La canciller Angela Merkel pidió el sábado a los alemanes que limiten al máximo su vida social y les instó directamente a quedarse en casa, en un momento en que la epidemia se expande en el país. “Olviden los viajes que no son necesarios, las celebraciones que no son imprescindibles. Quédense en casa, en el sitio donde viven, siempre que sea posible”, dijo la canciller en su podcast semanal.
“Lo que sucederá en invierno, lo que sucederá en Navidad, se decidirá en los días y semanas venideros”, advirtió.
Alemania ha registrado 7.830 casos de coronavirus en 24 horas, un récord para este país, que no contabilizó cifras tan altas ni siquiera en la primera ola de la pandemia, aunque en aquel momento no se realizaban tantos test de diagnóstico.
Desde que la epidemia llegó al país, han muerto 9.767 personas, 33 de ellas el viernes. Merkel ha vuelto a insistir en la necesidad de respetar la distancia, usar mascarilla y ventilar los espacios cerrados, pero reconoció que hay que “ir un poco más lejos”.
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“Si todos reducimos ahora de manera significativa los encuentros fuera del núcleo familiar durante un cierto tiempo, podemos poner freno y cambiar la tendencia de esta multiplicación de las infecciones”, dijo.
La responsable admitió que lo que estaba pidiendo es “difícil”, pero necesario para no saturar los hospitales, seguir manteniendo abiertas las escuelas y protegiendo la economía y el empleo.
Limitar los contactos “es la herramienta más eficaz que tenemos ahora mismo para luchar contra la pandemia. Y hoy es más necesaria que nunca”, insistió.
El gobierno alemán decretó el miércoles nuevas restricciones, entre ellas el cierre nocturno de bares y restaurantes a partir de un cierto número de infecciones, pero la justicia dejó sin efecto esta medida en algunos lugares, como Berlín, por considerarla desproporcionada.
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Fuente: AFP.
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Seis maravillas para visitar en Berlín
- Por David Sánchez, desde Berlín (Alemania), X: @tegustamuchoelc (*).
Febrero de 2025 trajo a Berlín un manto de nieve y un frío cortante, pero también la efervescencia de la Berlinale, el festival de cine que transforma la ciudad en un crisol de arte y cultura. Con temperaturas bajo cero y calles resbaladizas por el hielo, la capital alemana se convierte en un desafío para los visitantes.
Sin embargo, este invierno glacial no apagó el espíritu berlinés: desde santuarios balineses hasta óperas vibrantes, instalaciones futuristas y museos que despiertan el asombro, Berlín ofrece refugios cálidos y experiencias impactantes, muchos de ellos fáciles de encontrar con la web VisitBerlin, vinculada al ayuntamiento de Berlín. Aquí, un recorrido por seis destinos imprescindibles que brillaron durante la Berlinale, demostrando que el frío no detiene la magia.
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1. Vabali Spa: el vapor místico que desafía la nieve
A 500 metros de la estación central, el Vabali Spa (10 saunas, 3 baños de vapor, 4 piscinas) sorprendió con su jardín nevado. Caminar en albornoz entre copos, con el hielo crujiendo bajo los pies y el vapor de las piscinas climatizadas alzándose como un velo místico, fue sobrecogedor. Las 12 salas de descanso, con camas de agua y chimeneas, ofrecieron una calma profunda, realzada por los gongs de un “viaje sonoro”.
De 9 de la mañana hasta las 12 de la noche uno puede disfrutar de la calma y las sesiones organizadas de unos 15 minutos, que ocurren constantemente dentro de las saunas, dirigidas por monitores expertos en relajación.
2. Le nozze di Figaro: un torbellino de pasión bajo la nieve
La Staatsoper Unter den Linden acogió la función creada por Mozart de Le nozze di Figaro que dejó al público sin aliento. La producción de Jürgen Flimm trasladó la ópera a una villa veraniega, un contraste irónico con la nieve que cubría Berlín afuera, haciendo que este “día loco” de Mozart resonara aún más en un invierno gélido. Salir al frío con la obertura aun zumbando en la mente fue un recordatorio de cómo el arte calienta el alma.
