skibitski cree que Rusia está intentando lograr una victoria significativa, “conquistar algo”, antes del Día de la Victoria que se celebra el 9 de mayo.
Fuente: Europa Press
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No es tarde para que Ucrania gane la guerra, asegura Stoltenberg
El secretario general de la OTAN aseguró este lunes que “no es demasiado tarde” para que Ucrania gane la guerra, pero reiteró junto al presidente ucraniano que Kiev necesita más ayuda, cuando Rusia avanza en el frente.
“Las demoras importantes en el apoyo tienen graves consecuencias en el campo de batalla”, admitió Jens Stoltenberg en una visita a la capital ucraniana, en referencia al retraso que se ha producido en la entrega de ayuda europea y de Estados Unidos a Ucrania.
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“Pero no es demasiado tarde para que Ucrania se imponga”, aseguró el responsable de la OTAN, añadiendo que se estaba enviando más ayuda y que “pronto” habrá nuevos anuncios de apoyo.
A su lado, el presidente Volodimir Zelenski pidió a los aliados occidentales acelerar las entregas de armas y “hacer fracasar” la nueva ofensiva de calado que Moscú está preparando, según Kiev.
“Juntos, podemos hacer fracasar la ofensiva rusa”, declaró Zelenski. Moscú “intenta aprovecharse” de la demora en la entrega de ayuda, agregó.
“La artillería, (los obuses de) calibre 155 mm, las armas de largo alcance y la defensa antiaérea, principalmente los sistemas Patriot. Es lo que nuestros socios tienen y lo que debería ahora funcionar”, indicó el jefe de Estado ucraniano.
Bombardeo ruso
Desde el fracaso de la contraofensiva ucraniana lanzada a mediados de 2023, esta exrepública soviética está a la defensiva. Rusia va ganando terreno en el este desde principios de año, frente a las fuerzas de Kiev que luchan con escasas municiones.
Un bombardeo ruso con misiles dejó al menos cuatro muertos en la ciudad ucraniana de Odesa, en el mar Negro, informó el gobernador regional.
“Tres mujeres y un hombre murieron. Según un balance actualizado, 28 personas resultaron heridas, entre ellos dos niños y una mujer embarazada”, declaró en Telegram el gobernador provincial de Odesa, Oleg Kiper.
Kiper añadió que el ataque dañó “viviendas e infraestructuras civiles”.
Según imágenes de medios ucranianos, un edificio situado al bordo del mar, perteneciente a la Academia jurídica de Odesa y conocido por su parecido con un pequeño castillo, se incendió.
Según el gobernador, un niño de cuatro años está “muy grave”, seis adultos se encuentran en cuidados intensivos y un hombre murió de una crisis cardiaca causada por el ataque.
Odesa, puerto del suroeste de Ucrania, vital para las exportaciones, es blanco habitual de bombardeos con misiles y drones.
Asimismo, las tropas rusas reivindicaron el lunes la toma del pueblo de Semenivka, en el este, y la víspera dijeron controlar Novobajmutivka, una aldea también en el frente oriental.
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El comandante en jefe del ejército ucraniano, Oleksandr Syrsky, admitió el domingo que la situación ha “empeorado” en el frente y que las tropas rusas, militarmente ventajosas, registraron “éxitos tácticos” en varias zonas.
Fuente: AFP