El edificio de la ópera fue devastado por bombardeos en 1941 y 1945 durante la Segunda Guerra Mundial, reconstruyéndose bajo Hitler en 1942 y tras la guerra en 1955 como Deutsche Staatsoper en Berlín Este. Aislada por el Muro de Berlín desde 1961, mantuvo su prestigio en la RDA con directores como Otmar Suitner, pese a la opresión soviética. Tras la reunificación de 1990, recuperó su nombre y esplendor, reabriendo en 2017 tras una renovación, formando con la Deutsche Oper y la Komische Oper un trío operístico único en Europa, reflejo de la historia dividida y unida de Berlín.
3. Dark Matter: una danza de luz que perfora la oscuridad
En un rincón industrial de Lichtenberg, Dark Matter ofreció un escape futurista durante la Berlinale. Lo más sobrecogedor fue Grid, una escultura colosal de luz y movimiento que flotaba sobre los visitantes como una nave alienígena, mutando entre un tapiz etéreo y una nube crepitante. El sonido 3D de Holoplot, sincronizado con las 169 esferas negras de Inverse que danzaban como pájaros en un cielo oscuro, creó una experiencia sinestésica que hizo temblar el suelo helado bajo los pies. Mientras afuera el viento cortaba como cuchillos, dentro de este laboratorio de Christopher Bauder, las proyecciones de Liquid Sky transformaron la oscuridad en un cielo líquido infinito, un refugio cálido y meditativo que desafió el invierno con su innovación.
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4. Lulu Guldsmeden Hotel: un refugio verde en el caos del festival
En pleno auge de la Berlinale, el Lulu Guldsmeden Hotel en Potsdamer Straße se convirtió en un santuario ecológico. Lo más sorprendente fue descubrir un columpio colgando del techo en una suite, un detalle que rompía con la sobriedad del invierno berlinés y evocaba una infancia perdida. Las paredes de madera certificada FSC y las lámparas colgantes crearon una calidez que contrastaba con la nieve que azotaba las ventanas, mientras el restaurante Lu Liba sirvió un wok orgánico tan reconfortante como un abrazo. Nick Zilinski, el gerente, compartió su “DNA verde” con una pasión que dejó huella: en un evento de alto impacto como la Berlinale, este hotel demostró que la sostenibilidad puede ser lujosa y acogedora.
5. Pergamon Panorama: un altar que resucita bajo el hielo
Frente al Bode-Museum, el Pergamon Panorama emergió como un portal al pasado durante la Berlinale. Lo más impactante fue el panorama de 360° de Yadegar Asisi: al entrar, la terraza del Altar de Pérgamo cobró vida con estatuas de mármol de mujeres en túnicas sofisticadas, iluminadas por una luz cambiante que simulaba el sol mediterráneo y la luna sobre Bergama. El rugido lejano de la ciudad helenística resonó en los sentidos, un eco de 129 d.C. que hizo olvidar el frío berlinés. Las proyecciones y los relieves rescatados por Carl Humann en 1878, expuestos con una precisión casi mágica, transformaron este edificio temporal en un refugio cálido donde la historia desafió el invierno.
6. This Will Not End Well: la crudeza de Nan Goldin en un pueblo de emociones
En la Neue Nationalgalerie, la retrospectiva “This Will Not End Well” de Nan Goldin, del 23 de noviembre de 2024 al 6 de abril de 2025, fue un golpe al corazón durante la visita a Berlín. Lo más impactante fue Memory Lost: un viaje claustrofóbico por la abstinencia de drogas, proyectado en un edificio diseñado por Hala Wardé, donde las imágenes de rostros desencajados y el sonido opresivo envolvieron a los visitantes como una tormenta interior. Frente a la nieve que azotaba las ventanas, The Ballad of Sexual Dependency desplegó fiestas salvajes y autorretratos brutales, como Nan One Month After Being Battered, que cortaron el aliento con su ternura cruda. En un Berlín helado, esta exposición fue un refugio ardiente de emociones que desafió el frío con su verdad implacable.
Berlín invernal: un mosaico de refugios cálidos
La Berlinale de 2025 transformó Berlín en un escenario global, pero el invierno no logró apagar su brillo. El Vabali Spa ofreció un vapor místico que desafió la nieve, mientras Le nozze di Figaro calentó el alma con su genialidad mozartiana. Dark Matter iluminó la oscuridad con tecnología futurista, y el Lulu Guldsmeden envolvió a sus huéspedes en una calidez ecológica. El Pergamon Panorama resucitó un altar antiguo bajo el hielo, y la exposición de Nan Goldin golpeó con su intensidad emocional. En un Berlín helado, estos destinos demostraron que el frío puede ser un telón de fondo para experiencias ardientes e inolvidables.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
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Viajaron 14 horas hasta Argentina y no estaban invitados a una boda, esto hicieron
Volaron desde Alemania a Buenos Aires convencidos de que estaban invitados a una boda, pero al aterrizar en Argentina descubrieron que todo había sido un malentendido. Sin posibilidad de cancelar el viaje ni de confesar la metedura de pata, optaron por una solución inverosímil: esconderse durante seis días en el mismo hotel que los novios para evitar cruzarse con ellos.
La historia, tan surrealista como real, la compartió en TikTok la joven alemana Yasmin Sarli, una de las protagonistas, y la amplió después la edición digital de la revista People, en una entrevista donde se explican todos los detalles de la anécdota.
“Mi novio estaba seguro de que estaba invitado”, explica Sarli en el vídeo publicado en su perfil @sarliunlimited. “Reservó vuelos y hotel, y al final terminamos pasando seis días escondidos en el resort hasta que se fueron. Hasta donde yo sé, ellos todavía no saben que estuvimos ahí”, añade.
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Una confusión de pareja y una escapada encubierta
Según detalló Sarli a People, la historia ocurrió en octubre de 2023. Ella y su entonces pareja, Davide, habían recibido un mensaje para “reservar la fecha”, pero nunca una invitación formal. Aun así, él dio por hecho que ambos estaban incluidos en la lista de asistentes y reservaron vuelos y alojamiento en el mismo hotel donde se hospedaban los invitados oficiales: el Park Hyatt de Buenos Aires.
La realidad les golpeó apenas unos días antes de viajar, cuando cayeron en la cuenta de que no tenían ningún detalle sobre la boda: ni agenda, ni mensajes de grupo, ni información concreta. “Poco a poco empezamos a pensar: ‘Un momento... ¿de verdad estamos invitados?’”, recuerda Sarli. Pero a esas alturas, cancelar el viaje no era una opción: el vuelo desde Frankfurt ya estaba pagado y ambos necesitaban unas vacaciones. Así que decidieron convertir el error en una misión secreta.
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Como en una película de espías
Durante seis días, la pareja vivió como si estuviera protagonizando su propia versión de Misión Imposible. Planificaban las comidas a horarios imposibles para no coincidir con los invitados, evitaban las zonas comunes del hotel cuando sabían que había celebraciones y hasta llegaron a vestirse “de forma extraña” para no ser reconocidos.
La película terminó cuando Davide, el novio despistado, tuvo que marcharse un día antes por trabajo, y Sarli tuvo que regresar sola a casa. Poco después, la pareja rompió, aunque según cuenta siguen en buenos términos. Hasta ahora, nadie de la boda sabe que estuvieron allí, salvo por el pequeño detalle de que su historia ya ha dado la vuelta al mundo. Según cuenta Yahoo News, el exnovio se casa a finales de este año, y esta vez no hay lugar para confusiones: Sarli ya tiene su invitación oficial.
Fuente: Europa Press.
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Éxito rotundo del concierto Sonidos del Alma en Berlín
Con un marco de público excepcional y una atmósfera cargada de emoción y arte, se llevó a cabo el concierto Sonidos del Alma en el Instituto Iberoamericano de Berlín, en conmemoración del centenario de la creación de la guarania, género musical legado por el maestro paraguayo José Asunción Flores.
El evento, organizado por la Embajada del Paraguay en la República Federal de Alemania, contó con la asistencia de más de 200 personas, incluyendo embajadores, miembros del cuerpo diplomático de cuatro continentes, representantes del Gobierno alemán, miembros de la comunidad paraguaya residente en Alemania, así como amantes de la música y amigos del Paraguay.
La apertura estuvo a cargo de la Dra. Clara Ruvituso, del Instituto Iberoamericano. El embajador del Paraguay en Alemania, S.E. Fernando Acosta Díaz, dio la bienvenida, destacando la guarania como símbolo profundo de la cultura paraguaya y recordando la firma de la Paz del Chaco, hito de reconciliación entre Paraguay y Bolivia.
La velada musical, protagonizada por tres músicos excepcionales –el maestro Diego Sánchez Haase, el tenor José Mongelós y el clarinetista Enrique Ríos Careaga– se desarrolló en tres secciones temáticas que recorrieron la tradición europea, la riqueza melódica de la guarania y los ritmos del alma paraguaya.
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Alemania: un dólar al mes cuesta una vivienda social del siglo XVI
- Augsburgo, Alemania. AFP.
Angelika Stibi sintió un enorme alivio al recibir las llaves de su nuevo hogar. A partir de ahora, esta jubilada alemana pagará mensualmente solo 88 céntimos de euro (aproximadamente un dólar) para vivir en el complejo de residencias sociales más antiguo del mundo. Nuevo techo, nueva vida y nueva comunidad. La sexagenaria forma parte desde hace pocos meses de los 150 habitantes de la “Fuggerei”, una residencia en Augsburgo, donde el precio del alquiler no ha subido desde hace medio milenio.
Creadas en 1521 por el banquero Jacob Fugger en esta ciudad de Baviera, en el sur de Alemania, las viviendas sociales más antiguas del mundo, como se vanaglorian sus administradores, permanecen en servicio y gozan de gran demanda. “Tuve una vida realmente formidable hasta los 55 años”, explica Angelika, con dos hijos ya adultos. Pero entonces le diagnosticaron cáncer y “todo fue de mal en peor”, cuenta esta mujer nativa de Augsburgo.
Cuando se quedó sin recursos, presentó su candidatura para alojarse en este complejo compuesto de pequeñas casas adosadas. Pero hay que armarse de paciencia para unirse a la Fuggerei. “Tarda generalmente entre dos y seis o siete años. Todo depende del apartamento que uno quiera. Estos en la planta baja están muy solicitados”, explica la trabajadora social Doris Herzog.
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Ella recibe los expedientes de los candidatos y gestiona las entrevistas con unos criterios muy precisos: “Hay que ser ciudadano de Augsburgo, ser católico e indigente”. En el apartamento de Martha Jesse, residente allí desde hace 17 años, abundan los símbolos religiosos. Pero fueron motivos financieros los que la condujeron a este complejo situado cerca del centro histórico de la ciudad de 300.000 habitantes.
“Percibía una pequeña pensión a pesar de 45 años de trabajo. Vivir afuera hubiera sido casi imposible, porque solo tendría 400 euros (458 dólares) a mi disposición”, explica la mujer de 77 años. Con sus hileras de casa de fachada ocre y contraventanas verdes, pulidos jardines, escudos y fuentes, el conjunto reconstruido después de la Segunda Guerra Mundial parece un pueblo de muñecas.
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Oración cotidiana
Para Andreas Tervooren, residente desde 2017, “la Fuggerei es como una ciudad dentro de la ciudad”. Este vigilante nocturno compara la urbanización con “el pueblo de Astérix”. Igual que el poblado galo de los cómics resiste a los invasores romanos, el recinto resiste al incremento de los precios del alquiler que lastra muchos hogares de Alemania.
Augsburgo, de 300.000 habitantes, se sitúa a menos de una hora de Múnich, la ciudad con el metro cuadrado más cara de Alemania y también una de las más caras de Europa. En el inicio de este proyecto, el comerciante Jacob Fugger (1459-1525) era uno de los hombres más ricos del continente y se había convertido en el “banquero de los emperadores” europeos.
Benefactor en su Augsburgo natal, creó varias fundaciones dedicadas a la vivienda o la salud para los más necesitados. El alquiler anual en la Fuggerei era de un florín renano, que en la época equivalía al salario semanal de un artesano. Un monto “que simplemente convertimos en 88 céntimos actuales” al mes, explica Daniel Hobohm, administrador de la fundación que gestiona este complejo.
Los descendientes de la dinastía Fugger participan en la orientación general de la fundación, pero no vierten dinero en ella. “Nos financiamos principalmente gracias a los ingresos del bosque y de la silvicultura y tenemos también una pequeña actividad turística” porque el recinto cuenta con bastantes visitantes, explica Hobohm. A ello hay que añadir los ingresos de alquiler generados por otras propiedades. Para respetar los deseos de sus fundadores, el alquiler no puede aumentar. Pero a cambio, también para mantener una tradición de 500 años, los habitantes deben recitar cada día una oración por los donantes y su familia.